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Barberos y Guitarras. Estación Sur



        El hartazgo de la política es tal que la lectura de libros relacionados con la cultura y sus distintas manifestaciones se hace imprescindible. Cuando esto sucede tiene uno la sensación de haber encontrado un oasis en pleno desierto. Y algo parecido deviene tras el hallazgo, de entre los muchos libros recibidos, de una verdadera joya, titulado “Historia cultural del flamenco. El barbero y la guitarra”, de Alberto del Campo y Rafael Cáceres y magnífica edición de  Almuzara. Algunos se preguntarán qué tienen que ver los barberos con la guitarra y en consecuencia con el flamenco. Pues según los autores de este magnífico ensayo sobre flamenco, mucho. Los barberos están asociados a la música popular y en especial a la guitarra desde el siglo XVI. En cada una de sus páginas, 514 sin contar con la bibliografía utilizada, el lector hallará la información y la documentación necesaria para entender esta novedosa historia del flamenco, cuyo origen hay que buscarlo en los barberos y su particular “rasgado o rasgueado”: «Claro es que algunos barberos sabrían no sólo rasguear sino también puntear la guitarra. Pero la referencia al punteado barberil es casi anecdótica, en comparación con la profusión de barberos rasgueadores de guitarrillas:

Estábase el tal barbero
 empapado en pasacalles,
aporreando la panza  
de un guitarrón formidable»,

como así dice en este poema satírico de Quevedo. Mas no sólo se analiza en este ensayo la relación entre barberos y guitarra, sino que se abren las puertas también a canciones y bailes o danzas populares, de tono jocoso: «Pasacalles y folíais resultaban sus formas musicales prototípicas. Los sones barberiles se asocian a un gusto por lo jocoso y risible, lo brusco y lo rústico, lo vil y callejero», sin llegar a obscenas: «Que no se representen cosas, bailes, ni cantares, ni meneos lascivos, ni deshonestos, o de mal ejemplo, sino que sean conforme a las danzas y bailes antiguos, y se dean por prohibidos todos los bailes de escarramanes, chaconas, zarabandas, carreterías y cualesquier otros semejantes a éstos»,así se decía en 1615. En el siglo XVII «Los jocosos y festivos tañidos guitarrísticos asociados a los barberos cobran especial lógica si nos atenemos a su secular fama de personas dicharacheras y prestas a la sociabilidad, algo connatural a su oficio. Se reconoce que «De majo o no, los barberos siguieron vinculados a la guitarra en el siglo XVIII», como también existió esta relación en el XIX, y así se asevera: «No sólo es que los barberos ejercieran de maestros de guitarra, sino que sus locales sirvieron de punto de encuentro de los flamencos». Sin duda, un excelente libro para este sombrío tiempo en que vivimos.

Barberos y Guitarras. Estación Sur



        El hartazgo de la política es tal que la lectura de libros relacionados con la cultura y sus distintas manifestaciones se hace imprescindible. Cuando esto sucede tiene uno la sensación de haber encontrado un oasis en pleno desierto. Y algo parecido deviene tras el hallazgo, de entre los muchos libros recibidos, de una verdadera joya, titulado “Historia cultural del flamenco. El barbero y la guitarra”, de Alberto del Campo y Rafael Cáceres y magnífica edición de  Almuzara. Algunos se preguntarán qué tienen que ver los barberos con la guitarra y en consecuencia con el flamenco. Pues según los autores de este magnífico ensayo sobre flamenco, mucho. Los barberos están asociados a la música popular y en especial a la guitarra desde el siglo XVI. En cada una de sus páginas, 514 sin contar con la bibliografía utilizada, el lector hallará la información y la documentación necesaria para entender esta novedosa historia del flamenco, cuyo origen hay que buscarlo en los barberos y su particular “rasgado o rasgueado”: «Claro es que algunos barberos sabrían no sólo rasguear sino también puntear la guitarra. Pero la referencia al punteado barberil es casi anecdótica, en comparación con la profusión de barberos rasgueadores de guitarrillas:

Estábase el tal barbero
 empapado en pasacalles,
aporreando la panza  
de un guitarrón formidable»,

como así dice en este poema satírico de Quevedo. Mas no sólo se analiza en este ensayo la relación entre barberos y guitarra, sino que se abren las puertas también a canciones y bailes o danzas populares, de tono jocoso: «Pasacalles y folíais resultaban sus formas musicales prototípicas. Los sones barberiles se asocian a un gusto por lo jocoso y risible, lo brusco y lo rústico, lo vil y callejero», sin llegar a obscenas: «Que no se representen cosas, bailes, ni cantares, ni meneos lascivos, ni deshonestos, o de mal ejemplo, sino que sean conforme a las danzas y bailes antiguos, y se dean por prohibidos todos los bailes de escarramanes, chaconas, zarabandas, carreterías y cualesquier otros semejantes a éstos», así se decía en 1615. En el siglo XVII «Los jocosos y festivos tañidos guitarrísticos asociados a los barberos cobran especial lógica si nos atenemos a su secular fama de personas dicharacheras y prestas a la sociabilidad, algo connatural a su oficio. Se reconoce que «De majo o no, los barberos siguieron vinculados a la guitarra en el siglo XVIII», como también existió esta relación en el XIX, y así se asevera: «No sólo es que los barberos ejercieran de maestros de guitarra, sino que sus locales sirvieron de punto de encuentro de los flamencos». Sin duda, un excelente libro para este sombrío tiempo en que vivimos.

