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Faro de mesa Roldán. A Mario Sanz, su farero


LO DEMÁS ES OSCURIDAD

Esta es mi aportación al libro colectivo 
LO DEMÁS ES OSCURIDAD 
FARO DE MESA ROLDÁN
                                                              
                     A Mario Sanz, su farero.













Aquí, en la profunda soledad
de los silencios, el vasto silencio
de la piedra y el aire en los cantiles,
gráciles rizos de agua en las orillas,
fuego de versos que se escapan y huyen
hacia el abismo de la cima sola,
al arrullo de la noche y los astros.


Aquí, en lo más alto del olvido,
atormentadas vuelan las palabras
de un lado a otro de esta geografía
de sueños, como si nada existiera,
si acaso una brisa de lluvia y mar
devorando los sones de la altura
que brama y alocada se refugia
entre las manos del último náufrago.

Alto e inmenso, mito y cíclope flamea
desde el extinto cráter y es un grito
su luz en el anochecido cielo.
Nadie es el hombre en su presencia:
un minúsculo ser que mira el techo
de su infinita altura, torpe sombra
que se extingue en la miseria y la usura;
como si nada ni nadie existiera,
allá en lo alto, en lo más alto surge ya,
todo luz y llama de acristalado
sino, única verdad ante la infamia
que el hombre encarna en la decrepitud
de este sombrío siglo veintiuno.
En lo más alto y en tan alto olvido
otros ojos velan ya tus silencios,
otras manos te asisten en la oscura
noche, al calor de tu encendida llama;
allá en lo alto, en tu propia infinitud,
hercúleo y gigante oteas el triste
 universo de los hombres, su llanto
incontenible o la eterna tragedia
de las vidas que yacen en las aguas
de este mar que enmudece, sangra y grita.
Hasta ti vuelvo, siempre, a lo más alto,
y subo, y subo, casi sin aliento,
por la serpenteada carretera,
y ya en la cima pétrea, todo tú eres
luminiscencia sobre el azul perpetuo,
clamor de gaviotas en el aire,
atormentada sílaba, cristal
vigía de las tenebrosas noches.
A ti vuelvo y volveré siempre, solo
y cansado de la estulticia humana;
en ti me hallo, en lo más alto, prendido
a tus viejos sillares, esperando
el último destello, la señal
que me abisme por fin en tus silencios.
                                                                                         

Faro de mesa Roldán. A Mario Sanz, su farero


LO DEMÁS ES OSCURIDAD

Esta es mi aportación al libro colectivo 
LO DEMÁS ES OSCURIDAD 
FARO DE MESA ROLDÁN
                                                              
                     A Mario Sanz, su farero.













Aquí, en la profunda soledad
de los silencios, el vasto silencio
de la piedra y el aire en los cantiles,
gráciles rizos de agua en las orillas,
fuego de versos que se escapan y huyen
hacia el abismo de la cima sola,
al arrullo de la noche y los astros.


Aquí, en lo más alto del olvido,
atormentadas vuelan las palabras
de un lado a otro de esta geografía
de sueños, como si nada existiera,
si acaso una brisa de lluvia y mar
devorando los sones de la altura
que brama y alocada se refugia
entre las manos del último náufrago.

Alto e inmenso, mito y cíclope flamea
desde el extinto cráter y es un grito
su luz en el anochecido cielo.
Nadie es el hombre en su presencia:
un minúsculo ser que mira el techo
de su infinita altura, torpe sombra
que se extingue en la miseria y la usura;
como si nada ni nadie existiera,
allá en lo alto, en lo más alto surge ya,
todo luz y llama de acristalado
sino, única verdad ante la infamia
que el hombre encarna en la decrepitud
de este sombrío siglo veintiuno.
En lo más alto y en tan alto olvido
otros ojos velan ya tus silencios,
otras manos te asisten en la oscura
noche, al calor de tu encendida llama;
allá en lo alto, en tu propia infinitud,
hercúleo y gigante oteas el triste
 universo de los hombres, su llanto
incontenible o la eterna tragedia
de las vidas que yacen en las aguas
de este mar que enmudece, sangra y grita.
Hasta ti vuelvo, siempre, a lo más alto,
y subo, y subo, casi sin aliento,
por la serpenteada carretera,
y ya en la cima pétrea, todo tú eres
luminiscencia sobre el azul perpetuo,
clamor de gaviotas en el aire,
atormentada sílaba, cristal
vigía de las tenebrosas noches.
A ti vuelvo y volveré siempre, solo
y cansado de la estulticia humana;
en ti me hallo, en lo más alto, prendido
a tus viejos sillares, esperando
el último destello, la señal
que me abisme por fin en tus silencios.
                                                                                         

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? Facebook pregunta (4)

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?


