Buscar este blog

TIERRA MADRE

 

TIERRA MADRE
Tierra madre.
 José Antonio Santano








Tierra Madre


(Premio “José Antonio Ochaíta” 2017. Diputación de Guadalajara)















Ay sur, de más allá del sur,

extensión de mi herida

cuando llega la tarde

y tengo que sentir

tu voz atormentada

y todas las crueldades

vividas en tu nombre.


Alfonso Berlanga

















Volver a Sandua


En Sandua aúlla el viento por los viejos tejados

por los muros ruinosos y la negra veleta.

(Elegía VII. R.M.)



A Ricardo Molina. In memoriam



Vuelve la luz a Sandua

arcoíris de pájaros en vuelo

hacia la tarde y sus dominios

verde fragor de campos

en plata de olivar

y silencios,

en sombras que se escapan

y huyen

evanescentes

más allá de la nada y el agua

en hilos de soledad

vuelta la hora exacta

de un otoño lluvioso

que ya es memoria

resplandor solo

la voz dulcísima del viento

acariciando los tejados

y el hollín de la pobreza

el tiempo en su grisura

sin dios ya

sin palabras ni risas

solo cuerpo

dorada carne del pecado

en brasas y labios

toda la estancia en penumbra

los libros

los estantes

el viejo sillón y la mesa del despacho

y en tus manos de ángel

el universo todo

junto a Pablo, Juan y Mario

en un leve suspiro

Cántico luz de madrugada

en las pupilas del sueño

en las tabernas

y el vino como el néctar

y el verso como daga

que se adentra en el costado y gime

sin esperanza

oscurecido el tacto y los sentidos

a orillas del Genil

los amantes

vuelven a Sandua:

Pablo mira al río y los crepúsculos

Juan las nubes de cristal

vivas

resplandecientes

Mario en universo de pueblo

y una soleá en Ricardo

que parte el alma en dos

y desde entonces un dolor punzante

vuelve a Sandua

para nunca más alejarse

vuelve a Sandua en la voz de los poetas

que miran al infinito olivar

y presienten que el destino es allí

un rubí incandescente

tal vez un nombre

que se repite incansable cada tarde de otoño

y nos seduce en su canto único

imperecedero

luciente de cal viva

y el corazón abierto de la casa

ruge como la lluvia en los espejos

y se deja soñar de palabras y sones

para siempre volver a Sandua

estremecida y triste

lumínica campiña

dominio todo

de regreso a la nada y el alma

a esa paz que se advierte

en la anónima piedra

de una tierra que brama

de silencios y olvido

Agua siempre

Tierra

Fuego

Aire

en Sandua Pablo y Juan y Mario

Ricardo en vuelo de luciérnagas

que vuelve a Sandua

para siempre.


Volver a Sandua…









Eterno Don


Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,

y que obtiene inteligencia;

porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,

y sus frutos más que el oro fino.


Proverbios 3:13-14



La sabiduría es el alma perfecta, llevada al grado más alto

y más excelente, ya que es el arte de la vida.


Séneca


¿Y de qué me sirvió sabiduría

si ahora, extraviado, no sé a dónde voy?


Antonio Colinas


A José María Barrera, por todos los encuentros




Sin saber dónde ir…


Contemplo el horizonte

la fuerza del silencio

atrapado al crepúsculo

por ser la hora última

fijada ya en la piedra

y al madero pupitre

acaso en el olvido

del rumor de las sílabas

en la luz primigenia

que ilumina los nombres

escritos en el tiempo

que atesora este claustro

supremo entre los arcos

y bóvedas celestes

por más clara razón

de toda transparencia

señal de la verdad

prensil y nutricia

que busca en los caminos

la fuente del saber

que sacie y calme el alma

en honda soledad

ya viva y trascendente

inserta en el misterio

que los ojos ocultan

del abismo y el caos.

Sin saber dónde ir…


Atravieso la luz

de lo invisible

y adentro

en su fulgor me aferro

más allá de la noche

y su esencia

despiadadamente

poseso del silencio

que me habita

en plenitud de aire y fuego

eterno don callado

y triste

de los labios en la rosa

y los mármoles

de este instante que vuela

por el cielo más puro

que los dioses crearon

de la nada en el barro.


Y sin saber a dónde ir

camino

advierto el aire en las mejillas

oigo canciones de pájaros

siento el tacto de la lluvia

su voz de espuma y ola

el fuego del crepúsculo

en las sienes

y el abismo

habito en los estambres

del tiempo y sus derrotas

vuelvo sobre mis pasos

una vez más exhausto

en asombro de días

que la vida me ofrece

generosa y ubérrima.

Incorpórea alcanza ya

el relámpago

invoca la existencia

de sus ojos hirvientes

en la luz

hacedora de ensueños

y liviana regresa

traslúcida y astral

al corazón del alma

plenitud magisterio

de la vida.


Cercano al fin

en lo absoluto ya

descubro el camino

rememoro el temblor

de la palabra

de toda verdad

anunciadora

de sabiduría.




