Antología poética.



Desde "Humanismo Solidario" nos complace enviarte la siguiente información acerca de la antología poética que acaba de editar la prestigiosa editotial VISOR y en la que estás incluido, por si consideras interesante su difusión entre tus contactos. Un saludo.

ANTOLOGÍA POÉTICA DE HUMANISMO SOLIDARIO EN EDITORIAL VISOR.

La prestigiosa editorial VISOR (Colección Visor Literario) acaba de dar a luz la antología poética que bajo el título de “HUMANISMO SOLIDARIO. Poesía y compromiso en la sociedad contemporánea” ha prologado, con un amplísimo estudio, la profesora de la Universidad de Granada (España), Remedios Sánchez, llevando a cabo la selección de poetas y poemas la profesora de la Universidad de Bérgamo (Italia), Marina Bianchi.


Este es un nuevo hito en el camino emprendido por esta corriente de pensamiento que inició su recorrido a principios del año 2013 y que sigue ofreciendo propuestas y alternativas ante la actual situación de tránsito en la que se encuentra instalada la humanidad. 

Remedios Sánchez ha indicado que “ésta es una antología donde están todas las corrientes que han afrontado el compromiso real con la poesía y que entienden el Manifiesto de Humanismo Solidario (condición indispensable) como un documento que puede servir de summa general, sin que eso signifique renunciar a las peculiaridades de cada uno ni tampoco a los rasgos que caracterizan a cada grupo poético. Humanismo Solidario no es un grupo, sino una manera de entender la literatura y el arte en general desde el compromiso amplio con el ser humano …/… Todos los antologados han desarrollado su obra en los últimos treinta años, y eso puede servir para que se pueda tener una visión panorámica y amplia de cómo ha sido la literatura comprometida en el ámbito de influencia de la lengua española: la pluralidad de España, la riquísima y poliédrica Iberoamérica o el interesantísimo fenómeno de la literatura hispanomagrebí. Para situar al lector está el estudio preliminar, antecedente necesario de unos poemas que muestra la heterogeneidad del compromiso de la palabra poética, siempre desde diferentes ángulos y perspectivas, de un grupo amplio de escritores. Se verá que muchos tienen poco más en común que ésa responsabilidad con las dificultades del ser humano en el siglo XXI. Por eso esta antología era, aparte de una necesidad en los tiempos que corren, una cuestión de nobleza en el sentido ético de la palabra. Y nobleza obliga.”


SINOPSIS DE LA OBRA:
Los autores seleccionados son:

ESPAÑA:
Juan Carlos Abril, Sergio Arlandis, Alicia Aza, Luis Bagué Quílez, José Cabrera Martos, Isla Correyero, Paloma Fernández Gomá, Manuel Gahete, Luis García Montero, Guadalupe Grande, Pedro Luis Ibáñez Lérida, Raquel Lanseros, Juan Carlos Mestre, Eduardo Moga, José María Molina Caballero, Ángeles Mora, Francisco Morales Lomas, Manuel Moya, Fernando Operé, Julia Otxoa, Benjamín Prado, Josep M. Rodríguez, Daniel Rodríguez Moya, Javier Salvago, José Antonio Santano, José Sarria, Juan José Téllez, Alberto Torés, Fernando Valverde y Javier Vela.


IBEROÁMERICA:

Carlos J. Aldazábal (Argentina), Efraín Bartolomé (México), Mario Bojórquez (México), Piedad Bonnet (Colombia), Alí Calderón (México), Gabriel Chávez Casazola (Bolivia), Eduardo Chirinos (Perú), Andrea Cote Botero (Colombia), Federico Díaz Granados (Colombia), Jorge Galán (San Salvador), Nathalie Handal (Haití-USA), Eduardo Langagne (México), Roxana Méndez (San Salvador), Xavier Oquendo (Ecuador) y Miguel Ángel Zapata (Perú).

MAGREB:

Mohammed Doggui (Túnez), Abderrahman El Fathi (Marruecos), Khédija Gadhoum (Túnez-USA) y Fátima Galia (Sahara Occidental).


