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LAS COSTURAS DEL HAMBRE.


CARMEN PALOMO PINEL
PERIÓDICO IDEAL 21/10/2019 

LAS COSTURAS DEL HAMBRE
LAS COSTURAS DEL HAMBRE


SALÓN DE LECTURA 



por José Antonio Santano



LA LLAMA DEL LENGUAJE

CARMEN PALOMO PINEL


No es habitual, hoy que todo está marcado por la imposición de una moda determinada, una excesiva complacencia en la imitación sin más o la simple clonación, que hallemos a alguien con impronta propia. La poesía vive un momento que, aunque algunos traten de vender como de gran calado, verdaderamente lo es pero mediático y, cuando menos, agridulce. Me alegra comprobar, en el caso de la joven poeta madrileña Carmen Palomo Pinel (Madrid, 1980), que su concepción de la poesía, es decir, de la vida y el lenguaje que determina su voz sea el diferencial, que basa su objetivo en una profunda reflexión de aquello que acontece en su cotidianidad y que al mismo tiempo posee la virtud de descubrirnos otra verdad existente y que trasciende en lo esencial literario. 


El presente poemario, “Las costuras del hambre”, fue merecedor del II Premio Esdrújula de Poesía. Con esta nueva entrega Carmen Palomo se desnuda frente al espejo, hurga en la rutina de los días para ofrecernos, con naturalidad y sentido poético, un ramillete de poemas existenciales, que buscan sorprender al lector mostrándole un universo donde el lenguaje, la palabra en sí misma toma variados matices para señalar y revelarse ante la certeza de una sociedad desequilibrada, ajena a los valores intrínsecos del ser humano. “Costuras del hambre” es un libro abarcador, capaz de generar en el lector esa necesidad de bucear en el misterio del lenguaje poético, tan rico y variado, tan vivo y envolvente: 

«La belleza precisa de fronteras,
 / el amor se demora en los contornos 
/ precisos del amado, 
/ la libertad se ejerce entres sus reglas
 / y en su negarse encuentra sus caminos. 
// Buscas, desbuscas /
 y en tu mirada quieres 
/ caminar lo sonoro, / 
lo fugaz, fundir el núcleo.». 

Vivir es lo importante, descubrir la palabra que exprese la emoción de lo vivido en su exacta medida es el reto, el camino a seguir hasta hallar los silencios liberadores, ese temblor primero de los orígenes y las esencias: 

«Hoy elijo vivir de otra manera / 
palpar en el abrazo la pérdida, /
 abrazar en el hijo tu vida ya quebrada 
/ la cáscara en pedazos 
/ vivir en ese abrazo la plenitud del tiempo 
/ la tensión que olvidamos cada día.». 

Palomo Pinel muestra en este libro una voz madura, que pasa por la asunción de una concepción de la poesía singular e innovadora desde el punto de vista del lenguaje, invitándonos así a separar lo importante de lo banal, y escribe:

 «Aférrate. Atesora /
 las cosas más preciadas: 
/ ni todas juntas lograrán salvarte, 
/ pero ellas te hablarán de lo que salva 
/ con la lengua salvaje del silencio:
 / te enseñarán cómo atrapar la noche.». 

Poesía existencial que no deja al lector indiferente, propicia para un tiempo de caos, o cuando menos, extraño y delirante. Versos para seguir viviendo, para vivir soñando, como lo hace Carmen Palomo Pinel, desde el asombro mismo, desde la esencia de la palabra. 

CARMEN PALOMO PINEL
LAS COSTURAS DEL HAMBRE 
por CARMEN PALOMO PINEL

Título: Las costuras del hambre
Autor: Carmen Palomo Pinel

Editorial: Esdrújula (2019)

LAS COSTURAS DEL HAMBRE.


CARMEN PALOMO PINEL
PERIÓDICO IDEAL 21/10/2019 

LAS COSTURAS DEL HAMBRE
LAS COSTURAS DEL HAMBRE


SALÓN DE LECTURA 



por José Antonio Santano



LA LLAMA DEL LENGUAJE

CARMEN PALOMO PINEL


No es habitual, hoy que todo está marcado por la imposición de una moda determinada, una excesiva complacencia en la imitación sin más o la simple clonación, que hallemos a alguien con impronta propia. La poesía vive un momento que, aunque algunos traten de vender como de gran calado, verdaderamente lo es pero mediático y, cuando menos, agridulce. Me alegra comprobar, en el caso de la joven poeta madrileña Carmen Palomo Pinel (Madrid, 1980), que su concepción de la poesía, es decir, de la vida y el lenguaje que determina su voz sea el diferencial, que basa su objetivo en una profunda reflexión de aquello que acontece en su cotidianidad y que al mismo tiempo posee la virtud de descubrirnos otra verdad existente y que trasciende en lo esencial literario. 


El presente poemario, “Las costuras del hambre”, fue merecedor del II Premio Esdrújula de Poesía. Con esta nueva entrega Carmen Palomo se desnuda frente al espejo, hurga en la rutina de los días para ofrecernos, con naturalidad y sentido poético, un ramillete de poemas existenciales, que buscan sorprender al lector mostrándole un universo donde el lenguaje, la palabra en sí misma toma variados matices para señalar y revelarse ante la certeza de una sociedad desequilibrada, ajena a los valores intrínsecos del ser humano. “Costuras del hambre” es un libro abarcador, capaz de generar en el lector esa necesidad de bucear en el misterio del lenguaje poético, tan rico y variado, tan vivo y envolvente: 

«La belleza precisa de fronteras,
 / el amor se demora en los contornos 
/ precisos del amado, 
/ la libertad se ejerce entres sus reglas
 / y en su negarse encuentra sus caminos. 
// Buscas, desbuscas /
 y en tu mirada quieres 
/ caminar lo sonoro, / 
lo fugaz, fundir el núcleo.». 