FUEGO Y ROSA



Ni la palabra ni el silencio. Nada pudo servirme para que tú vivieras. José Ángel Valente





a Rosa León Salas. In memoriam





Nada pude contra el cuchillo

contra el aire disoluto…

Tendría que haber aceptado

aquella invitación

de los días soleados

la luz de los atardeceres

tu casa en la ladera

los sencillos manjares

dispuestos en la mesa

el perfume a canela

las palabras en vuelo

hacia la altura exacta del sueño

tenía que haberte oído

el canto de los ríos

en la hora más dulce y pura

quizás haber mirado

a la hondura del alma

angelical y fulgente

en la ermita desierta

en los álamos solos

allá en el camino que los pájaros

alegran con sus trinos

tendría que haberte dicho

que abierto el corazón

la fuerza era el fuego de las sílabas

que el tiempo me sustrajo

y nunca fueron dichas…

Tendría que haberme adelantado

al tiempo y los silencios

que ahora me torturan

la voz y las palabras

que inoculado el dolor todo es espanto

intensa pesadilla

incomprensible el mundo

la vida desaliento

oscura noche todo…

Tendría que haberme avisado

de la muerte que siempre merodea

pero nunca pensé

jamás creí

que te llegara el día

que todo lo oscurece

y en sombras vive

eterno ya…

Tendría que haberme preparado

para la liturgia del silencio

pero estaba en otras cosas

y hoy no puedo ya salvarte

reunir en un ramo las flores más bellas

y llevártelas a tu casa en la ladera

hoy ya es tarde

para quedar a la hora precisa

y contar amapolas

avistar los montes de olivos

y hablarte del sonido del agua

en las mañanas de estío

junto al cañaveral amigo

escribirte una carta

pidiéndote perdón por las ausencias.

Tendría que haber ido al encuentro

de ese día que hoy se escapa

abismado en la espesura del tiempo

que nunca volverá

a ser aire y agua, fuego y rosa.

















La Voz Iluminada



A Juan Carlos Rodríguez, In Memoriam


Hablan de ti y es otoño

penan tu ausencia

la luz en los albores del verso

que en ti hallaron

la palabra encendida

el verbo en movimiento

cuando la tierra gira

alrededor de una rosa

y el tiempo se detiene

y testigo del caos

tu voz iluminada

siembra estrellas en el cielo

en la quietud toda

de la casa y los libros

de la lluvia en las aceras

golpeando la noche

la piedra y sus silencios

allá en la cima, alto

los ojos son espejos

que el agua resplandece

en los estanques

del jardín laberinto

claridad arcoíris

de las flores lucerna

cuando el sol ya destella

en los cármenes

o en murallas de hiedra.


Yo que no te conocí

que nunca hablé contigo

parece que te tuve

en el abrazo siempre

fraterno en la escritura

visible entre las páginas

de blanco pergamino

de vuelta a la materia

constructo del alma

o el espíritu

te siento ahora

cuando escribo estos versos

cercano al desconsuelo

de saberte huido

después del tránsito

en el tiempo

que fulge allá en lo oscuro

igual que así te viera

al abrigo de tu siempre eterno

sombrero negro

igual que así cantara

tu doble Leonard Cohen

otra noche de otoño

Dance me to the end of love

junto a un vaso de güisqui

en un vuelo infinito

hacia la luz del abismo.


Yo que no te conocí

ni hablé nunca contigo

te escribo ahora

en esta amarga noche

escribo los latidos

escucho los silencios

nombro tu nombre

para sentirme libre

y vivo.


En esta hora gris

te escribo

amado profesor

secreto amigo.












Tierra Madre



a Mari Carmen Tienda. In Memoriam.



En el espacio calmo

de tus ojos vivientes

en esta madre tierra

entierro ya el cuchillo

en los verdes silencios

en el mármol opaco

centelleo de siglos

en el agua y la rosa

más allá de las nubes

en esa extraña luz

que circunda la noche

donde los dioses barro

el aire solo adensan

del otoño en las hojas

al vuelo de los sueños

en la piel de la luna

que obra en el silencio

sepulto en los caminos

después de haber sembrado

semillas de canciones

atardeceres inmensos

en alabanza al sol

que dora los estanques

liturgia de otro tiempo

remoto en los trigales

adentro ya toda alma

que busca la verdad

en los altos cipreses

del único sendero

habitante del cosmos

envuelto en las mañanas

que el frío del invierno

los labios eterniza

en el grito primero

que la voz dolorida

acuchilla al instante

después de haber amado

al alba con locura

el hogar de los hijos

rumor vivo de nanas

callada la tormenta

abierto el corazón

al rumor de los labios

cuando ya todo vuelve

al abismo del fin

en sonidos de réquiem

trascendido y celeste

maternal y nutriente

de los pétalos rosa

en los mármoles huella

para nunca el olvido

en palabras del aire

por los campos de olivos

cuando cae la tarde

la lluvia en los cuerpos

ramillete de rezos

por el cielo abrasados

hasta luego en la tierra

azucena en las aguas

que lentas discurren

por la historia del tiempo

en los juncos descansa

para siempre serena

sin edad en la tierra

madre tierra tu nombre

de regreso a las ramas

de los árboles luz

de la siesta inmortal

en los brazos del viento

la palabra doliente

testimonio del vuelo

que los ojos no alcanzan

al cegarlos las sombras

de la piedra desnuda

después de haber vivido

los sueños bien adentro

el fulgor de los días

como un reloj exacto

en los bosques celestes

habitados de lunas

y en las manos ardientes

por eternas promesas

más allá de los montes

que amamantan fronteras

abierto el corazón

a la tierra y sus dones

en las nieves primeras

nacimiento de labios

que encandilan la noche

aventura en el tiempo

de sedosos silencios

como hiedra en los muros

a la tierra devueltos

en racimos de rosas

que una eterna palabra

en la fuente espejea

por vivir la certeza

que a la tierra volvemos

en alma clara y viva

para ser alma sola

eterna luz de tierra.