En la situación actual de crisis socioeconómica y de valores donde vive inmersa la sociedad contemporánea ha irrumpido con pujanza un pensamiento cultural internacional que defiende, con apasionado entusiasmo y desde la heterodoxia estética, la importancia del compromiso con el hombre, su problemática y sus conflictos. Este libro, desde una postura serena y equilibrada, reúne a algunos de los poetas más relevantes de España, Hispanoamérica y en algunas zonas del Magreb nacidos a partir de 1950 que reivindican con su poesía, partiendo de distintos planteamientos estéticos e ideológicos, la paz y solidaridad universales. Todo ello desde la conciencia compartida e imperiosa de volver la mirada al ser humano sin imposturas, de un deber real, un comportamiento ético y un posicionamiento reflexivo como eje transmisor y preservador de la fraternidad entre los individuos, constantemente manipulada y cercenada en estos tiempos de miseria moral en que los poderes fácticos pretenden degradar a la persona a mero espectador pasivo de su propia existencia

Esta antología, con un minucioso estudio previo en el que se analiza la poesía escrita en español desde los años sesenta hasta la actualidad, revela que el escritor es un ciudadano responsable que, cuando la injusticia y la deshumanización azotan, pone su sensibilidad, su inteligencia y su pluma al servicio de la sociedad plural revelando que es más lo que une a los poetas en lo ético que lo que los separa en lo estético. Porque el hombre y sus urgentes necesidades priman sobre cualquier querella literaria cuando lo que está en juego es el más preciado de nuestros bienes: la libertad.

Antología poética.



Desde "Humanismo Solidario" nos complace enviarte la siguiente información acerca de la antología poética que acaba de editar la prestigiosa editotial VISOR y en la que estás incluido, por si consideras interesante su difusión entre tus contactos. Un saludo.

ANTOLOGÍA POÉTICA DE HUMANISMO SOLIDARIO EN EDITORIAL VISOR.

La prestigiosa editorial VISOR (Colección Visor Literario) acaba de dar a luz la antología poética que bajo el título de “HUMANISMO SOLIDARIO. Poesía y compromiso en la sociedad contemporánea” ha prologado, con un amplísimo estudio, la profesora de la Universidad de Granada (España), Remedios Sánchez, llevando a cabo la selección de poetas y poemas la profesora de la Universidad de Bérgamo (Italia), Marina Bianchi.


Este es un nuevo hito en el camino emprendido por esta corriente de pensamiento que inició su recorrido a principios del año 2013 y que sigue ofreciendo propuestas y alternativas ante la actual situación de tránsito en la que se encuentra instalada la humanidad. 

Remedios Sánchez ha indicado que “ésta es una antología donde están todas las corrientes que han afrontado el compromiso real con la poesía y que entienden el Manifiesto de Humanismo Solidario (condición indispensable) como un documento que puede servir de summa general, sin que eso signifique renunciar a las peculiaridades de cada uno ni tampoco a los rasgos que caracterizan a cada grupo poético. Humanismo Solidario no es un grupo, sino una manera de entender la literatura y el arte en general desde el compromiso amplio con el ser humano …/… Todos los antologados han desarrollado su obra en los últimos treinta años, y eso puede servir para que se pueda tener una visión panorámica y amplia de cómo ha sido la literatura comprometida en el ámbito de influencia de la lengua española: la pluralidad de España, la riquísima y poliédrica Iberoamérica o el interesantísimo fenómeno de la literatura hispanomagrebí. Para situar al lector está el estudio preliminar, antecedente necesario de unos poemas que muestra la heterogeneidad del compromiso de la palabra poética, siempre desde diferentes ángulos y perspectivas, de un grupo amplio de escritores. Se verá que muchos tienen poco más en común que ésa responsabilidad con las dificultades del ser humano en el siglo XXI. Por eso esta antología era, aparte de una necesidad en los tiempos que corren, una cuestión de nobleza en el sentido ético de la palabra. Y nobleza obliga.”


SINOPSIS DE LA OBRA:
Los autores seleccionados son:

ESPAÑA:
Juan Carlos Abril, Sergio Arlandis, Alicia Aza, Luis Bagué Quílez, José Cabrera Martos, Isla Correyero, Paloma Fernández Gomá, Manuel Gahete, Luis García Montero, Guadalupe Grande, Pedro Luis Ibáñez Lérida, Raquel Lanseros, Juan Carlos Mestre, Eduardo Moga, José María Molina Caballero, Ángeles Mora, Francisco Morales Lomas, Manuel Moya, Fernando Operé, Julia Otxoa, Benjamín Prado, Josep M. Rodríguez, Daniel Rodríguez Moya, Javier Salvago, José Antonio Santano, José Sarria, Juan José Téllez, Alberto Torés, Fernando Valverde y Javier Vela.


IBEROÁMERICA:

Carlos J. Aldazábal (Argentina), Efraín Bartolomé (México), Mario Bojórquez (México), Piedad Bonnet (Colombia), Alí Calderón (México), Gabriel Chávez Casazola (Bolivia), Eduardo Chirinos (Perú), Andrea Cote Botero (Colombia), Federico Díaz Granados (Colombia), Jorge Galán (San Salvador), Nathalie Handal (Haití-USA), Eduardo Langagne (México), Roxana Méndez (San Salvador), Xavier Oquendo (Ecuador) y Miguel Ángel Zapata (Perú).