Vivir es lo importante, descubrir la palabra que exprese la emoción de lo vivido en su exacta medida es el reto, el camino a seguir hasta hallar los silencios liberadores, ese temblor primero de los orígenes y las esencias: 

«Hoy elijo vivir de otra manera / 
palpar en el abrazo la pérdida, /
 abrazar en el hijo tu vida ya quebrada 
/ la cáscara en pedazos 
/ vivir en ese abrazo la plenitud del tiempo 
/ la tensión que olvidamos cada día.». 

Palomo Pinel muestra en este libro una voz madura, que pasa por la asunción de una concepción de la poesía singular e innovadora desde el punto de vista del lenguaje, invitándonos así a separar lo importante de lo banal, y escribe:

 «Aférrate. Atesora /
 las cosas más preciadas: 
/ ni todas juntas lograrán salvarte, 
/ pero ellas te hablarán de lo que salva 
/ con la lengua salvaje del silencio:
 / te enseñarán cómo atrapar la noche.». 

Poesía existencial que no deja al lector indiferente, propicia para un tiempo de caos, o cuando menos, extraño y delirante. Versos para seguir viviendo, para vivir soñando, como lo hace Carmen Palomo Pinel, desde el asombro mismo, desde la esencia de la palabra. 

CARMEN PALOMO PINEL
LAS COSTURAS DEL HAMBRE 
por CARMEN PALOMO PINEL

Título: Las costuras del hambre
Autor: Carmen Palomo Pinel

Editorial: Esdrújula (2019)

SALA DE LECTURA. PERIÓDICO IDEAL. POR JOSÉ ANTONIO SANTANO

Barro del Paraíso
BARRO DEL PARAÍSO. ALFREDO PÉREZ ALENCART



            No es fácil adentrarse en el territorio de la poesía. Necesita de un esfuerzo que muy pocos están dispuestos a afrontar. Esa continua lucha con las palabras y su significado, su simbología y la interiorización del discurso poético no está entre las aspiraciones o anhelos de la mayoría de los seres humanos.  Pero hay que decir, por el contrario, que la minoría que sustenta y participa de la creación poética es suficiente para que esta no desaparezca, para que la esperanza sea esa luz que siga iluminando el horizonte. Y, sin duda, la poesía es esa luminaria inextinguible que nos hace expresarnos a través de la palabra en comunión perfecta con el pensamiento y la experiencia vital individualizada y colectiva. De toda esa amalgama de elementos interconectados nace la necesidad de comunicar, comunicarse los unos con los otros, y de esa relación surge, por decirlo de alguna manera, la humana mística de la interiorización del Amor, en su más amplio sentido, al prójimo, al otro, en lo absoluto. Mucho tiene que ver con lo dicho la última entrega poética del peruano-español Alfredo Pérez Alencart, “Barro del Paraíso”, notable edición con magníficas ilustraciones de portada e interior del pintor y profesor universitario Miguel Elías. La mirada del poeta sigue siendo limpia y abarcadora. Desde la serena contemplación y la experiencia de lo vivido, en esta ocasión el poeta desnuda su espiritualidad, interioriza y reflexiona en su condición de hombre religioso, creyente de lo sobrenatural por ser lo sobrenatural tan mistérico y desconocido que el poeta no puede sino indagar y adentrarse en ese universo donde lo absoluto es ensueño, vida nueva. La celebración del Amor es una constante en la poesía de Pérez Alencart, y siempre está alerta para defenderse de los embaucadores y fariseos de la palabra, de los poderosos y tiranos. Por el contrario, siempre hallamos al poeta junto a los humildes, los exiliados, cercano a los que sufren, a los vencidos, dispuesto siempre al fraternal abrazo. Es tal su humanidad que uno no puede sino sentir las brasas de su palabra continuamente, también, como no podía ser de otra forma, en este libro Alencart nos ofrece su penetrante y moldeada palabra, como si del mismo barro se tratara. El barro es aquí símbolo de vida, y así vivir ha de ser siempre esa continuada lucha por alcanzar el Paraíso –su Paraíso-, al que nos invita desde la primera página que abre el libro: «Barro del Paraíso con espíritu del Gólgota soy, / y perdono lo que hacen y perdono / lo que me harán». Entregado en plenitud a la poesía, Pérez Alencart ha construido en estos últimos años una obra sincera y extensa, que nos atrapa tanto en su plano estético como ético, y que no deja indiferente al lector. Su capacidad de observación e interpretación de la realidad es tal que consigue siempre transformarla en un juego de seducción notable. El poemario que ahora comentamos, “Barro del Paraíso”, es una nueva apuesta por la espiritualidad y en este sentido, también un reto que ahonda en lo sagrado, en la divinidad y en la esperanza de que a través del Amor pueda el hombre transformar el mundo. El poeta se ofrece así al mundo, desnudo y honesto, solidario y justo, porque su anhelo es el Paraíso, su libertad también: «Alguien de uñas frías pretende arañar mi paz / y esconderla en un ventisquero de contiendas. / Pero yo no vendo mi corazón para otros vuelos / ni látigo alguno me hace decir sí cuando me niego.». Pérez Alencart no quiere pasar la ocasión de ofrecerse en su esencia espiritual, tal y como lo hicieran Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, en su entrega al Amado renace la esperanza, se afianza la fe y el amor al prójimo como elemento aglutinador del ser. Esa es la clave de este libro que nos deja versos tan abrasadores como estos: «…Yo / pertenezco al Amado: su ejemplo me destetó ya maduro / y sudo en pleno invierno y desde mi pecho dejo ver / la brasa de la resurrección. Ningún silencio en la hora / infinita, ninguna nieve enfriándome el alma. // A mí no me quemarán en sus hogueras, señores / patriarcas del albañal, señorones que nunca sintieron / el fogonazo de Dios. Los recuerdo de antes, pavoneándose / amparados por el sobreentendido terror al Senedrín / o al Santo Oficio.». El poeta no es aquí sino un hombre dolorido y deslumbrado por la fe y el Amor, convencido que su prédica solo puede beneficiar a los hombres, pues es tal su generosidad, también su misericordia, que no cabe en él más grandeza que la entrega a los demás en su bondad infinita. Nos dice Alfredo Pérez Alencart: «La única brújula es el Amor enhebrado / al misterio de la amistad, a la comunión del sentimiento, / a las despiertas pupilas de un linaje que   nos consagra / a buscar certezas en la inolvidable cruz del calvario.». Es esta una manera de expresar su espiritualidad, de interiorizar en el gran silencio de la soledad para sembrar la semilla del Amor que vive en el poeta a través del Dios y que comparte con su prójimo: «…Cambiemos la mirada para ver / la urgencia del otro. Acoger es otra forma de Amar, / aunque no se ganen todas las batallas. //…Hay que cambiar la mirada. / No todo es hermoso, es cierto, pero se debe ayudar / al que llega, al que enferma, al que se marcha, al que sufre.». Este es el poeta y esta su poesía, cargada de humanismo y fraternidad sin límite, lo que bien pudiera resumirse así: «Lo que suma no es cantar victorias con  monedas: basta darle un apretón de manos a la esperanza / para que nazca un camino / injertado al espíritu mismo del hombre».  