I Premio Internacional de Poesía Joven José Antonio Santano

 

I Premio Internacional de Poesía Joven José Antonio Santano




BASES


1.El Ayuntamiento de Baena, a través de su concejalía de Cultura, convoca el presente concurso literario, que tiene por objeto el reconocimiento de la figura del poeta José Antonio Santano, tanto por su obra como por su trayectoria poética en el panorama actual de la literatura contemporánea, distinguida en el ámbito nacional e internacional, así como por su labor impulsora de numerosas iniciativas culturales en su ciudad natal de Baena (Córdoba).

La presente convocatoria establece dos niveles o ámbitos de participación:


Internacional: al que podrán presentarse los mayores de 18 años y menores de 30, con trabajos cuya extensión no podrá ser inferior a 300 versos ni superior a 500. El premio consistirá en una estatuilla, la edición de la obra y 25 ejemplares.


Local:al que podrán presentarse alumnos matriculados en ESO, BACHILLER y CICLOS FORMATIVOS de cualquiera de los centros educativos de Baena y Albendín durante el curso 2020/2021. Para este nivel se establecen premios para los tres mejores trabajos presentados, que no podrán ser inferiores a 14 versos ni superiores a 100. Los premios para cada uno de los ganadores consistirán en una estatuilla, diploma y lote de libros de poesía. Los trabajos premiados podrán ser editados por el Ayuntamiento de Baena.

2. Las obras presentadas estarán escritas en castellano, serán originales, inéditas y no premiadas en otros concursos. No se admitirán traducciones ni adaptaciones. Cada autor/a podrá presentar un único trabajo de tema y forma libres.

3.Se presentará un único ejemplar, a una sola cara en folio blanco y en formato PDF, a doble espacio y letra Times New Roman o Arial 12, sin firma, bajo lema o título y ámbito de participación: internacional o local.


Al objeto de preservar el anonimato de los autores:

A la dirección de correo electrónico cultura@ayto-baena.es indicando en el asunto I PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA JOVEN “JOSÉ ANTONIO SANTANO”, se remitirán en dos archivos separados, uno que contenga el poema con LEMA, que será el título del mismo y el ámbito de participación: internacional o local; y otro con el contenido de la PLICA (Nombre y apellidos, dni/pasaporte escaneado, teléfono de contacto y breve currículum).

4. El plazo de presentación concluirá el 28 de febrero de 2021.

5. El fallo del jurado será comunicado a los premiados por teléfono o correo electrónico, así como en la página web: www.juanalfonsodebaena.org/

6. Los premios podrán declararse desiertos si el jurado entiende que los trabajos presentados no alcanzan la calidad suficiente. En todo caso, la decisión del jurado será inapelable.

7. El jurado calificador estará compuesto por reconocidos poetas y profesores de literatura, y presidido por el poeta José Antonio Santano.

8. Los participantes responden de la autoría y originalidad del poema, asumiendo la total responsabilidad frente a cualquier reclamación que, en este sentido, pudieran efectuar terceras personas. Los concursantes se responsabilizan totalmente de que no existan derechos de terceros en las obras presentadas así como de toda reclamación por derechos de imagen.

9.La resolución del presente certamen tendrá lugar durante la Feria del Libro del año 2021 y la entrega de los premios se realizará en un acto público cuya fecha y lugar se comunicará con antelación y al que los premiados estarán obligados a asistir, salvo causa de fuerza mayor.

10.La participación en este certamen supone la total aceptación de las presentes bases.

El participante acepta expresamente cumplir todas y cada una de las bases del presente concurso. El incumplimiento de alguna de las bases dará lugar a su exclusión del concurso.


Ayuntamiento de Baena /Delegación de Cultura. Enero 2021


Ayuntamiento de Baena- Córdoba- España

Ayuntamiento de Baena, Córdoba, España


El temerario y otros poemas

SALÓN DE LECTURA

 José Antonio Santano

 

José Antonio Santano. Salón de lectura

 

El temerario y otros poemas

 

       

