Buscar este blog

Mostrando entradas con la etiqueta La Oficina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La Oficina. Mostrar todas las entradas

Las ventanas del invierno. FRANCISCO ONIEVA


LAS VENTANAS DE INVIERNO


Francisco Onieva es el autor de «Las ventanas de invierno», poemario con el que obtuvo el Premio de Poesía Cáceres, Patrimonio de la Humanidad, en su vigésimo primera edición, correspondiente al año 2008, y que por razones que no llegamos a entender ve la luz ahora, en 2013, cuestión esta baladí si nos atenemos a lo que verdaderamente interesa, que no es otra que el poemario en sí, la construcción de sus versos, la arquitectura de la voz poética que lo contiene, alienta y alimenta. Francisco Onieva deja su impronta de poeta sureño, cordobés para más señas, en este lúcido poemario, y aunque con voz propia no podemos ignorar la influencia, natural y lógica por otra parte, de otras voces cercanas. Hallamos en «Las ventanas de invierno», la mirada del poeta, que no es poco, un poeta que no deja de asombrarse ante las cosas que le rodean, capaz de transformar la oscuridad en luces fulgentes, solo con la sencillez de sus versos, de la palabra que germina en su interior, en la raíz del todo y la nada: la naturaleza. Onieva conoce bien el temblor que produce la observación de la naturaleza, de la tierra en la que vive y trabaja, y se sabe poseedor de su magia y su misterio, y ahonda hasta encontrar la respuesta, aunque la búsqueda sea dolorosa algunas veces; no detiene su paso, camina con la mirada fija en el horizonte; persevera y halla la luz y sus silencios.



Mucho tiene que ver este poemario con el tiempo, mejor sería decir con su fugacidad (fugit tempos), y con la realidad que sobreviene de tal hecho. La concreción del pasado por vivido, la vejez, en suma. De ahí el título de este poemario «Las ventanas de invierno», en alusión a esa estación última y fría, en la cual la soledad, el dolor o la enfermedad van conformando una acelerada decrepitud. En todo el texto Francisco Onieva está presente la lluvia, la nieve, el silencio, esa sensación de abatimiento producido por el tiempo vivido, por la nostalgia o la melancolía de su reflejo; el tiempo simbolizado por el reloj o los relojes que muestran su propia crueldad. Es siempre esa mirada profunda y demoledora del poeta la que cuenta, la que trasciende y provoca la emoción, el sentimiento perturbador. Vivaces las imágenes poéticas se repiten una y otra vez, los aromas penetran y traspasan el papel: «Huele a madera mojada en la umbría, / como en tus ojos. […] Estar callada. Sostener la lluvia en la retina». La naturaleza vive en el poeta, la siente y la canta: «Mira como despliega la noche con el vuelo, / mientras comprende el orden / de la nieve que cae / y se hace encina, / piedra, retama, / casa, hombre, río, / luz y aire, / de ventanas afuera». El poeta escucha la voz de los ríos y los manantiales, contempla los árboles y los pájaros que se posan en sus ramas y compone una sinfonía de versos precisos y sabios. Es la armonía del paisaje que germina en el poeta y hace que sus ojos vean distinto, de una manera singular, enriquecedora. Así el poeta vuelve a los orígenes, regresa a la raíz del ser para proclamar la verdad, su verdad: «En las ventanas ya es invierno. / También lo es en tus ojos, que atardecen, / y en tus manos, que tiemblan / cuando intentan reconocer el mundo. / Una ventana es todo el horizonte, / donde la vida / se deshilacha como una nube de polvo. […] Ahora que la vida es un regreso, / en el que los bolsillos pesan más / aunque estén más vacíos, / a las palabras ancestrales / y a las miradas infantiles». Así es la poesía de Francisco Onieva, como una luz permanente en lontananza.