MAGREB:

Mohammed Doggui (Túnez), Abderrahman El Fathi (Marruecos), Khédija Gadhoum (Túnez-USA) y Fátima Galia (Sahara Occidental).


En la situación actual de crisis socioeconómica y de valores donde vive inmersa la sociedad contemporánea ha irrumpido con pujanza un pensamiento cultural internacional que defiende, con apasionado entusiasmo y desde la heterodoxia estética, la importancia del compromiso con el hombre, su problemática y sus conflictos. Este libro, desde una postura serena y equilibrada, reúne a algunos de los poetas más relevantes de España, Hispanoamérica y en algunas zonas del Magreb nacidos a partir de 1950 que reivindican con su poesía, partiendo de distintos planteamientos estéticos e ideológicos, la paz y solidaridad universales. Todo ello desde la conciencia compartida e imperiosa de volver la mirada al ser humano sin imposturas, de un deber real, un comportamiento ético y un posicionamiento reflexivo como eje transmisor y preservador de la fraternidad entre los individuos, constantemente manipulada y cercenada en estos tiempos de miseria moral en que los poderes fácticos pretenden degradar a la persona a mero espectador pasivo de su propia existencia

Esta antología, con un minucioso estudio previo en el que se analiza la poesía escrita en español desde los años sesenta hasta la actualidad, revela que el escritor es un ciudadano responsable que, cuando la injusticia y la deshumanización azotan, pone su sensibilidad, su inteligencia y su pluma al servicio de la sociedad plural revelando que es más lo que une a los poetas en lo ético que lo que los separa en lo estético. Porque el hombre y sus urgentes necesidades priman sobre cualquier querella literaria cuando lo que está en juego es el más preciado de nuestros bienes: la libertad.

Ártico de Juan de Dios García por José Antonio Santano

Ya desde el título de este poemario “Ártico”, su autor, el poeta cartagenero Juan de Dios García nos convoca a la reflexión, a indagar en su significado, que viene a ser como ahondar en las particularidades de su poética. Para adentrarnos en ella, la primera pista nos la sugiere Víctor Hugo, cuando dice: «La desgracia educa la inteligencia», cita que precede a los poemas que integran “Ártico”. Ya desde el primer poema “Instrucciones”, el poeta nos invita a dejarnos llevar por el sonido y la fuerza de la palabra, su colorido y aroma penetrante, libre y desnuda: «No tiene que buscar sentido a nada. / Mate la mariposa que ha escondido / dentro de su cabeza», esta es la propuesta al lector, como si se tratara de un simple manual de instrucciones. Pero “Ártico” es mucho más, quizá la solución a todos los fracasos y a las adversidades de la vida, por ello el poeta nos golpea primero con versos contundentes y seguidos del punto y aparte, en un afán descriptivo que se repite a lo largo del poemario una y otra vez, como una leve descarga eléctrica que nos alerta ante las vicisitudes del tiempo que nos ha tocado vivir. Quizá pueda que se trate de una huida, de escapar de la realidad para atender solo a los sueños, porque nada nos ata ya a este mundo que huele a podredumbre: «Escapar antes de que la realidad nos detenga y nos pudra. / Abrir un mapa y comprobar hasta qué punto mienten los cartógrafos. / Contratar un poeta a sueldo. / Seguir leyendo, seguir viviendo». El poeta construye un universo propio, en el cual la memoria de lo vivido y el presente conforman una sola voz, inconformista, que a veces se rebela: «No sé qué significan las palabras / religión, academia o general. / Si me das a elegir, / siempre estaré de lado de los griegos», para culminar el poema con un «Adoro los mercados populares, / el color de las tardes como miel de Cerdeña». En ese deambular del poeta del pasado al presente, y viceversa, el dolor de la muerte también aflora, tal y como ocurre en el poema “Benjamín”, cuando dice: «Venimos de la nada / y a la nada llegamos, / eso dijo mi madre en el entierro. / No lo leí en Albert Camus ni en Sastre, / lo dijo madre, negro riguroso, / mirando un crucifijo tachonado / en el ataúd blanco de mi hermano». 