HERMAN MELVILLE

  De todos es conocida la novela Moby Dick y de igual forma a su autor, Herman Melville. Los lectores siempre unirán el nombre de Melville a la mejor narrativa americana, pero quizá menos sepan que también ejerció de poeta. Citar su nombre es abismarse en los mares y en la pesca de ballenas, entrar en las aguas procelosas de la memoria para descubrir las vidas de unos hombres que siempre bordearon la tragedia por un puñado de monedas. Sin embargo, la poesía es capaz de mostrarnos todos los mundos posibles, como lo hizo Herman Melville (Nueva York, 1819-1891), como poeta, aunque tardío, no por ello menos destacable, tal que se puede comprobar en esta selección de su poesía, realizada por el profesor y poeta cubano Axel Presas. Y ciertamente, así es que su poesía atrae siempre hacia el mar. Presas escribe que “en la poesía de Melville el paisaje es el mar y el mar e es el paisaje, los barcos son objetos de un espectáculo inconmensurable que es el océano”: Grita el ave marina, sobrevolando arriba, / “¿Tripulación, la tripulación?” / Y la ola, temeraria, vagabunda, / ¡Se mueve nuevamente! En algunos poemas también hallaremos al poeta romántico, “el que escribe sobre jardines, villas romanas y la hermosura de la campiña” dice Presas (Las belicosas águilas cierran su ala, / Pero no ante la influencia de César; / Cantamos que Roma no ha sido vencida por brazos romanos, / Como en el día de Farsalia…), y a más, al poeta místico “que se adentra en temas religiosos haciendo énfasis en el Oriente” (El amuleto sirio de Salomón aparece; / Ópalo y anillo supremo. / Los rayos que alumbran este vino mago / Se exaltan de las apariencias divinas). La profunda reflexión sobre todo lo sucede alrededor del poeta es siempre una ocasión única para la creación. Melville, al igual que otros muchos poetas, supo tomar de la realidad su parte más trascendente para transformarla en otra realidad, la que se hospeda no solo en la observación, sino en la emoción que siempre ha de existir en todo poema, si así se quiere llamarse. El hombre, el poeta, con su experiencia, el conocimiento y los afectos ha de construir un universo donde la verdad, su verdad, sea irrefutable. El hombre y el poeta al unísono, en un mismo canto capaz de conmovernos, capaz de hacernos más humanos, si cabe: “Todas las guerras son inmaduras”, nos dice el poeta en su poema La marcha hacia Virginia, aquí nos habla de los muchachos combatientes, de su entusiasmo para alcanzar la gloria, pero ¿qué es la gloria?: Todo lo que ellos sienten es esto: esto es la gloria, / Un afilado arrebato, aunque transitorio, / Aún imperecedero en ficción enaltecida. / Así van ellos a combatir, / Conversando por un lado, riendo por el otro. Esta antología a cargo de Axel Presas es un motivo más para apostar por la poesía como el instrumento capaz de salvar almas y presentir que la esperanza del género humano está en ella. Esfuerzos editoriales como este de Poéticas es un motivo también de esperanza y satisfacción, por entender que un mundo sin poesía no es sino un lugar oscuro y tenebroso, vacío, sin futuro, así con esta particular aportación sabemos que está en el camino de la luz.

 

Herman Melville

HERMAN MELVILLE

Título: El temerario y otros poemas

Autor: Herman Melville

Editorial: Poéticas (2019) 

Felizidad de OLGA NOVO


FELIZIDAD
 SALÓN DE LECTURA, IDEAL por José Antonio Santano


Felizidad

AUTORA: OLGA NOVO

FELIZIDAD
FELIZIDAD, OLGA NOVO

 Sería aterrador vivir sin poesía. La poesía está en todos los objetos y seres vivos. No podemos escapar a su influencia, a su perseverancia, a su existencia, no solo la que fluye en la palabra escrita, sino también aquella que revolotea en cada uno de los silencios que nos acompañan mientras vivimos. Nada existe sin ella. Podría decirse que la poesía nos hace ser lo que fuimos, somos y seremos, nos condiciona, aunque nos cueste percibirlo. Está ahí, delante de nuestros ojos, en el aire que respiramos, en la voz de la lluvia o en la tierra que pisamos. Poesía de la nostalgia y de la luz. La poesía como estallido y quietud, ley de contrarios, como la vida, vida en sí misma, como lo es  el libro objeto de este comentario, Felizidad, que merecidamente ha sido galardonado recientemente con el Premio Nacional de la Crítica de poesía en gallego, autoría de Olga Novo (A Pobra  do Brollón, Lugo, 1975), publicado por uno de los sellos editoriales españoles más singulares del momento actual, Olifante, con traducción y notas de Xoán Abeleira, quien nos aclara que «el título original del libro es un calambur creado a partir de la división en dos partes de las sílabas del vocablo gallego felic-idade: Feliz Idade (Feliz Edad). Un juego semántico que, por desgracia no es posible mantener en castellano». Desde sus primeras páginas el lector puede comprobar que se trata de un poemario lúcido, nacido de una experiencia vital que trasciende lo puramente cotidiano y donde el tiempo marca la expresividad del yo poético, que se debate entre el nacimiento a la vida de su hija Lúa y la muerte del padre. Principio y fin de un tiempo que no puede detenerse y en el que Novo proclama el amor y la belleza como razón existencial. Todo se sucede de forma natural, y entre el crecer de la hija y el decrecer del padre, queda al descubierto un poderoso vínculo con la palabra, con la poesía. La poesía entonces toma el vuelo hacia lo más secreto y lo más hondo hasta sentir que el oxígeno se acomoda muy adentro del cuerpo, muy adentro del alma, en el centro mismo del corazón, y fluye y fluye sin parar. Felizidad es un libro mágico, doloroso y tierno al mismo tiempo, porque bebe de una experiencia vital única, pero también un canto extraordinariamente bello. Olga Novo afirma que “la belleza salva”, como también la poesía, añado yo. Y así, con estas mimbres, Novo construye un universo personal de una grandeza inequívoca: «porque un milímetro de vida / basta / para saber / que un milímetro de vida basta / para que persista la vida». Esta es la poesía honda e introspectiva de quien se ha dejado embaucar por el sonido de una rama, el rugido de un bosque o el silencio de la piedra, una poesía directa al corazón. Como dice la poeta en la Carta proemio, “la poesía es un acto radical de vida”, y, ciertamente, indiscutible parece esta aseveración cuando nos adentramos poco a poco en Felizidad, cuando nos dejamos llevar por la música de sus versos en nombre del amor paterno:

 «Estabas allí 

 sentado

 yo admiraba tu potencia de bicho sin domesticar 

 que hozaba en el aire y me había concebido a mí 

 que lloro leyendo los versos de Derek Walcott

 como si entre nosotros mediasen tres siglos o más 

y era una victoria sobre el mundo que tu hija escribiese libros 

 que tú no leerás nunca».

