Escaparate de libros _____________________ José Antonio Santano
Escaparate de libros _____________________ José Antonio Santano
Salón
de Lectura __________________ José Antonio Santano
Leer como
adicción
(Narrativa)
El verano siempre ha sido y es un tiempo propicio para leer.
En esta estación del año se hace más frecuente encontrar a los turistas de
playa o montaña, asidos a un libro, elegido según los gustos de cada uno. Ese
contacto esencial con las páginas de un libro debería atraernos siempre, aunque
así no sea, porque los libros contienen algo que a todos nos incumbe: la vida.
Con ellos aprendemos, nos divertimos, sufrimos, sonreímos o sollozamos; en cada
personaje o en cada pensamiento la vida está presente; podemos vivir lo mismo
la Edad Media que la Era espacial, o, adentrarnos en la tragedia de un cáncer o
una pandemia. Los libros son, sin lugar a duda alguna, nuestro mejor amigo,
dejemos al perro en un segundo término, entre otras razones porque se establece
un diálogo, una complicidad. Por ello, y en este comentario, la lectura se
convierte en una extraordinaria adicción que deleita y ennoblece, que alarga
nuestra vida en la vida de los otros, en un mestizaje solidario, respetuoso y
festivo. Y dado que esta adicción ya no tiene vuelta a atrás, pretenden ser las
siguientes lecturas que indico un oasis donde descansar del tórrido verano, sea
en una playa o en la montaña, pero siempre asidos a un libro, plenos y felices
de aventurarnos en sus páginas para ser más libres y más humanos.
ISBN: 13: 978-84-942992-3-0
Clasificación: Poesía.
Tamaño: 14x21 cm
Idioma de publicación: Castellano
Edición: 1ª Ed.1ª Impr.
Fecha de impresión: Noviembre 2014
Encuadernación: Rústica con solapa
Páginas: 104
PVP: 12€
Colección: Daraxa
José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.
Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.
José Cabrera Martos