Escritores y poetas, cineastas, escultores, forjadores de la voz del poeta se reparten por las páginas de “Ártico”, como cuando alude a Valente: «Escribiré un poema después de Auschwitz», a Theo Angelopoulus: «Era extranjero, pero entonces supo: / la guerra está tan cerca que parece estar lejos», a Nancy Spungen: «Sobre el televisor / papel plata, cucharas calcinadas / y comida podrida. / «¿Morirías por mí?», preguntó Nancy», a Jan Arp: «Y de repente para el viento afuera. / Todo esto sucedía terminando / estatuas de mujer. / La casa está encendida, el vino derramado», o al matemático Quételet: «El licenciado Quételet cabalga / definitivamente enamorado». Todos, de una manera u otra forman parte de la experiencia vital del poeta, como lo es también el temblor salvaje y natural del paisaje en el Cabo de Gata: «Coge esa caracola, escucha este equilibrio, / cómo se derrumba un acantilado, / cada piedra ocupando su lugar, / cómo muerde la música del sur, / la conquista de la naturaleza / despeinando las olas y las dunas…». No obstante, destaca el poema narrativo “Proceso”, cuando el dolor por la muerte de su padre oprime el alma del poeta: «Entonces estalló en su plenitud / el dolor comprimido. / Nuestro corazón ártico volvió / a latir con el fuego de su muerte», y cómo no, el que titula “Autorretrato”, que viene a ser definitivo respecto a la comprensión de la poética de Juan de Dios García: «¿Soy real o estoy escrito? / A veces, caminando por la acera / de cualquier ciudad, paro e imagino / convertirme en poema entre la multitud». El poeta ya no es “yo”, sino otredad, afortunadamente.



Título: Ártico

Autor: Juan de Dios García

Edita: Germanía (Valencia, 2014)

SALÓN DE LECTURA  //  José Antonio Santano

Ártico de Juan de Dios García por José Antonio Santano

Ya desde el título de este poemario “Ártico”, su autor, el poeta cartagenero Juan de Dios García nos convoca a la reflexión, a indagar en su significado, que viene a ser como ahondar en las particularidades de su poética. Para adentrarnos en ella, la primera pista nos la sugiere Víctor Hugo, cuando dice: «La desgracia educa la inteligencia», cita que precede a los poemas que integran “Ártico”. Ya desde el primer poema “Instrucciones”, el poeta nos invita a dejarnos llevar por el sonido y la fuerza de la palabra, su colorido y aroma penetrante, libre y desnuda: «No tiene que buscar sentido a nada. / Mate la mariposa que ha escondido / dentro de su cabeza», esta es la propuesta al lector, como si se tratara de un simple manual de instrucciones. Pero “Ártico” es mucho más, quizá la solución a todos los fracasos y a las adversidades de la vida, por ello el poeta nos golpea primero con versos contundentes y seguidos del punto y aparte, en un afán descriptivo que se repite a lo largo del poemario una y otra vez, como una leve descarga eléctrica que nos alerta ante las vicisitudes del tiempo que nos ha tocado vivir. Quizá pueda que se trate de una huida, de escapar de la realidad para atender solo a los sueños, porque nada nos ata ya a este mundo que huele a podredumbre: «Escapar antes de que la realidad nos detenga y nos pudra. / Abrir un mapa y comprobar hasta qué punto mienten los cartógrafos. / Contratar un poeta a sueldo. / Seguir leyendo, seguir viviendo». El poeta construye un universo propio, en el cual la memoria de lo vivido y el presente conforman una sola voz, inconformista, que a veces se rebela: «No sé qué significan las palabras / religión, academia o general. / Si me das a elegir, / siempre estaré de lado de los griegos», para culminar el poema con un «Adoro los mercados populares, / el color de las tardes como miel de Cerdeña». En ese deambular del poeta del pasado al presente, y viceversa, el dolor de la muerte también aflora, tal y como ocurre en el poema “Benjamín”, cuando dice: «Venimos de la nada / y a la nada llegamos, / eso dijo mi madre en el entierro. / No lo leí en Albert Camus ni en Sastre, / lo dijo madre, negro riguroso, / mirando un crucifijo tachonado / en el ataúd blanco de mi hermano». 



Escritores y poetas, cineastas, escultores, forjadores de la voz del poeta se reparten por las páginas de “Ártico”, como cuando alude a Valente: «Escribiré un poema después de Auschwitz», a Theo Angelopoulus: «Era extranjero, pero entonces supo: / la guerra está tan cerca que parece estar lejos», a Nancy Spungen: «Sobre el televisor / papel plata, cucharas calcinadas / y comida podrida. / «¿Morirías por mí?», preguntó Nancy», a Jan Arp: «Y de repente para el viento afuera. / Todo esto sucedía terminando / estatuas de mujer. / La casa está encendida, el vino derramado», o al matemático Quételet: «El licenciado Quételet cabalga / definitivamente enamorado». Todos, de una manera u otra forman parte de la experiencia vital del poeta, como lo es también el temblor salvaje y natural del paisaje en el Cabo de Gata: «Coge esa caracola, escucha este equilibrio, / cómo se derrumba un acantilado, / cada piedra ocupando su lugar, / cómo muerde la música del sur, / la conquista de la naturaleza / despeinando las olas y las dunas…». No obstante, destaca el poema narrativo “Proceso”, cuando el dolor por la muerte de su padre oprime el alma del poeta: «Entonces estalló en su plenitud / el dolor comprimido. / Nuestro corazón ártico volvió / a latir con el fuego de su muerte», y cómo no, el que titula “Autorretrato”, que viene a ser definitivo respecto a la comprensión de la poética de Juan de Dios García: «¿Soy real o estoy escrito? / A veces, caminando por la acera / de cualquier ciudad, paro e imagino / convertirme en poema entre la multitud». El poeta ya no es “yo”, sino otredad, afortunadamente.