 

 Pero la palabra viene a la vida y se va también hasta oscurecer el mundo en el más aterrador de los silencios y olvidos:


 «Porque al fin

 papá

 te diriges a mí sin orden en tus órdenes

y deshaces la sintaxis igual que desgranabas habas

y todo cobra el sentido profundo de cuanto no tiene lógica

ni está sometido a nada. 


Igual ves cómo se me encoge el alma

 cuando se te encoge la tuya».

 

Es la poesía de Olga Novo vital, amorosa, indómita en su belleza, y la emoción, el instrumento que la crea y la define:

«Y yo aún no sabía

que la poesía tiene ojos

como el pan

esas burbujas de dióxido de carbono 

que contienen los secretos del Universo  

y calman el hambre

y ven 

más allá de lo invisible».


OLGA NOVO
Título: Felizidad     

Autor: Olga Novo

Editorial: Olifante (2020)

 

Estanterías Vacías

Ricardo Bellveser

SALÓN DE LECTURA. JOSÉ ANTONIO SANTANO, IDEAL 07/12/2020

  




Estanterías vacías




   Nunca el verbo se hizo tan carne, carne herida y sangrante. Carne de otra carne dolorida, carne hermana, carne gemela, esa que solo la palabra puede explicar en sí misma, porque grande y generosa son las huellas dejada en ella, la carne, señales y cicatrices que solo el verbo es capaz de mostrar en su rotundo esplendor de cenizas o de luz. Horadada la carne se halla el verso más limpio y puro, como si te hubieran abierto las entrañas y notaras fluir toda su esencia, desnuda y libre, cuando el tiempo cae sobre el mundo como una gigantesca losa que acalla todos sonidos del silencio. La carne y el verbo, la palabra renacida una vez y otra, hasta la extenuación. Nunca el verbo se hizo tan carne como ahora, nunca. Y digo esto por aquello de que la “literatura es artificio”, que queda bien para la abstracción teórica, pero no para el poeta, sobre todo, que es un ser ungido por la revelación, el conocimiento y la emoción. El poeta, desde su experiencia no puede ni debe dejar de expresar lo que adentro lleva, lo que es carne y alma al mismo tiempo. No puede abstraerse de lo que es, de su humanidad como tal, de su lugar en el mundo, de la emoción que contiene todo lo creado y sobrevenido a su mirada, a su verdadera concepción vital. Porque la poesía es vida, y la vida, todos lo sabemos, nos sitúa en realidades que no se pueden abordar exclusivamente desde el artificio, sino también y acompañándose de la emoción al sentirlas, al vivirlas. Esta es la cuestión de fondo. La poesía que se escribe desde el mestizaje de lo uno y lo otro, es decir, desde el conocimiento y la emoción, trasciende, llega al lector con una gran dosis de humanidad, que no puede ser talada de un hachazo por la simpleza de una modernidad falsa y una mirada corta, sin horizonte alguno. El poeta verdadero bebe de una y otra fuente, y esa es la diferencia entre una poesía clónica, plana, amorfa y otra, personalísima, clara, culta y viva. Y en esta estamos cuando hablamos de un libro, una obra singular, diría que maestra, de la poesía española actual, cual es Estanterías vacías, del gran poeta valenciano Ricardo Bellveser, y publicada por la destacada editorial OléLibros. No es Estanterías vacías un libro más que viene a engrosar la lista del gran número de títulos que se vienen publicando en nuestro país, todo lo contrario es “el libro” que uno querría haber escrito o el que siempre se deseó leer. Es un libro, que si se me permite, diría que tensa, que identifica, que marca un camino y una esperanza, a pesar de su dramatismo argumental, que no deja indiferente al lector que se acerca a sus páginas, que desde la primera lo mantiene imantado a ellas. Los anteriores libros de Bellveser cumplieron sobradamente su propósito, y en su buen hacer nadie duda, pero estas Estanterías vacías son, por decirlo de una manera gráfica, la guinda del pastel. Sabiduría y emoción son su esencia, y ambas, al unísono, se reparten el protagonismo, sin duda, pero si tuviéramos que delimitar alguna, diría que la emoción potencia a la otra. El yo lírico de Bellveser en este libro es de tal calibre que deja al lector perplejo, por serlo en su grandeza y generosidad poética. Es el mejor, que ya lo era, de todos los Bellveser anteriores, el Bellveser definitivo, el más puro poéticamente hablando, el poeta de raza, que ha sabido, nunca mejor dicho, trascender lo aprehendido al verso, a la palabra, que fue siempre el más sobresaliente de sus dones, y Estanterías vacías, lo contiene: 

Desde su alto, 
ya no llueven palabras 
 ni se enredan los espesos nubarrones 
entre mis libros. 
 Mi biblioteca viva,
 tenía su voz y sus truenos, ahora
 el silencio se ha ido adueñando 
 de los estantes, y apenas percibo
 su jadeo, como el de quien retrepa 
 el empinado barranco de la melancolía.
 En ellas no hay susurros como antes
 los había, ni eco de voces que retruenen
 por las paredes del desfiladero 
 que se inventaban las portadas alineadas 
 como abedules en los rusos bosques, 
 cuyas hojas el otoño ha enrojecido. 
 No existe lugar donde protegerme 
 de los vendavales de las ideas. 
 Aquel griterío, se ha transformado
  en silencio y ausencia de las cosas.