En qué estás pensando, me preguntas
y el sonido del violín se crece en la derrota
que anida en los corazones desvalidos
de quienes sienten el mundo desvanecerse
-su mundo- y ya nada esperan de nada
ni nadie, como si se desangraran
lentamente, va apagándose la llama
que los aviva aún en esta noche corta
de lunas ocultas tras la niebla de los años,
y los veo sin alma y sin aliento,
ausentes y perdidos en el asfalto
de las ciudades o en la tierra seca
de la aldea primigenia, solos y ateridos
porque ya nada son sino abismo
en el silencio de las flores y la piedra.

Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si sólo crees
en la materia y me reprochas
que sea alma o errante espíritu
que navega libre por los mares
y vuela como el águila por el espacio
de una sílaba o un verso que se hace luz
en los ojos del sol y las estrellas,
y camina tal peregrino por entre bosques
y gargantas rocosas donde habita
el silencio y el dolor de los hombres.

Para qué me preguntas qué pienso
si lo sabes o lo intuyes, aunque quieras
esconderlo para no delatarte;
pienso en la negrura de los días
-de este día- y en su extremada violencia,
en el dolor de una lágrima humana,
en quienes hoy habrán sentido en su carne
y las entrañas el filo de la navaja,
en los nombres que oscurecen
tras el terrible diagnóstico del cáncer,
en todos ellos y uno a uno,
como si fueran parte de mí mismo,
a la espera de una señal que devuelva
la esperanza perdida, la vida. En ellos
pienso y me desangro y me desvivo.

En qué piensas, me pregunta
Facebook, y yo que no soy yo,
aturdido por el dolor de los otros,
grito y me rebelo contra todo,
contra la enfermedad en sí misma
y el dolor que alimenta los días
-sus días- de todos, cuando son presas
del cansancio y la rutina de la quimio
o la radioterapia, y miran a los ojos
con una luz única, y hablan
muy despacio, aferrándose al tiempo
como al fuego de los sueños;
y yo que ya no soy yo, vuelvo
a ser brisa entre sus sueños,
y en ellos me transformo, y de mis labios
un rumor de beso los abrasa para siempre.


JOSÉ ANTONIO SANTANO

Facebook pregunta (4)



En qué estás pensando, me preguntas
y el sonido del violín se crece en la derrota
que anida en los corazones desvalidos
de quienes sienten el mundo desvanecerse
-su mundo- y ya nada esperan de nada
ni nadie, como si se desangraran
lentamente, va apagándose la llama
que los aviva aún en esta noche corta
de lunas ocultas tras la niebla de los años,
y los veo sin alma y sin aliento,
ausentes y perdidos en el asfalto
de las ciudades o en la tierra seca
de la aldea primigenia, solos y ateridos
porque ya nada son sino abismo
en el silencio de las flores y la piedra.

Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si sólo crees
en la materia y me reprochas
que sea alma o errante espíritu
que navega libre por los mares
y vuela como el águila por el espacio
de una sílaba o un verso que se hace luz
en los ojos del sol y las estrellas,
y camina tal peregrino por entre bosques
y gargantas rocosas donde habita
el silencio y el dolor de los hombres.

Para qué me preguntas qué pienso
si lo sabes o lo intuyes, aunque quieras
esconderlo para no delatarte;
pienso en la negrura de los días
-de este día- y en su extremada violencia,
en el dolor de una lágrima humana,
en quienes hoy habrán sentido en su carne
y las entrañas el filo de la navaja,
en los nombres que oscurecen
tras el terrible diagnóstico del cáncer,
en todos ellos y uno a uno,
como si fueran parte de mí mismo,
a la espera de una señal que devuelva
la esperanza perdida, la vida. En ellos
pienso y me desangro y me desvivo.