Título: Ártico

Autor: Juan de Dios García

Edita: Germanía (Valencia, 2014)

SALÓN DE LECTURA  //  José Antonio Santano

Ártico. Juan de Dios García

Ya desde el título de este poemario “Ártico”, su autor, el poeta cartagenero Juan de Dios García nos convoca a la reflexión, a indagar en su significado, que viene a ser como ahondar en las particularidades de su poética. Para adentrarnos en ella, la primera pista nos la sugiere Víctor Hugo, cuando dice: «La desgracia educa la inteligencia», cita que precede a los poemas que integran “Ártico”. Ya desde el primer poema “Instrucciones”, el poeta nos invita a dejarnos llevar por el sonido y la fuerza de la palabra, su colorido y aroma penetrante, libre y desnuda: «No tiene que buscar sentido a nada. / Mate la mariposa que ha escondido / dentro de su cabeza», esta es la propuesta al lector, como si se tratara de un simple manual de instrucciones. Pero “Ártico” es mucho más, quizá la solución a todos los fracasos y a las adversidades de la vida, por ello el poeta nos golpea primero con versos contundentes y seguidos del punto y aparte, en un afán descriptivo que se repite a lo largo del poemario una y otra vez, como una leve descarga eléctrica que nos alerta ante las vicisitudes del tiempo que nos ha tocado vivir. Quizá pueda que se trate de una huida, de escapar de la realidad para atender solo a los sueños, porque nada nos ata ya a este mundo que huele a podredumbre: «Escapar antes de que la realidad nos detenga y nos pudra. / Abrir un mapa y comprobar hasta qué punto mienten los cartógrafos. / Contratar un poeta a sueldo. / Seguir leyendo, seguir viviendo». El poeta construye un universo propio, en el cual la memoria de lo vivido y el presente conforman una sola voz, inconformista, que a veces se rebela: «No sé qué significan las palabras / religión, academia o general. / Si me das a elegir, / siempre estaré de lado de los griegos», para culminar el poema con un «Adoro los mercados populares, / el color de las tardes como miel de Cerdeña». En ese deambular del poeta del pasado al presente, y viceversa, el dolor de la muerte también aflora, tal y como ocurre en el poema “Benjamín”, cuando dice: «Venimos de la nada / y a la nada llegamos, / eso dijo mi madre en el entierro. / No lo leí en Albert Camus ni en Sastre, / lo dijo madre, negro riguroso, / mirando un crucifijo tachonado / en el ataúd blanco de mi hermano». 



Escritores y poetas, cineastas, escultores, forjadores de la voz del poeta se reparten por las páginas de “Ártico”, como cuando alude a Valente: «Escribiré un poema después de Auschwitz», a Theo Angelopoulus: «Era extranjero, pero entonces supo: / la guerra está tan cerca que parece estar lejos», a Nancy Spungen: «Sobre el televisor / papel plata, cucharas calcinadas / y comida podrida. / «¿Morirías por mí?», preguntó Nancy», a Jan Arp: «Y de repente para el viento afuera. / Todo esto sucedía terminando / estatuas de mujer. / La casa está encendida, el vino derramado», o al matemático Quételet: «El licenciado Quételet cabalga / definitivamente enamorado». Todos, de una manera u otra forman parte de la experiencia vital del poeta, como lo es también el temblor salvaje y natural del paisaje en el Cabo de Gata: «Coge esa caracola, escucha este equilibrio, / cómo se derrumba un acantilado, / cada piedra ocupando su lugar, / cómo muerde la música del sur, / la conquista de la naturaleza / despeinando las olas y las dunas…». No obstante, destaca el poema narrativo “Proceso”, cuando el dolor por la muerte de su padre oprime el alma del poeta: «Entonces estalló en su plenitud / el dolor comprimido. / Nuestro corazón ártico volvió / a latir con el fuego de su muerte», y cómo no, el que titula “Autorretrato”, que viene a ser definitivo respecto a la comprensión de la poética de Juan de Dios García: «¿Soy real o estoy escrito? / A veces, caminando por la acera / de cualquier ciudad, paro e imagino / convertirme en poema entre la multitud». El poeta ya no es “yo”, sino otredad, afortunadamente.