 
Título: Barro del Paraíso       
  
Autor: A. Pérez Alencart


Editorial: Arspoética (2019) 

SALA DE LECTURA. PERIÓDICO IDEAL. POR JOSÉ ANTONIO SANTANO

Barro del Paraíso
BARRO DEL PARAÍSO. ALFREDO PÉREZ ALENCART



            No es fácil adentrarse en el territorio de la poesía. Necesita de un esfuerzo que muy pocos están dispuestos a afrontar. Esa continua lucha con las palabras y su significado, su simbología y la interiorización del discurso poético no está entre las aspiraciones o anhelos de la mayoría de los seres humanos.  Pero hay que decir, por el contrario, que la minoría que sustenta y participa de la creación poética es suficiente para que esta no desaparezca, para que la esperanza sea esa luz que siga iluminando el horizonte. Y, sin duda, la poesía es esa luminaria inextinguible que nos hace expresarnos a través de la palabra en comunión perfecta con el pensamiento y la experiencia vital individualizada y colectiva. De toda esa amalgama de elementos interconectados nace la necesidad de comunicar, comunicarse los unos con los otros, y de esa relación surge, por decirlo de alguna manera, la humana mística de la interiorización del Amor, en su más amplio sentido, al prójimo, al otro, en lo absoluto. Mucho tiene que ver con lo dicho la última entrega poética del peruano-español Alfredo Pérez Alencart, “Barro del Paraíso”, notable edición con magníficas ilustraciones de portada e interior del pintor y profesor universitario Miguel Elías. La mirada del poeta sigue siendo limpia y abarcadora. Desde la serena contemplación y la experiencia de lo vivido, en esta ocasión el poeta desnuda su espiritualidad, interioriza y reflexiona en su condición de hombre religioso, creyente de lo sobrenatural por ser lo sobrenatural tan mistérico y desconocido que el poeta no puede sino indagar y adentrarse en ese universo donde lo absoluto es ensueño, vida nueva. La celebración del Amor es una constante en la poesía de Pérez Alencart, y siempre está alerta para defenderse de los embaucadores y fariseos de la palabra, de los poderosos y tiranos. Por el contrario, siempre hallamos al poeta junto a los humildes, los exiliados, cercano a los que sufren, a los vencidos, dispuesto siempre al fraternal abrazo. Es tal su humanidad que uno no puede sino sentir las brasas de su palabra continuamente, también, como no podía ser de otra forma, en este libro Alencart nos ofrece su penetrante y moldeada palabra, como si del mismo barro se tratara. El barro es aquí símbolo de vida, y así vivir ha de ser siempre esa continuada lucha por alcanzar el Paraíso –su Paraíso-, al que nos invita desde la primera página que abre el libro: «Barro del Paraíso con espíritu del Gólgota soy, / y perdono lo que hacen y perdono / lo que me harán». Entregado en plenitud a la poesía, Pérez Alencart ha construido en estos últimos años una obra sincera y extensa, que nos atrapa tanto en su plano estético como ético, y que no deja indiferente al lector. Su capacidad de observación e interpretación de la realidad es tal que consigue siempre transformarla en un juego de seducción notable. El poemario que ahora comentamos, “Barro del Paraíso”, es una nueva apuesta por la espiritualidad y en este sentido, también un reto que ahonda en lo sagrado, en la divinidad y en la esperanza de que a través del Amor pueda el hombre transformar el mundo. El poeta se ofrece así al mundo, desnudo y honesto, solidario y justo, porque su anhelo es el Paraíso, su libertad también: «Alguien de uñas frías pretende arañar mi paz / y esconderla en un ventisquero de contiendas. / Pero yo no vendo mi corazón para otros vuelos / ni látigo alguno me hace decir sí cuando me niego.». Pérez Alencart no quiere pasar la ocasión de ofrecerse en su esencia espiritual, tal y como lo hicieran Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, en su entrega al Amado renace la esperanza, se afianza la fe y el amor al prójimo como elemento aglutinador del ser. Esa es la clave de este libro que nos deja versos tan abrasadores como estos: «…Yo / pertenezco al Amado: su ejemplo me destetó ya maduro / y sudo en pleno invierno y desde mi pecho dejo ver / la brasa de la resurrección. Ningún silencio en la hora / infinita, ninguna nieve enfriándome el alma. // A mí no me quemarán en sus hogueras, señores / patriarcas del albañal, señorones que nunca sintieron / el fogonazo de Dios. Los recuerdo de antes, pavoneándose / amparados por el sobreentendido terror al Senedrín / o al Santo Oficio.». El poeta no es aquí sino un hombre dolorido y deslumbrado por la fe y el Amor, convencido que su prédica solo puede beneficiar a los hombres, pues es tal su generosidad, también su misericordia, que no cabe en él más grandeza que la entrega a los demás en su bondad infinita. Nos dice Alfredo Pérez Alencart: «La única brújula es el Amor enhebrado / al misterio de la amistad, a la comunión del sentimiento, / a las despiertas pupilas de un linaje que   nos consagra / a buscar certezas en la inolvidable cruz del calvario.». Es esta una manera de expresar su espiritualidad, de interiorizar en el gran silencio de la soledad para sembrar la semilla del Amor que vive en el poeta a través del Dios y que comparte con su prójimo: «…Cambiemos la mirada para ver / la urgencia del otro. Acoger es otra forma de Amar, / aunque no se ganen todas las batallas. //…Hay que cambiar la mirada. / No todo es hermoso, es cierto, pero se debe ayudar / al que llega, al que enferma, al que se marcha, al que sufre.». Este es el poeta y esta su poesía, cargada de humanismo y fraternidad sin límite, lo que bien pudiera resumirse así: «Lo que suma no es cantar victorias con  monedas: basta darle un apretón de manos a la esperanza / para que nazca un camino / injertado al espíritu mismo del hombre».  

