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2011

Había regresado del pueblo con una inexplicable sensación de vacío. Los días se sucedieron con la velocidad del rayo y cuando quiso darse cuenta se hallaba de nuevo en su casa, sentado en su sillón de siempre y escribiendo un nuevo artículo para el periódico. El último día de estancia en el pueblo, al oír el triste sonido de las campanas de la iglesia, recordó otros momentos vividos en los albores de su infancia. Se condujo por aquel laberinto de calles estrechas y empinadas del que fuera su inolvidable barrio, y se vio corriendo de un lado para otro, después de haber merendado, eso sí, su buen hoyo de pan con aceite recién prensado días antes en la almazara. Los atardeceres de aquellos lejanos años fulgían en su memoria con la misma intensidad que lo hicieran en el pasado, cuando descubriera la luz y los sonidos de la soledad. ¡Una vez más de vuelta a casa! Así ocurría desde que doce años atrás decidiera afincarse en tierras de sol y desiertos, de azules encendidos y mar de lunas infinitas. Concurrían todas las circunstancias con las que había soñado a lo largo de los años. Y estaba alegre por cómo se desarrollaban los acontecimientos. Volvía a sus mares de sueños y lo hacía con la certeza de hallar en las incontenibles aguas, la luz y la belleza, la razón de cuanto deseó y aún a pesar de los años transcurridos deseaba. Esa y no otra era la única verdad, su verdad.No era la primera vez ni sería la última. Confiaba en que la monotonía de los días transformara en sueños toda su vida, y por eso, llegada la hora de los atardeceres, sin importarle el lugar donde se encontrara, se abismaba en los silencios de su propio ser, y hablaba para sí durante horas y horas, y miraba al horizonte como si fuera la última vez, el último adiós. Todo había sucedido con excesiva rapidez, como si la vida fuera un minuto, un soplo o un suspiro. Así pensaba en aquella hora del atardecer, cuando aún sentía en sus oídos el son triste de las campanas de la iglesia Mayor. De vuelta a casa las cosas parecen distintas –pensó-, y calló durante algunos minutos. El silencio se apoderó de las paredes de la casa y de los libros apiñados en las estanterías, y sin más miramiento que el de sus propios pensamientos se hizo aire, y viento, y nube y sombra, hasta desaparecer invisible entre los hombres que habitaban aquella tierra tan roja como la sangre. Regresaba, una vez más, para confundirse entre la maleza de la magia y los secretos que la vida enseña a cada paso. Y gozaba por ello, él que tanto había soñado siempre con un tiempo de infinita quietud, sin más sonidos que el silbo de los pájaros o el rumor del mar sobre los acantilados. Todo estaba decidido ya, nadie ni nada podía derrotar al mal que le acechaba cada tarde, después de oír el son triste de las campanas de la iglesia; llegado era el fin de un año más . La vida es un suspiro –se dijo- y comprobó en el calendario la presencia del nuevo año 2011.

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986