Título: Ártico

Autor: Juan de Dios García

Edita: Germanía (Valencia, 2014)

SALÓN DE LECTURA  //  José Antonio Santano

Ártico. Juan de Dios García

Ya desde el título de este poemario “Ártico”, su autor, el poeta cartagenero Juan de Dios García nos convoca a la reflexión, a indagar en su significado, que viene a ser como ahondar en las particularidades de su poética. Para adentrarnos en ella, la primera pista nos la sugiere Víctor Hugo, cuando dice: «La desgracia educa la inteligencia», cita que precede a los poemas que integran “Ártico”. Ya desde el primer poema “Instrucciones”, el poeta nos invita a dejarnos llevar por el sonido y la fuerza de la palabra, su colorido y aroma penetrante, libre y desnuda: «No tiene que buscar sentido a nada. / Mate la mariposa que ha escondido / dentro de su cabeza», esta es la propuesta al lector, como si se tratara de un simple manual de instrucciones. Pero “Ártico” es mucho más, quizá la solución a todos los fracasos y a las adversidades de la vida, por ello el poeta nos golpea primero con versos contundentes y seguidos del punto y aparte, en un afán descriptivo que se repite a lo largo del poemario una y otra vez, como una leve descarga eléctrica que nos alerta ante las vicisitudes del tiempo que nos ha tocado vivir. Quizá pueda que se trate de una huida, de escapar de la realidad para atender solo a los sueños, porque nada nos ata ya a este mundo que huele a podredumbre: «Escapar antes de que la realidad nos detenga y nos pudra. / Abrir un mapa y comprobar hasta qué punto mienten los cartógrafos. / Contratar un poeta a sueldo. / Seguir leyendo, seguir viviendo». El poeta construye un universo propio, en el cual la memoria de lo vivido y el presente conforman una sola voz, inconformista, que a veces se rebela: «No sé qué significan las palabras / religión, academia o general. / Si me das a elegir, / siempre estaré de lado de los griegos», para culminar el poema con un «Adoro los mercados populares, / el color de las tardes como miel de Cerdeña». En ese deambular del poeta del pasado al presente, y viceversa, el dolor de la muerte también aflora, tal y como ocurre en el poema “Benjamín”, cuando dice: «Venimos de la nada / y a la nada llegamos, / eso dijo mi madre en el entierro. / No lo leí en Albert Camus ni en Sastre, / lo dijo madre, negro riguroso, / mirando un crucifijo tachonado / en el ataúd blanco de mi hermano». 



Escritores y poetas, cineastas, escultores, forjadores de la voz del poeta se reparten por las páginas de “Ártico”, como cuando alude a Valente: «Escribiré un poema después de Auschwitz», a Theo Angelopoulus: «Era extranjero, pero entonces supo: / la guerra está tan cerca que parece estar lejos», a Nancy Spungen: «Sobre el televisor / papel plata, cucharas calcinadas / y comida podrida. / «¿Morirías por mí?», preguntó Nancy», a Jan Arp: «Y de repente para el viento afuera. / Todo esto sucedía terminando / estatuas de mujer. / La casa está encendida, el vino derramado», o al matemático Quételet: «El licenciado Quételet cabalga / definitivamente enamorado». Todos, de una manera u otra forman parte de la experiencia vital del poeta, como lo es también el temblor salvaje y natural del paisaje en el Cabo de Gata: «Coge esa caracola, escucha este equilibrio, / cómo se derrumba un acantilado, / cada piedra ocupando su lugar, / cómo muerde la música del sur, / la conquista de la naturaleza / despeinando las olas y las dunas…». No obstante, destaca el poema narrativo “Proceso”, cuando el dolor por la muerte de su padre oprime el alma del poeta: «Entonces estalló en su plenitud / el dolor comprimido. / Nuestro corazón ártico volvió / a latir con el fuego de su muerte», y cómo no, el que titula “Autorretrato”, que viene a ser definitivo respecto a la comprensión de la poética de Juan de Dios García: «¿Soy real o estoy escrito? / A veces, caminando por la acera / de cualquier ciudad, paro e imagino / convertirme en poema entre la multitud». El poeta ya no es “yo”, sino otredad, afortunadamente.



Título: Ártico

Autor: Juan de Dios García

Edita: Germanía (Valencia, 2014)