 
Título: Barro del Paraíso       
  
Autor: A. Pérez Alencart


Editorial: Arspoética (2019) 

CECILIA ÁLVAREZ.


José Antonio Santano

SALA DE LECTURA : José Antonio Santano



Versos Enhebrados


Si observamos el actual panorama de la poesía española, en general, comprobaremos que no es muy frecuente hallar en él referencias a poetas canarios, por no decir olvidados absolutamente del circuito peninsular. Esta circunstancia resulta incomprensible, más aún si se tiene en cuenta la calidad de la que goza la lírica canaria en la actualidad. Prueba de lo que digo es la reciente publicación del libro “Versos enhebrados. (Antología 2008-2018), de la poeta Cecilia Álvarez (La Palma, 1955) y publicado por Ediciones Aguere e Idea. A su autora la conocí el pasado año con motivo del XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos celebrado en la monumental ciudad de Salamanca. Ciertamente hay que reconocer que estos Encuentros vienen siendo para todos los poetas de la comunidad iberoamericana una ocasión extraordinaria para intercambiar experiencias poéticas de incalculable valor, pero también para celebrar el milagro de amistades imperecederas aunque sea desde la distancia que nos separa a muchos de los poetas representados en Salamanca año tras año. Pues bien, en esa ocasión pude comprobar y descubrir la voz poética de Cecilia Álvarez, diferente y de una sensibilidad poco común en los tiempos que corren. La poesía que escribe Cecilia posee un natural latido, un ritmo hondo y transparente al mismo tiempo, capaz de hacernos vibrar y sentir de otra manera hasta entonces desconocida.

En Salamanca conocí a la poeta de “Almenara de sueños”, libro con el que celebramos nuestro encuentro y del cual se recogen en esta antología (“Versos enhebrados”) algunos de sus poemas. Nos dice de Cecilia el poeta Carlos Murciano que «Su escritura desvela “lo que el amor esconde” y lleva de la mano al lector, con delicadeza y sabiduría, hasta asomarlo a ese “cristal de la memoria”, a cuyo través puede contemplar lo mejor de su envés: el verso palpitante, colmado de verdad». No se puede decir con más claridad. Efectivamente, la poesía recogida en esta antología y perteneciente a sus poemarios “El alma deshabitada” (2008), “Primera luz” (2009), “Palabras al alba” (2012), “Adagio del silencio “ (2013), “El lento suspirar de la aurora” (2016) y el ya citado “Almenara de sueños (2018) son un vivo reflejo de su honda y precisa poesía amorosa fundamentalmente, si bien aderezada de los elementos que siempre acompañan al amor: melancolía, miedo, derrota, dolor o sufrimiento, silencio, el tiempo pero signado todo con un lenguaje depurado y exquisito, y la palabra exacta que define su verdadera concepción de lo poético como universo trascendental de lo desconocido o mistérico. Cecilia Álvarez es una poeta que produce un cierto encantamiento, que nos seduce y reconforta de la soledad y el acelerado vivir del hombre sobre la tierra, que nos aparta de lo vacuo para transmitirnos la verdad que la empuja a escribir y escribir como antídoto de un mundo cruel e insolidario. Su mirada, a veces triste, es la mirada que hipnotiza desde la más absoluta entrega amorosa, ella es el amor en toda su esencia: «Hiere el amor y vano vacío de las horas, / hiere el mar y el aire salobre que te cubre. / Hiere la vida cuando sólo el silencio te vive.». Así va entretejiendo Cecilia su verdad más precisa, su andadura vital que no es otra que un darse al otro, incondicionalmente, la otredad como razón de la existencia. 
En ese camino, que es como la vida misma, la poesía de Cecilia Álvarez bebe de la más clara tradición literaria española, a la que aporta su particular experiencia y conocimiento desde su isla amorosa, con sus miedos y recelos, su soledad («Hay una soledad que buscas / y otra que te encuentra, al doblar / la esquina de tu propio silencio. // Es esa soledad tercamente ungida / de ausencia, extraviada / entre crepúsculos sin soles»), el silencio que habita el mar («Se encadenan las horas del lado del silencio / y un mar embravecido esparce su espuma sutilmente / calando hasta los huesos la piel de la memoria»), el dolor de la ausencia amorosa («No hay más lumbre que el tacto de tus manos / ni más llama que el calor de tus latidos. / No hay más aliento que el aire que te azota / ni más cruel derrota que el grito de la ausencia.») y sobre todo su continua melancolía, quizá el elemento más sugerente en este recorrido vital y poético por el amor y sus dominios («Ahora que el tiempo / añusga la piel de la memoria, / ahora que se duelen los días vividos / agolpados uno a uno tras mis días, / recorro aquellas viejas estancias, / aquellos paisajes de antaño / desde la clara luz de una azotea.»). Un canto de amor y por el amor es la esencia poética de Cecilia Álvarez, que en su condición de mujer trasciende aún más si cabe a zonas donde la voz es un hilo de aire y la ternura un huracán descontrolado que se adentra hasta el alma y nos reconcilia con la vida. “Crece el amor del lado de la herida, tenazmente…”, y aún así la poeta vive en él, entregada, a corazón abierto, porque sabe que sólo el amor puede salvarla, salvarnos a todos. Nos llega su voz, certera, honda, inolvidable, universal en su esencia, dulce como la miel, abarcadora, pues como dice su prologuista, Juan Francisco Santana, “la poeta pamera-lagunera nos deja impresionados con su expresividad, con su buen hacer literario”. ”Versos enhebrados” es una muestra más que suficiente para adentrarse en el universo poético de Cecilia Álvarez, donde el amor y la otredad ocupan un lugar preeminente.
Versos enhebrados.
CECILIA ÁLVAREZ