 La decisión de donar sus libros determina el hecho poético de este libro. Esa vaciedad de las estanterías, para el hombre que siempre anduvo pegado a ellos, viviendo en ellos, provoca una terrible  tormenta interior, pero aún así, se sabe recompensado. Es esa soledad contemplativa del vacío la que conduce a la revelación, al origen de lo creado para vivirla en primera persona, y crear él un mundo nuevo donde el dolor de esa soledad y la esperanza de lo por venir adquieran el valor de la emoción, que traslada magistralmente al verso:

 Con ello me voy despidiendo 
 de los amigos que han viajado 
 conmigo tantos años y recuerdos
 tras la colosal ruido que allí había, 
 los ensayos, las epopeyas, las historias 
 inventadas contadas como verdades,
 mis libros amados, compañeros, reos.
 El tiempo ha podido con todo, 
 y podrá hacerme olvidar 
 aquel que fui cuando no sea. 

Esta es la poesía tonificadora, expresión máxima de un sentir que deviene en magisterio y en creación intachable. Es el verbo hecho carne que decía al inicio del texto. La carne y el alma consumidas. Esta es la verdad poética de Ricardo Bellveser, indiscutible, trascendente, sin artificio, pero con el magisterio que los libros y la cotidianidad de lo vivido han hecho de él un gran ser humano y un gran poeta. En su poética se advierte lo diferente, que no es sino lo íntimo, el yo poético llevado hasta sus últimas consecuencias, y en esa diferencia estriba la riqueza respecto al otro, y respecto a sí mismo. La pluralidad de lo diferente es la grandeza de lo particular, de lo individual frente a una misma realidad externa. Esa es, quizá, la principal enseñanza de estas Estanterías vacías, el hallazgo más sobrecogedor de este libro que nace para perpetuarse en quienes aman la poesía y la vida. No hay más magia que la de la propia palabra, la inspiración sustentada en lo vivido y sentido, como el río que nunca se detiene y en su soledad desemboca en una otra más inmensa tal es la mar: 

 

Las estanterías vacías. 
 El péndulo del reloj, detenido.
 El viento en calma chicha. 
 El sol abrasador, la brisa muda.  
 Un alacrán camina mi conciencia, 
 mientras una mosca se ha enredado
 en la tela de araña, y sus alas se ha pegado
 a la viscosa red casi transparente, 
 en la que la agonía va tomando forma.

 Todo anuncia el fin y el fin adviene.


 He aquí la esencia poética de Ricardo Bellveser, en un solo poema, el primero de la serie que compone este libro, y en el que solo he querido detenerme expresamente por entender que en él confluye todo en un tiempo único. El resto de poemas lo complementan y lo engrandecen también, pero he querido, conscientemente, dejarlo para los lectores que se acerquen a él, con la convicción que seguirán deleitándose con su lectura, pero a veces, un solo poema condensa y perpetua toda una obra. Resumo este comentario, que no ha sido sino un aleccionador viaje a la médula de la poesía,  en este caso a la esencialidad de una de las voces más sobresalientes del panorama actual de la poesía española, la del valenciano Ricardo Bellveser, con los versos que cierran esta apasionada aventura poética:

 No es necesario coincidir en el tiempo, 
 basta con hacerlo en la emoción 
 y el tiempo desaparece al abreviarse. 
 Yo ya no estaré cuando leas esto, 
 mas mi voz pensada, en ti se preserva.

 Poesía a borbotones, diferente, en la que el verbo se hace carne, pura emoción y esencia.


Ricardo Bellveser



Título: Estanterías vacías     

Autor: Ricardo Bellveser

Editorial: OléLibros (Valencia, 2020)



La metáfora del Mirlo

SALÓN DE LECTURA

LA METÁFORA DEL MIRLO
Pedro Ojeda Escudero



En los días aciagos de un año, 2020, que difícilmente olvidaremos, y con una voluntad férrea, emergía de entre las sombras, un hálito de esperanza en un pueblecito de la provincia de Salamanca, Béjar. En aquellos días del mes de marzo, cuando todo parecía desvanecerse, como queriéndose parar el mundo, sin horizonte casi, y anidando un silencio sepulcral en todas las calles y plazas de nuestros pueblos y ciudades, amén de que los muertos comenzaban a contarse por decenas primero y luego por centenares hasta alcanzar miles de cadáveres a causa de un maldito virus, nos esperanzaba, aunque no mucho, todo hay que decirlo, escuchar la voz de un poeta, leer una novela o dejarse llevar por el sueño de un paisaje deseado o una música que recorriese el cuerpo de pies a cabeza. 

De ese tiempo, digo, y aun sabiéndose herido por la incertidumbre y el desasosiego, brotó una creciente necesidad de ser otredad, de compartir con el resto del mundo las horas y los días vividos, recluido en su hogar de Béjar. De la experiencia vivida al límite, como jamás se hubiera pensado que sería unos meses antes, surge “La metáfora del mirlo”, del poeta, escritor, ensayista, crítico literario y profesor de Literatura española en la Universidad de Burgos, Pedro Ojeda Escudero (Valladolid, 1963). Narra Ojeda en este libro su experiencia vital durante los meses de marzo, abril y mayo, centrada en la profunda meditación sobre la sociedad actual, donde la tensión ideológica, política, social, económica y cultural ha venido a replantearnos, quizá, un nuevo modelo más acorde con los tiempos por venir. “La metáfora del mirlo” es un viaje al interior hacía sí, al pensamiento y las ideas, a la necesidad de sustentar una sociedad, la nuestra, sobre bases más sólidas, es decir, más humanas. En ese trayecto Ojeda ha sabido sustanciar lo mejor y lo peor de nuestra sociedad actual, pero sobre todo, ha construido un universo en el que convivir todos sin discriminación alguna. La expresión humanista del contenido de este libro es suficiente para acrecentar la esperanza en el futuro, a sabiendas que el camino no será fácil, que necesitará, como todas las conquistas, del esfuerzo y la capacidad creadora para convertir en realidad nuestros sueños. 
LA METÁFORA DEL MIRLO
La Metáfora del Mirlo