SALÓN DE LECTURA  //  José Antonio Santano

Humanismo solidario. José Antonio Santano


 
HUMANISMO SOLIDARIO


            Cada vez es más frecuente oír hablar de “humanismo” como alternativa a la actual crisis de pensamiento. El Nobel de literatura chino Gao Xingjian así lo ha hecho tras exhortar a los creadores a construir un nuevo Renacimiento.  Gao Xingjian ha dicho: «Estamos en una crisis no solo económica y financiera, sino también  social y de pensamiento, porque hemos quedado estancados en las ideologías del siglo XX. […] Los intelectuales de todo el mundo deben abordar la realidad y poner en marcha un nuevo pensamiento, un nuevo renacimiento». Así hablaba en una entrevista realizada por El País hace unos meses. Y no le falta razón al autor de libros como “La montaña del alma” “El libro de un hombre solo”. Este último nos recuerda a ese otro titulado “Un hombre acabado”, de Giovanni Papini, en el que no falta la atenta mirada al pensamiento y la filosofía, a lo humano por encima de otras cosas. Muchas son las voces que en los últimos años vienen abanderando un cambio de rumbo, un nuevo pensamiento, una ideología que se ciña a revitalizar y redescubrir los valores humanos, que aúne estética y ética, fondo y forma. De esta forma, corriendo el mes de febrero de 2013, nacía, aceptando la heterodoxia estética de sus componentes, y desde Andalucía, una nueva corriente crítica e intelectual, bajo la denominación de Humanismo Solidario (www.humanismosolidario.com). En aquella reunión celebrada en Torremolinos (Málaga) se solemnizaba la fundación de esta corriente que, formada por personas libres y desde la heterodoxia estética, asumían el uso de la palabra como obligación social bajo los irrenunciables principios del compromiso y el comportamiento ético, sin estar sometidos a ideología, filosofía, política o religión alguna. La libertad como bandera, sin otro motivo o causa que la de ser y estar, transformando el “yo” por el “nosotros”, conformando un camino nuevo y diferente en el cual los seres humanos sean la verdadera razón de cambio de la sociedad actual. Andalucía se convirtió así en el epicentro de esta corriente que en algo más de un año cuenta ya con una cada vez más sólida trayectoria, tras crear la Asociación Internacional Humanismo Solidario y el Premio Internacional “Erasmo de Rotterdam”, concedido en su primera edición y a título póstumo al escritor y humanista José Luis Sanpedro, y contar con casi 500 adhesiones de creadores e intelectuales de todo el mundo. Un trabajo silencioso y arduo, pero también satisfactorio al comprobar que cada vez son más las personas que apoyan este solidario proyecto, evidenciando así el compromiso del creador con la sociedad y con la historia, o lo que es lo mismo, el compromiso con la palabra y con la vida, con la idea irrenunciable de la fraternidad universal.

ESTACIÓN SUR. DIARIO DE ALMERÍA.

Humanismo solidario. José Antonio Santano


 
HUMANISMO SOLIDARIO


            Cada vez es más frecuente oír hablar de “humanismo” como alternativa a la actual crisis de pensamiento. El Nobel de literatura chino Gao Xingjian así lo ha hecho tras exhortar a los creadores a construir un nuevo Renacimiento.  Gao Xingjian ha dicho: «Estamos en una crisis no solo económica y financiera, sino también  social y de pensamiento, porque hemos quedado estancados en las ideologías del siglo XX. […] Los intelectuales de todo el mundo deben abordar la realidad y poner en marcha un nuevo pensamiento, un nuevo renacimiento». Así hablaba en una entrevista realizada por El País hace unos meses. Y no le falta razón al autor de libros como “La montaña del alma” “El libro de un hombre solo”. Este último nos recuerda a ese otro titulado “Un hombre acabado”, de Giovanni Papini, en el que no falta la atenta mirada al pensamiento y la filosofía, a lo humano por encima de otras cosas. Muchas son las voces que en los últimos años vienen abanderando un cambio de rumbo, un nuevo pensamiento, una ideología que se ciña a revitalizar y redescubrir los valores humanos, que aúne estética y ética, fondo y forma. De esta forma, corriendo el mes de febrero de 2013, nacía, aceptando la heterodoxia estética de sus componentes, y desde Andalucía, una nueva corriente crítica e intelectual, bajo la denominación de Humanismo Solidario (www.humanismosolidario.com). En aquella reunión celebrada en Torremolinos (Málaga) se solemnizaba la fundación de esta corriente que, formada por personas libres y desde la heterodoxia estética, asumían el uso de la palabra como obligación social bajo los irrenunciables principios del compromiso y el comportamiento ético, sin estar sometidos a ideología, filosofía, política o religión alguna. La libertad como bandera, sin otro motivo o causa que la de ser y estar, transformando el “yo” por el “nosotros”, conformando un camino nuevo y diferente en el cual los seres humanos sean la verdadera razón de cambio de la sociedad actual. Andalucía se convirtió así en el epicentro de esta corriente que en algo más de un año cuenta ya con una cada vez más sólida trayectoria, tras crear la Asociación Internacional Humanismo Solidario y el Premio Internacional “Erasmo de Rotterdam”, concedido en su primera edición y a título póstumo al escritor y humanista José Luis Sanpedro, y contar con casi 500 adhesiones de creadores e intelectuales de todo el mundo. Un trabajo silencioso y arduo, pero también satisfactorio al comprobar que cada vez son más las personas que apoyan este solidario proyecto, evidenciando así el compromiso del creador con la sociedad y con la historia, o lo que es lo mismo, el compromiso con la palabra y con la vida, con la idea irrenunciable de la fraternidad universal.

ESTACIÓN SUR. DIARIO DE ALMERÍA.

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986