CECILIA ÁLVAREZ

Título:  Versos enhebrados
Autor:  Cecilia Álvarez
Editorial: Idea / Aguere (2019)

CECILIA ÁLVAREZ.


José Antonio Santano

SALA DE LECTURA : José Antonio Santano



Versos Enhebrados


Si observamos el actual panorama de la poesía española, en general, comprobaremos que no es muy frecuente hallar en él referencias a poetas canarios, por no decir olvidados absolutamente del circuito peninsular. Esta circunstancia resulta incomprensible, más aún si se tiene en cuenta la calidad de la que goza la lírica canaria en la actualidad. Prueba de lo que digo es la reciente publicación del libro “Versos enhebrados. (Antología 2008-2018), de la poeta Cecilia Álvarez (La Palma, 1955) y publicado por Ediciones Aguere e Idea. A su autora la conocí el pasado año con motivo del XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos celebrado en la monumental ciudad de Salamanca. Ciertamente hay que reconocer que estos Encuentros vienen siendo para todos los poetas de la comunidad iberoamericana una ocasión extraordinaria para intercambiar experiencias poéticas de incalculable valor, pero también para celebrar el milagro de amistades imperecederas aunque sea desde la distancia que nos separa a muchos de los poetas representados en Salamanca año tras año. Pues bien, en esa ocasión pude comprobar y descubrir la voz poética de Cecilia Álvarez, diferente y de una sensibilidad poco común en los tiempos que corren. La poesía que escribe Cecilia posee un natural latido, un ritmo hondo y transparente al mismo tiempo, capaz de hacernos vibrar y sentir de otra manera hasta entonces desconocida.

En Salamanca conocí a la poeta de “Almenara de sueños”, libro con el que celebramos nuestro encuentro y del cual se recogen en esta antología (“Versos enhebrados”) algunos de sus poemas. Nos dice de Cecilia el poeta Carlos Murciano que «Su escritura desvela “lo que el amor esconde” y lleva de la mano al lector, con delicadeza y sabiduría, hasta asomarlo a ese “cristal de la memoria”, a cuyo través puede contemplar lo mejor de su envés: el verso palpitante, colmado de verdad». No se puede decir con más claridad. Efectivamente, la poesía recogida en esta antología y perteneciente a sus poemarios “El alma deshabitada” (2008), “Primera luz” (2009), “Palabras al alba” (2012), “Adagio del silencio “ (2013), “El lento suspirar de la aurora” (2016) y el ya citado “Almenara de sueños (2018) son un vivo reflejo de su honda y precisa poesía amorosa fundamentalmente, si bien aderezada de los elementos que siempre acompañan al amor: melancolía, miedo, derrota, dolor o sufrimiento, silencio, el tiempo pero signado todo con un lenguaje depurado y exquisito, y la palabra exacta que define su verdadera concepción de lo poético como universo trascendental de lo desconocido o mistérico. Cecilia Álvarez es una poeta que produce un cierto encantamiento, que nos seduce y reconforta de la soledad y el acelerado vivir del hombre sobre la tierra, que nos aparta de lo vacuo para transmitirnos la verdad que la empuja a escribir y escribir como antídoto de un mundo cruel e insolidario. Su mirada, a veces triste, es la mirada que hipnotiza desde la más absoluta entrega amorosa, ella es el amor en toda su esencia: «Hiere el amor y vano vacío de las horas, / hiere el mar y el aire salobre que te cubre. / Hiere la vida cuando sólo el silencio te vive.». Así va entretejiendo Cecilia su verdad más precisa, su andadura vital que no es otra que un darse al otro, incondicionalmente, la otredad como razón de la existencia. 
En ese camino, que es como la vida misma, la poesía de Cecilia Álvarez bebe de la más clara tradición literaria española, a la que aporta su particular experiencia y conocimiento desde su isla amorosa, con sus miedos y recelos, su soledad («Hay una soledad que buscas / y otra que te encuentra, al doblar / la esquina de tu propio silencio. // Es esa soledad tercamente ungida / de ausencia, extraviada / entre crepúsculos sin soles»), el silencio que habita el mar («Se encadenan las horas del lado del silencio / y un mar embravecido esparce su espuma sutilmente / calando hasta los huesos la piel de la memoria»), el dolor de la ausencia amorosa («No hay más lumbre que el tacto de tus manos / ni más llama que el calor de tus latidos. / No hay más aliento que el aire que te azota / ni más cruel derrota que el grito de la ausencia.») y sobre todo su continua melancolía, quizá el elemento más sugerente en este recorrido vital y poético por el amor y sus dominios («Ahora que el tiempo / añusga la piel de la memoria, / ahora que se duelen los días vividos / agolpados uno a uno tras mis días, / recorro aquellas viejas estancias, / aquellos paisajes de antaño / desde la clara luz de una azotea.»). Un canto de amor y por el amor es la esencia poética de Cecilia Álvarez, que en su condición de mujer trasciende aún más si cabe a zonas donde la voz es un hilo de aire y la ternura un huracán descontrolado que se adentra hasta el alma y nos reconcilia con la vida. “Crece el amor del lado de la herida, tenazmente…”, y aún así la poeta vive en él, entregada, a corazón abierto, porque sabe que sólo el amor puede salvarla, salvarnos a todos. Nos llega su voz, certera, honda, inolvidable, universal en su esencia, dulce como la miel, abarcadora, pues como dice su prologuista, Juan Francisco Santana, “la poeta pamera-lagunera nos deja impresionados con su expresividad, con su buen hacer literario”. ”Versos enhebrados” es una muestra más que suficiente para adentrarse en el universo poético de Cecilia Álvarez, donde el amor y la otredad ocupan un lugar preeminente.
Versos enhebrados.
CECILIA ÁLVAREZ