En qué piensas, me pregunta
facebook, y yo que no soy yo,
aturdido por el dolor de los otros,
grito y me rebelo contra todo,
contra la enfermedad en sí misma
y el dolor que alimenta los días
-sus días- de todos, cuando son presas
del cansancio y la rutina de la quimio
o la radioterapia, y miran a los ojos
con una luz única, y hablan
muy despacio, aferrándose al tiempo
como al fuego de los sueños;
y yo que ya no soy yo, vuelvo
a ser brisa entre sus sueños,
y en ellos me transformo, y de mis labios
un rumor de beso los abrasa para siempre.

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? Facebook pregunta (3)

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?


 En qué estás pensando, me preguntas
y el eco de la angustia se hospeda
en estos anaqueles de la estancia
donde los libros se rebelan y gritan
y como aves vuelan por el mundo
a la espera de otra luz y otros cantares
pues la voz es una arruga inmensa
y los ojos cavernas insondables,
y las manos una rama de olivo
que corona los pechos de los montes
y la oscuridad marina de la entrega
y los labios un herida profunda
incapaz de hacerse cicatriz o alborada,
y el corazón un desierto de palmeras
en las noches silenciosas de estío.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si huirás al saberlo
y no querrás sentirme cerca y alegre
cuando el sol despierte del letargo;
si abrirás las puertas del exilio
en otra tierra más lejana y sola
o clavarás tu flecha en mi costado
hasta verme desangrar en esta hora
turbia de la noche y sus fantasmas.  
Para qué me preguntas qué pienso
si bien lo sabes y lo sabrás siempre
aunque lo calles y ocultes; pienso
en los vencidos y apátridas
que soportan el hambre de los hijos
mientras lloran escondidos tras las puertas
de la casa y gritan en silencio su desventura
y nadie les provee de la esperanza
necesaria para vivir tan solo unos segundos
aferrados a la carne de su carne,
abrazados al destino que les condena
a seguir la negritud de los días.
En qué piensas, me pregunta
Facebook, y yo sonámbulo y perdido
en los pasillos del tiempo y sus derrotas,
le contesto: hora es de los vencidos,
alzo mi voz hasta las más altas torres
o los faros que iluminan las orillas,
que solo quiero alimentar con mis versos
su pobreza de siglos,
que por ellos y en ellos vivo esta su amargura
y en su dolor me duelo para siempre.

JOSÉ ANTONIO SANTANO

Facebook pregunta (3)



 En qué estás pensando, me preguntas
y el eco de la angustia se hospeda
en estos anaqueles de la estancia
donde los libros se rebelan y gritan
y como aves vuelan por el mundo
a la espera de otra luz y otros cantares
pues la voz es una arruga inmensa
y los ojos cavernas insondables,
y las manos una rama de olivo
que corona los pechos de los montes
y la oscuridad marina de la entrega
y los labios un herida profunda
incapaz de hacerse cicatriz o alborada,
y el corazón un desierto de palmeras
en las noches silenciosas de estío.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si huirás al saberlo
y no querrás sentirme cerca y alegre
cuando el sol despierte del letargo;
si abrirás las puertas del exilio
en otra tierra más lejana y sola
o clavarás tu flecha en mi costado
hasta verme desangrar en esta hora
turbia de la noche y sus fantasmas.  
Para qué me preguntas qué pienso
si bien lo sabes y lo sabrás siempre
aunque lo calles y ocultes; pienso
en los vencidos y apátridas
que soportan el hambre de los hijos
mientras lloran escondidos tras las puertas
de la casa y gritan en silencio su desventura
y nadie les provee de la esperanza
necesaria para vivir tan solo unos segundos
aferrados a la carne de su carne,
abrazados al destino que les condena
a seguir la negritud de los días.
En qué piensas, me pregunta
facebook, y yo sonámbulo y perdido
en los pasillos del tiempo y sus derrotas,
le contesto: hora es de los vencidos,
alzo mi voz hasta las más altas torres
o los faros que iluminan las orillas,
que solo quiero alimentar con mis versos
su pobreza de siglos,
que por ellos y en ellos vivo esta su amargura
y en su dolor me duelo para siempre.

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? Facebook pregunta(2)

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?

