Escaparate de libros _____________________
José Antonio Santano
Arpegios y Mudanzas
Tomo
prestadas las palabras del profesor y poeta Jaime Siles sobre la antología
poética Arpegios y mudanzas, del poeta y crítico aragonés Enrique
Villagrasa (Burbáguena, Teruel, 1957): «Todo poeta tiene, guardado en su memoria, un espacio-tiempo
al que siempre que lo necesita —y poeta es quien lo necesita— suele regresar». Y así es. Una vez más
y en todas las ocasiones precedentes que he tenido la fortuna de acercarme a la
poesía de Villagrasa, siempre encontré ese espacio-tiempo del que bien habla
Siles en el preámbulo de esta antología. Para Enrique Villagrasa ese
espacio-tiempo es, sin duda alguna, Burbáguena, donde el poeta es y se hace («Un
poeta para poder ser ha de ser poema, no verso / en y con su esperanza en la muerte amada: / en
las fuentes de Burbáguena y su río Jiloca»), en su infinito paisaje, paraíso
perdido, la voz de la infancia que se perpetúa en el rumor del río Jiloca («Y sí, tú me salvas, Jiloca líquido. /
Regresar es mi destino: dejar atrás estas playas. / Volver a tu horizonte. El
murmullo del río espera. /Recuerdas la noche en tus pozas de juventud / gloriosa.
El alba se hace esperar en el Jiloca»), en el arrullo
continuo del silencio en las noches sin luna, en el viento del cierzo cuchillo («El cierzo acaricia las sonrisas de tu
tierra, / limpia y deshace tu pasado. / Y convierte tu mundo en un lugar
abierto / a todas sus posibilidades, poesía. // El cierzo arranca tu máscara de
la rutina. / Allí, en mi tierra, te pone frente a su página / en blanco: ese
espacio sin límite»), los crudos inviernos o en la luz de
unos versos. Villagrasa pertenece a ese grupo de poetas españoles nacidos en el
año 1957 (más de una decena) y que he venido en bautizar como “Quinta del 57”, cierto
que desconocida como tal, pero loable por la trayectoria poética de cada uno, y
que algún día formará, por derecho y méritos propios parte de la historia de la
poesía española contemporánea. Hallamos en esta antología poemas seleccionados
por el autor y pertenecientes a libros publicados entre 1983 y 2021 bajo el
título Arpegios y Mudanzas. Viajar por las páginas de este libro,
detenerse en sus versos es como sentir un soplo de aire fresco, tan necesario hoy,
no sólo físico, por la insoportable ola de calor, sino también emocional. No
obstante, el lugar, tal vez ese paraíso perdido al que siempre regresa
Villagrasa no es otro que su particular Ítaca y a la que acude en todo momento,
como si su salvación le fuera en ello. Ese lugar, ese entrañable paisaje es, por
reiterado y constante, Burbáguena. Pero a ello, no podemos olvidar, el hecho
poético en sí mismo, el yo que se transforma y muta viene acompasado por un
lenguaje en el cual la metapoesía enriquece y aporta al lector un lugar donde
detenerse, donde ahondar para comprender con más exactitud el mundo que le rodea.
Villagrasa entonces se rebela contra sí mismo, intima con la Naturaleza, mira y
observa cuanto acontece para marcarlo, señalar su trascendencia y vivir una experiencia
mística, en la cual la palabra es el instrumento que aglutina la verdad del
poeta: «Tal vez el poeta deba ser aquel que bajó / al abismo. Y nunca olvidado,
triste o duro / y siempre abierto al afecto de la página / donde derramar
versos de lava ardiente / llegados de muy hondo sentir siendo». La viva
desnudez de la poesía de Villagrasa nos deja un hálito de esperanza, un fulgor
creciente e imperecedero que nos aloja en las entrañas mismas del “ser”. Nada
se resiste al poeta y bebe por igual de la tradición poética como de las nuevas
tecnologías, expresión de un lenguaje en el cual se reconocen formas relativamente
recientes y distintas de comunicación, tal es el hecho de las redes sociales
como Facebook, WhatsApp, Twitter, etc.: «Facebook lee antes la voz del poeta. / Twitter es su eco. Y
en mi mirada queda / el naufragio azul de tu gesto altivo». Por todo, la poesía de Enrique
Villagrasa es silencio también, un continuo abismarse en la nada. En este
sentido, Jaime Siles escribe: «Y él, que ha sido un poeta del silencio, sabe muy bien
que solo el poema nos revela el sueño que nos sueña». Para aquellos que desconozcan el devenir
poético de este poeta y crítico español, Arpegios y mudanzas es una oportunidad
de oro para comprobar su valía y calidad lírica de Enrique Villagrasa, una voz
imprescindible de la actual poesía española.
Título:
Arpegios y mudanzas
Autor:
Enrique Villagrasa
Editorial:
Diputación de Teruel (2022)