CECILIA ÁLVAREZ

Título:  Versos enhebrados
Autor:  Cecilia Álvarez
Editorial: Idea / Aguere (2019)

ELOCUENCIA DE SILENCIOS de FRANCISCO MUÑOZ SOLER por JOSÉ ANTONIO SANTANO


ELOCUENCIA DE SILENCIOS.
SALA DE LECTURA PERIÓDICO IDEAL POR 
JOSÉ ANTONIO SANTANO

ELOCUENCIA DE SILENCIOS
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Eloquence of Silence
Francisco Muñoz Soler



Quizá no sea necesario tanto  alboroto. El ruido nos desequilibra y nos hace irascibles, inconsecuentes. Nos regresa a la barbarie de un tiempo inenarrable por díscolo y aciago. La razón del hombre se nubla y la violencia y el infortunio lo asiste cuando el mundo se vuelve retumbante en todos sus estadios. Será el silencio entonces como una luz que alumbre el camino, que nos dirija al deseado jardín, a todos los silencios que huyeron un día de nuestras vidas. Regresaremos al origen y allí en su silencio de siglos se hará verbo. Algo de esto sucede con este libro, “Elocuencia de silencios” (edición bilingüe español-inglés), de Francisco Muñoz Soler (Málaga, 1957). Despierta el interés del poeta la realidad social que le rodea, y desde una actitud puramente humanista se posiciona, libremente: 


«¿Qué es ser poeta y por qué serlo? 
/ Nunca me hice las preguntas, 
/ fluye del venero de mi ánima, 
/ forjando elección de vida 
/ mi posicionamiento en el mundo, 
/ manifestarme en la palabra
 / y en los silencios / 
con belleza y humanismo».

 Su poesía parte así de un compromiso cívico, donde estética y ética van de la mano, al unísono, convencido que solo de esta forma, la verdad –su verdad- nos hará libres a todos. Sitúa al poeta en el centro de ese silencio abarcador, capaz de transformar, de cambiar una realidad por otra, siempre desde la creencia justa de que la palabra es en sí misma el medio para alcanzar el fin. La palabra poética, en toda su intensidad, merodea por doquier, nos abisma en la oscuridad y nos ilumina al mismo tiempo. Crece de esta manera en el poeta la necesidad de comunicar y comunicarse con el mundo exterior, y no puede detenerse ahora, que todo parece imposible o al menos inalcanzable.


Es precisamente en esta hora adversa cuando el poeta regresa a los silencios y en ellos redescubre la esperanza, y la palabra se hace luz en su interior para proyectarla luego hacia el cosmos. Su mirada, la del poeta que vive en Muñoz Soler, percibe la dolorosa tragedia de la vida, y a ella se entrega en cuerpo y alma: «Debemos tenerle miedo / a no atrevernos / a desear una vida digna». En su visión humanista del mundo no cabe sino la reivindicación plena de la dignidad en primer término, de no claudicar a lo que nos pertenece por nacimiento, a lo que es inherente al hombre. Es por ello que nos quiere mostrar otros silencios, esos que pueden cambiar y transformar la triste realidad que nos doblega: «La basura inunda los arcenes, terrales que separan del matorral, / entre ellos, hogares donde la / pobreza es dueña desde el principio de los tiempos y la violencia / ordena el tránsito de los años / de sus moradores». Pero el poeta necesita resistir, renacer de las cenizas, no claudicar, convencido de que solo la palabra será el haz de luz que entre, aunque sea poco a poco, en el corazón del ser humano. Mas la realidad está ahí, presente en cada acto de vida, en cada ser que habita este planeta moribundo, como así nos muestra el poeta en el poema que titula “Mujer Mara”: «Tengo fija en mi mente su mirada, con un odio que rasga la vida. / La muerte esculpida en su / joven rostro. // Solo su esencia de madre la hace dudar de volver a matar, no por / temor o desafecto, sino por / apartar a sus hijos de tanta crueldad, cuya recompensa es recibir y causar daño. // Su sangre, convertida en futuro, sacude la empatía que aún / queda en su naturaleza». Adentrarse en los silencios es una clara meta del poeta, hundirse en su interior y respirar su aire y sus aromas, ser su sangre, para sentirse libre como el vuelo de los pájaros: «Que el silencio no sea resignación, / sino pausa con más alcance que las palabras, / que derribe los muros invisibles de la infamia / y su sonido simiente de esperanza / sea espacio de belleza y piedad / donde se construya convivencia plena». El poeta se rebela contra toda injusticia, para él como ya dijera el poeta, el hombre es el centro del universo y con él pretende caminar de la mano, asumir este compromiso cívico en la defensa de los marginados y desfavorecidos socialmente es un deber ineludible para el poeta. Así lo entiende Muñoz Soler y así se traduce en “Elocuencia de silencios”. Emigración, violencia machista o cualesquier conculcación de los derechos humanos. Mientras esto suceda allí estará el poeta, allí estarán sus versos como única arma, la palabra que aviva el corazón de los hombres y los hace más fuertes y libres. El poeta siente la necesidad de vivir, como anuncia en la última parte del libro, de “sentir cada día como un regalo”: 