 
Título: Las ventanas de invierno
Autor: Francisco Onieva
Edita: La Oficina

DIARIO DE ALMERÍA. 17/11/2013. José Antonio Santano                         

Las ventanas del invierno. FRANCISCO ONIEVA


LAS VENTANAS DE INVIERNO


Francisco Onieva es el autor de «Las ventanas de invierno», poemario con el que obtuvo el Premio de Poesía Cáceres, Patrimonio de la Humanidad, en su vigésimo primera edición, correspondiente al año 2008, y que por razones que no llegamos a entender ve la luz ahora, en 2013, cuestión esta baladí si nos atenemos a lo que verdaderamente interesa, que no es otra que el poemario en sí, la construcción de sus versos, la arquitectura de la voz poética que lo contiene, alienta y alimenta. Francisco Onieva deja su impronta de poeta sureño, cordobés para más señas, en este lúcido poemario, y aunque con voz propia no podemos ignorar la influencia, natural y lógica por otra parte, de otras voces cercanas. Hallamos en «Las ventanas de invierno», la mirada del poeta, que no es poco, un poeta que no deja de asombrarse ante las cosas que le rodean, capaz de transformar la oscuridad en luces fulgentes, solo con la sencillez de sus versos, de la palabra que germina en su interior, en la raíz del todo y la nada: la naturaleza. Onieva conoce bien el temblor que produce la observación de la naturaleza, de la tierra en la que vive y trabaja, y se sabe poseedor de su magia y su misterio, y ahonda hasta encontrar la respuesta, aunque la búsqueda sea dolorosa algunas veces; no detiene su paso, camina con la mirada fija en el horizonte; persevera y halla la luz y sus silencios.



Mucho tiene que ver este poemario con el tiempo, mejor sería decir con su fugacidad (fugit tempos), y con la realidad que sobreviene de tal hecho. La concreción del pasado por vivido, la vejez, en suma. De ahí el título de este poemario «Las ventanas de invierno», en alusión a esa estación última y fría, en la cual la soledad, el dolor o la enfermedad van conformando una acelerada decrepitud. En todo el texto Francisco Onieva está presente la lluvia, la nieve, el silencio, esa sensación de abatimiento producido por el tiempo vivido, por la nostalgia o la melancolía de su reflejo; el tiempo simbolizado por el reloj o los relojes que muestran su propia crueldad. Es siempre esa mirada profunda y demoledora del poeta la que cuenta, la que trasciende y provoca la emoción, el sentimiento perturbador. Vivaces las imágenes poéticas se repiten una y otra vez, los aromas penetran y traspasan el papel: «Huele a madera mojada en la umbría, / como en tus ojos. […] Estar callada. Sostener la lluvia en la retina». La naturaleza vive en el poeta, la siente y la canta: «Mira como despliega la noche con el vuelo, / mientras comprende el orden / de la nieve que cae / y se hace encina, / piedra, retama, / casa, hombre, río, / luz y aire, / de ventanas afuera». El poeta escucha la voz de los ríos y los manantiales, contempla los árboles y los pájaros que se posan en sus ramas y compone una sinfonía de versos precisos y sabios. Es la armonía del paisaje que germina en el poeta y hace que sus ojos vean distinto, de una manera singular, enriquecedora. Así el poeta vuelve a los orígenes, regresa a la raíz del ser para proclamar la verdad, su verdad: «En las ventanas ya es invierno. / También lo es en tus ojos, que atardecen, / y en tus manos, que tiemblan / cuando intentan reconocer el mundo. / Una ventana es todo el horizonte, / donde la vida / se deshilacha como una nube de polvo. […] Ahora que la vida es un regreso, / en el que los bolsillos pesan más / aunque estén más vacíos, / a las palabras ancestrales / y a las miradas infantiles». Así es la poesía de Francisco Onieva, como una luz permanente en lontananza.

 
Título: Las ventanas de invierno
Autor: Francisco Onieva
Edita: La Oficina

DIARIO DE ALMERÍA. 17/11/2013. José Antonio Santano                         

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986