Reflexiones sobre política, economía, ética, naturaleza, literatura son acicate suficiente para acercarse a este texto, pero sobre todo, y permítanme que lleve el agua a mi molino, se aprecia una considerable tensión expresiva en el terreno puramente literario. Abordar tan variadas temáticas y mantener esa sensibilidad creciente con la que Pedro Ojeda vislumbra y certifica al mismo tiempo su oficio de escritor, su capacidad creadora para mostrarnos el interior de las cosas en ese abismarse en la nada para alcanzar lo absoluto no es fácil, y él lo ha conseguido. Prueba de todo ello es ese continuo ir y venir de lo hondo a lo cotidiano, y viceversa. Este es un libro, un diario del tiempo detenido, donde la fuerza de la palabra lo es todo, y el hombre su actor principal, el único capaz de atemperar calamidades, el centro de la vida y de la muerte. Y en ese estado laberíntico, el escritor no puede ser sino esa luz que muestra la salida del túnel.

 Escribe Ojeda: «Es curioso. A pesar de que solo hace tres días que no salimos de casa, echo de menos, sobre todo, andar sin dirección fija. Con las manos en los bolsillos, despreocupado, como quien no tiene más oficio que no ir a ningún sitio en concreto». La ansiada libertad de un tiempo detenido y cautivo, como si nada más importara en el mundo, solo el deseo de ser libres, como los pájaros que sobrevuelan la sierra de Béjar, ese lugar mítico donde tanto brilla el silencio de los atardeceres y el amor es el único horizonte: «En el centro del paisaje, Mayca, que me salvó de la tristeza». He aquí, una vez más, el verdadero poder de la literatura en la serena voz del escritor y poeta Pedro Ojeda Escudero. 



Título: La metáfora del mirlo 
Autor: Pedro Ojeda Escudero 
Editorial: Eolas & menos lobos (2020)

 

 

LA SÍLABA DE ÓNICE

 

SALÓN DE LECTURA

José Antonio Santano

La sílaba de ónice

josé antonio ramírez lozano

        

La sílaba de Ónice
José Antonio Ramírez Lozano


Título: La sílaba de ónice

Autor: José Antonio Ramírez Lozano

Editorial: Junta Castilla-León (2020)



Para un tiempo de desolación e incertidumbre como el que estamos viviendo, cuando el hombre no es capaz de ejercer de hombre y cumplir con su verdadero destino en la tierra, que no es otro que avivar el fuego de la solidaridad y convivir en paz y plenitud con sus semejantes, el remedio más eficaz es la lectura, si me apuran, un buen libro de poesía. En el panorama actual no es fácil hallar textos poéticos que, desde la primera a la última, nos entusiasmen; textos capaces de hacernos olvidar este disparatado e infernal mundo en que vivimos, y ofrecernos otros distintos, creados exprofeso para vivirlos con absoluta emoción. Entre esos pocos libros que a veces uno tiene la suerte de poseer está “La sílaba de ónice”, de José Antonio Ramírez Lozano (Nogales, Badajoz, 1950), merecido “Premio Fray Luis de León, 2020”.  Como una premonición resulta la primera cita del libro, de Octavio Paz: “En la verdad del tiempo no fechado”. Es este tiempo sin tiempo el que hace al poeta meditar sobre sí y el mundo que le rodea, buscar nuevas fórmulas que aplicar al poema, rebelarse y revelar lo oculto para crear otros espacios donde el poder de fabulación sea tan elocuente como intenso y lo narrado configure una verdad poética tan subjetiva como real. La capacidad creadora de Ramírez Lozano es extraordinaria y su voz un oasis de palabras de innegable belleza. En él siempre admiré al narrador y al poeta, pero he de confesar que a día de hoy, y tras la lectura de “La sílaba de ónice”, creo no exagerar si digo que estamos ante uno de los grandes poetas de España y el mejor de sus poemarios. Ejerce en este libro de poeta orfebre, y lo hace desde el primer poema “Fabián Duclés” («Este  hombre no sabe que se llama / Fabián Duclés y Samarí, / ni que ha vuelto a salir de un barrio de Munara, / una ciudad que tiene un río que se lleva  / las palabras usadas y a la que debe un día / volver para besar la piedra negra en que está escrita / la cruz de su orfandad, / el filo de una sílaba de ónice / con la que abrirse paso en las tinieblas.») hasta el último, “Vaca sola”, excepcional en su forma y fondo («Hay una vaca enorme aquí en mi sueño / que pasta entre las tumbas. / Una vaca que ignora el himno de los mártires, / el ciclo de las témporas / y que apedrean los deudos cuando acuden / con su hebra de luto y sus flores de plástico.»).  La capacidad de fabulación y síntesis de Ramírez Lozano es abrumadora, no deja descanso para el lector y así construye un universo que destella, que crece hasta alcanzar la luz incendiada de la luna. Dividida en tres partes: “Fabulaciones”, “Invertebrados” y “Vaca sola”, el poeta muestra una originalidad infrecuente, con un lenguaje y pulso narrativo, a veces surrealista y otras de una certera observación del mundo que le rodea o intuye esencial en su existencia: «Hay vidas que no fueron vividas y de noche / toman cuerpo en las sombras y frecuentan / las vidas que los hombres descuidan cuando duermen». Podría señalar algún poema en concreto, pero todos y cada uno de ellos bebe de lo absoluto y la nada al mismo tiempo, se complementan y brillan con luz propia, crecen en su voz de sílaba y vuelan por el firmamento azul del lenguaje, de tal manera que un fulgor inesperado nos vive desde entonces para siempre. Ramírez Lozano busca en el abismo de la hondura, de las profundidades, debajo de la nada, la luz del pensamiento, y en la mar se precipita hasta encontrar su tesoro, el tesoro del mundo: 