«Recorro en un canto íntimo 
/ habitadas escenas del mundo 
/ de mi yo en otro, 
/ sombras de mi alma
 / desplegadas en recuerdos… 
// solo nuestro silencioso amor 
/ se alza sobre el ocaso /
 con escalas de ternuras.». 

El poeta se resiste a vivir en «una patria de cenizas / donde brota el odio / y el sol siempre está lejano.», de aquí su voz en grito a través de la palabra que ahonda en los silencios, en el alma humana. “Elocuencia de silencios”, un lugar para la reflexión y la esperanza.

Francisco Muñoz Soler (Autor)  Málaga 24/12/1957.

 

Detalles del Libro

Título: ELOCUENCIA DE SILENCIOS
ISBN/13:
Num. Páginas:
Tamaño:
Año de publicación:
Editorial:
Categoría:
9788417669041
126
152 X 228 mm
2018
POESÍA

 



2017- Poemas Selectos-Select Poems. Costa Literaria- España
2016- Poemas Selectos- Selected Poems. Instituto Indo Hispanic - Calcuta-India.
2016- Cuaderno de Viaje. Hanan Hurawi - Perú
2014- Latido íntimo- Inner heartbeat. Corona del Sur- España
2014- Selected Poems- Poemas Selectos. CreativeSpace- California-USA
2014- En tiempo de prodigios - Navegando sueños - El Salvador.
2013- Zona Cero- Zero Zone-. La ovejitabooks- Nueva York, USA
2012- Esencias – Transtextual - México
2012- Alma entre almas -Transtextual- México
2012- La claridad asombrosa (2.ª ed.)- El barco ebrio - España
2011- La incierta superficie - Colección Sur La Habana-Cuba
2011- Ícaro. El barco ebrio - España
2011- Selección natural. Ediciones Rubeo- España
2010- La voz del pensamiento - A bordo del polen- México
2010- Restauración - A bordo del polen - México
2010- Una flor erguida - Paracaídas, Lima, Perú
2009- La claridad asombrosa - Voces de hoy, Florida- USA
2008- La densa corporeidad de mi memoria. Ediciones Estival, Venezuela
2006- Áspero tránsito, Pájaros en los cables, Lima - Perú
2000- Lluvia ácida, Vicio Perfecto, Lima - Perú
1996- Prehistoria poética (1978-1996). Ediciones Estival - Venezuela

Traducido al inglés, árabe, italiano, bengalí, rumano, assamese, alemán.
Traslated to english, arabic, italian, bengali, romanian, assamese, german.

ELOCUENCIA DE SILENCIOS de FRANCISCO MUÑOZ SOLER por JOSÉ ANTONIO SANTANO


ELOCUENCIA DE SILENCIOS.
SALA DE LECTURA PERIÓDICO IDEAL POR 
JOSÉ ANTONIO SANTANO

ELOCUENCIA DE SILENCIOS
  ____________________________________


Eloquence of Silence
Francisco Muñoz Soler



Quizá no sea necesario tanto  alboroto. El ruido nos desequilibra y nos hace irascibles, inconsecuentes. Nos regresa a la barbarie de un tiempo inenarrable por díscolo y aciago. La razón del hombre se nubla y la violencia y el infortunio lo asiste cuando el mundo se vuelve retumbante en todos sus estadios. Será el silencio entonces como una luz que alumbre el camino, que nos dirija al deseado jardín, a todos los silencios que huyeron un día de nuestras vidas. Regresaremos al origen y allí en su silencio de siglos se hará verbo. Algo de esto sucede con este libro, “Elocuencia de silencios” (edición bilingüe español-inglés), de Francisco Muñoz Soler (Málaga, 1957). Despierta el interés del poeta la realidad social que le rodea, y desde una actitud puramente humanista se posiciona, libremente: 


«¿Qué es ser poeta y por qué serlo? 
/ Nunca me hice las preguntas, 
/ fluye del venero de mi ánima, 
/ forjando elección de vida 
/ mi posicionamiento en el mundo, 
/ manifestarme en la palabra
 / y en los silencios / 
con belleza y humanismo».