FACEBOOK PREGUNTA


En qué estás pensando, me preguntas,
y una nube de cenizas y polvo
oscurece la tarde, y el viento sopla
 huracanado sobre la escuela de siempre,
allá donde aprendimos las primeras
palabras y los verbos amar y vivir,
para luego crecer poco a poco
viendo en los juegos los crepúsculos,
sintiendo las caricias de las ramas
en los pechos y las manos, trenzadas
las imágenes de las espigas a los astros.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si no harás nada,
mirarás a otro lado o buscarás otro nombre
que se aplique a tus doctrinas y te siga
y te adore en las noches de invierno
al calor de unos besos vendidos
en los mercados corruptos del gobierno
de turno, siempre atento a las ganancias.
Para qué me preguntas qué pienso,
si lo sabes y siempre lo supiste:
en los niños de siempre, en sus sueños
de cristal, en la tristeza de sus rostros
cuando caminan a la escuela perdida
en los campos desérticos y abandonados.
Qué estás pensando, me pregunta
Facebook, y yo desolado y exhausto
le contesto: en los niños sin infancia
y sin escuela, que juegan tristemente
a ser hombres en los filos del tiempo
y nunca llegarán a serlo, porque la escuela,
aquella viva escuela de los sueños
 no existe ya, está vacía, y agoniza.


JOSÉ ANTONIO SANTANO

Facebook pregunta(2)



En qué estás pensando, me preguntas,
y una nube de cenizas y polvo
oscurece la tarde, y el viento sopla
 huracanado sobre la escuela de siempre,
allá donde aprendimos las primeras
palabras y los verbos amar y vivir,
para luego crecer poco a poco
viendo en los juegos los crepúsculos,
sintiendo las caricias de las ramas
en los pechos y las manos, trenzadas
las imágenes de las espigas a los astros.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si no harás nada,
mirarás a otro lado o buscarás otro nombre
que se aplique a tus doctrinas y te siga
y te adore en las noches de invierno
al calor de unos besos vendidos
en los mercados corruptos del gobierno
de turno, siempre atento a las ganancias.
Para qué me preguntas qué pienso,
si lo sabes y siempre lo supiste:
en los niños de siempre, en sus sueños
de cristal, en la tristeza de sus rostros
cuando caminan a la escuela perdida
en los campos desérticos y abandonados.
Qué estás pensando, me pregunta
facebook, y yo desolado y exhausto
le contesto: en los niños sin infancia
y sin escuela, que juegan tristemente
a ser hombres en los filos del tiempo
y nunca llegarán a serlo, porque la escuela,
aquella viva escuela de los sueños
 no existe ya, está vacía, y agoniza.

¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? Facebook pregunta(1)



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? (1)


Qué estás pensando, me preguntas.
Y yo que estoy ausente, al otro lado,
respondo con palabras en vuelo
que llegan a esta casa, que es de todos
y en todos habito, en los espejos
y la piedra, en las ramas del sueño.
Qué estás pensando, me preguntas.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si ya todo queda dicho
entre líneas de sangre y fuego, 
acaecidas al regreso de la tarde
que mayo propicia y alimenta.
Par qué me preguntas qué pienso,
si bien lo sabes: en la tristeza del aire
que culmina en la montaña y los bosques,
en la pobreza que colma los hogares,
en el hombre mismo, que no canta
al alba, cuando el sol desprende
su luz sobre el universo.
Qué estas pensando, me pregunta
Facebook, y yo que estoy cansado,
que ya no vivo en mí sino en el otro,
le contesto con el eco de estos versos,
con sus largos silencios solidarios.
Yo contesto: el hombre es la respuesta,
el centro de la vida y la muerte,
la única respuesta válida, la vida.

José Antonio Santano
Facebook

Facebook pregunta(1)



¿QUÉ ESTÁS PENSANDO? (1)


Qué estás pensando, me preguntas.
Y yo que estoy ausente, al otro lado,
respondo con palabras en vuelo
que llegan a esta casa, que es de todos
y en todos habito, en los espejos
y la piedra, en las ramas del sueño.
Qué estás pensando, me preguntas.
Y para qué quieres que te diga
en lo que pienso, si ya todo queda dicho
entre líneas de sangre y fuego, 
acaecidas al regreso de la tarde
que mayo propicia y alimenta.
Par qué me preguntas qué pienso,
si bien lo sabes: en la tristeza del aire
que culmina en la montaña y los bosques,
en la pobreza que colma los hogares,
en el hombre mismo, que no canta
al alba, cuando el sol desprende
su luz sobre el universo.
Qué estas pensando, me pregunta
facebook, y yo que estoy cansado,
que ya no vivo en mí sino en el otro,
le contesto con el eco de estos versos,
con sus largos silencios solidarios.
Yo contesto: el hombre es la respuesta,
el centro de la vida y la muerte,
la única respuesta válida, la vida.

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986