«En el mar de Estambul hay una llave 
perdida para siempre 
que abre un cofre en Esmirna que contiene 
la edad del mundo en cuentas 
pequeñas de granates, el préstamo de los desheredados, el diapasón del iris».
“La sílaba de ónice”, es un libro memorable y apasionante, escrito por una de las plumas más destacadas del panorama literario español, José Antonio Ramírez.  


NECESITO UNA ISLA GRANDE

 

SALÓN DE LECTURA

José Antonio Santano

 

SALÓN DE LECTURA

Necesito una isla Grande

RAFAEL SOLER

 


El mejor de los refugios para estos días aciagos que vivimos es la lectura. Dejarse llevar por la letra impresa a los lugares más insospechados es de una extraordinaria necesidad. Romper momentáneamente al menos con la realidad más cruel y abismarse en los variados mundos que nos proporcionan las páginas de un libro parece perfilarse como uno de los remedios para este tiempo de penurias. Los libros nos ayudan a pensar, a comprendernos y comprender el mundo y ser más libres. Sin libros, por mucho que quieran sus detractares son un elemento esencial en la vida de los seres humanos, y como tal debiera de procurársele atención, una especial atención. Sin embargo, otras son las miras de quienes administran el común. Craso error que pagamos, ya lo estamos pagando, con el desmesurado crecimiento de la intransigencia y la insolidaridad, algo que no debe ni puede consentir el género humano. Para evadirnos, circunstancialmente, o penetrar en esos otros mundos del imaginario o la fantasía están los libros, su utilidad más inmediata, pero también para conformar nuestra personalidad, nuestra identidad y nuestra libertad. En este sentido, cabe destacar un libro, una novela no muy extensa pero de una extraordinaria ejecución que nos acerca al mundo de nuestros mayores, concretamente a un grupo de ancianos de una residencia y que responde al título de “Necesito una isla grande”, publicada por la editorial Contrabando, y de uno de los escritores más solventes del actual panorama literario español, Rafael Soler (Valencia, 1947). A estas alturas no hay duda alguna de la excelencia narrativa de Soler, algo que viene demostrando con cada entrega, sorprendiéndonos siempre por esa continua superación de su apasionante discurso narrativo.  No me duelen prendas en reconocer que Rafael Soler es una de las voces más interesantes y necesarias de la actual narrativa. Su concepción del hecho narrativo es de una brillantez poco usual. Soler se adueña de las palabras para construir un universo único, el suyo, el de su verdad y no ceja nunca en el intento de aprovechar cuantos recursos le están a su alcance para dar vida a sus personajes de una manera diferente al resto de narradores españoles. Es su toque personal y contenido en la natural frescura de sus diálogos, por ejemplo, hasta el punto de hacer hablar a los muertos cuando tan complejo ya por sí es hacer hablar a los vivos; el mimo con el que estructura la narración, los silencios, el humor y la ironía que hacen de él un atípico novelista. “Necesito una isla grande”, en resumidas cuentas, es historia de un grupo de ancianos que viven en una residencia y al que les toca un segundo premio de la lotería que marcará un antes y un después en sus vidas. Soler es un maestro del diálogo, por su gracia natural en construirlo, y en esta historia mucho tiene que ver este recurso.
 La historia que se nos cuenta en esta novela contiene todos los ingredientes: amor, soledad, ternura, generosidad, compañerismo, miedos, humor, ironía, humanidad, muerte, y todos en esa coctelera mental del novelista toman las formas más variadas de emocionarnos, de producir en el lector ese temblor propio de la escritura rigurosa, rica en conocimiento y valores humanos, esa literatura capaz de hacernos creer que, pese a todo, hay que seguir caminando en la búsqueda de la felicidad, aunque solo sea de una pequeña porción de ella, porque la vida no es si no se vive intensamente a cada segundo. No es la primera vez que me acerco a la escritura de Soler y nunca hasta ahora me ha decepcionado, ni creo que me decepcione en futuras ocasiones, si las hubiera, que espero que sí. La razón es bien sencilla, Rafael Soler es un excelente narrador, su grado de percepción de lo oculto e imaginario es tan profundo que en su observación detenida del mundo que le rodea está su don más preciado, la luz que ilumina su literatura, tan especial y cercana a la vez, tan precisa en el lenguaje, tan viva y abarcadora, tan suculenta y necesaria.  

 


Título: Necesito un isla grande

Autor: Rafael Soler

Editorial: Contrabando (2019) 

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986