 Su poesía parte así de un compromiso cívico, donde estética y ética van de la mano, al unísono, convencido que solo de esta forma, la verdad –su verdad- nos hará libres a todos. Sitúa al poeta en el centro de ese silencio abarcador, capaz de transformar, de cambiar una realidad por otra, siempre desde la creencia justa de que la palabra es en sí misma el medio para alcanzar el fin. La palabra poética, en toda su intensidad, merodea por doquier, nos abisma en la oscuridad y nos ilumina al mismo tiempo. Crece de esta manera en el poeta la necesidad de comunicar y comunicarse con el mundo exterior, y no puede detenerse ahora, que todo parece imposible o al menos inalcanzable.


Es precisamente en esta hora adversa cuando el poeta regresa a los silencios y en ellos redescubre la esperanza, y la palabra se hace luz en su interior para proyectarla luego hacia el cosmos. Su mirada, la del poeta que vive en Muñoz Soler, percibe la dolorosa tragedia de la vida, y a ella se entrega en cuerpo y alma: «Debemos tenerle miedo / a no atrevernos / a desear una vida digna». En su visión humanista del mundo no cabe sino la reivindicación plena de la dignidad en primer término, de no claudicar a lo que nos pertenece por nacimiento, a lo que es inherente al hombre. Es por ello que nos quiere mostrar otros silencios, esos que pueden cambiar y transformar la triste realidad que nos doblega: «La basura inunda los arcenes, terrales que separan del matorral, / entre ellos, hogares donde la / pobreza es dueña desde el principio de los tiempos y la violencia / ordena el tránsito de los años / de sus moradores». Pero el poeta necesita resistir, renacer de las cenizas, no claudicar, convencido de que solo la palabra será el haz de luz que entre, aunque sea poco a poco, en el corazón del ser humano. Mas la realidad está ahí, presente en cada acto de vida, en cada ser que habita este planeta moribundo, como así nos muestra el poeta en el poema que titula “Mujer Mara”: «Tengo fija en mi mente su mirada, con un odio que rasga la vida. / La muerte esculpida en su / joven rostro. // Solo su esencia de madre la hace dudar de volver a matar, no por / temor o desafecto, sino por / apartar a sus hijos de tanta crueldad, cuya recompensa es recibir y causar daño. // Su sangre, convertida en futuro, sacude la empatía que aún / queda en su naturaleza». Adentrarse en los silencios es una clara meta del poeta, hundirse en su interior y respirar su aire y sus aromas, ser su sangre, para sentirse libre como el vuelo de los pájaros: «Que el silencio no sea resignación, / sino pausa con más alcance que las palabras, / que derribe los muros invisibles de la infamia / y su sonido simiente de esperanza / sea espacio de belleza y piedad / donde se construya convivencia plena». El poeta se rebela contra toda injusticia, para él como ya dijera el poeta, el hombre es el centro del universo y con él pretende caminar de la mano, asumir este compromiso cívico en la defensa de los marginados y desfavorecidos socialmente es un deber ineludible para el poeta. Así lo entiende Muñoz Soler y así se traduce en “Elocuencia de silencios”. Emigración, violencia machista o cualesquier conculcación de los derechos humanos. Mientras esto suceda allí estará el poeta, allí estarán sus versos como única arma, la palabra que aviva el corazón de los hombres y los hace más fuertes y libres. El poeta siente la necesidad de vivir, como anuncia en la última parte del libro, de “sentir cada día como un regalo”: 


«Recorro en un canto íntimo 
/ habitadas escenas del mundo 
/ de mi yo en otro, 
/ sombras de mi alma
 / desplegadas en recuerdos… 
// solo nuestro silencioso amor 
/ se alza sobre el ocaso /
 con escalas de ternuras.». 

El poeta se resiste a vivir en «una patria de cenizas / donde brota el odio / y el sol siempre está lejano.», de aquí su voz en grito a través de la palabra que ahonda en los silencios, en el alma humana. “Elocuencia de silencios”, un lugar para la reflexión y la esperanza.

Francisco Muñoz Soler (Autor)  Málaga 24/12/1957.

 

Detalles del Libro

Título: ELOCUENCIA DE SILENCIOS
ISBN/13:
Num. Páginas:
Tamaño:
Año de publicación:
Editorial:
Categoría:
9788417669041
126
152 X 228 mm
2018
POESÍA

 



2017- Poemas Selectos-Select Poems. Costa Literaria- España
2016- Poemas Selectos- Selected Poems. Instituto Indo Hispanic - Calcuta-India.
2016- Cuaderno de Viaje. Hanan Hurawi - Perú
2014- Latido íntimo- Inner heartbeat. Corona del Sur- España
2014- Selected Poems- Poemas Selectos. CreativeSpace- California-USA
2014- En tiempo de prodigios - Navegando sueños - El Salvador.
2013- Zona Cero- Zero Zone-. La ovejitabooks- Nueva York, USA
2012- Esencias – Transtextual - México
2012- Alma entre almas -Transtextual- México
2012- La claridad asombrosa (2.ª ed.)- El barco ebrio - España
2011- La incierta superficie - Colección Sur La Habana-Cuba
2011- Ícaro. El barco ebrio - España
2011- Selección natural. Ediciones Rubeo- España
2010- La voz del pensamiento - A bordo del polen- México
2010- Restauración - A bordo del polen - México
2010- Una flor erguida - Paracaídas, Lima, Perú
2009- La claridad asombrosa - Voces de hoy, Florida- USA
2008- La densa corporeidad de mi memoria. Ediciones Estival, Venezuela
2006- Áspero tránsito, Pájaros en los cables, Lima - Perú
2000- Lluvia ácida, Vicio Perfecto, Lima - Perú
1996- Prehistoria poética (1978-1996). Ediciones Estival - Venezuela

Traducido al inglés, árabe, italiano, bengalí, rumano, assamese, alemán.
Traslated to english, arabic, italian, bengali, romanian, assamese, german.

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

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JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986