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ÁCIDO ALMÍBAR. RAFAEL SOLER por JOSÉ ANTONIO SANTANO


 José Antonio Santano
ÁCIDO ALMÍBAR
N o son muchas las ocasiones, lamentablemente, en las que uno encuentra una voz poética diferente, singular, alejada de las modas y los círculos del poder mediático y la oficialidad imperante, y que tan repetidamente se nos presenta como la imagen de la poesía española por excelencia, pero al mismo tiempo tan plana, fría y mimética. Basta un poco de maquillaje aquí y allá, y, preparada la máscara solo hay que dejarse llevar por las exigencias del mercado y presentar el producto con la aquiescencia ineludible del padrino o patriarca de turno. Pero a veces, en la aridez del camino, se nos muestra una lengua de agua que nos calma la sed y nos reconforta hasta sentir de nuevo la vida, la esperanza de volver a la luz entre tanta oscuridad. Cada vez es menos habitual hallar textos de creación, esos que conmueven, que turban y hacen que algo dentro de nosotros nos sacuda como si de una descarga eléctrica se tratara, los que indagan y bucean en lo desconocido para revelarnos una realidad distinta. Son pocos, pero afortunadamente, hay quien todavía se adentra en la oscuridad para desvelar la luz, para mostrar lo creado, lo creado de la nada. Algo de esto ocurre cuando nos adentramos en la lectura del poemario publicado por el sello editorial madrileño “Vitruvio” en el año 2014, “Ácido almíbar”, con el cual el poeta Rafael Soler (Valencia, 1947), obtuvo el Premio de la Crítica Literaria Valenciana 2015. Si bien es verdad que la obra poética de Soler no es muy extensa (“Los sitios interiores”, “Maneras de volver”, “Las cartas que debía”), por haberse ocupado de otros géneros (novela, ensayo), sí hay que decir que en todas hallamos una voz particularísima y de gran calado literario. Con el oxímoron “Ácido almíbar” Soler vuelve a centrarse en esa dicotomía de los contrarios u opuestos, en un juego de espejos que nos acerca a una misma realidad vista desde todos los ángulos posibles. Soler interioriza todo lo que le rodea, ya sean objetos o pensamientos, de tal manera que una vez dentro nos revela lo hallado, es decir, lo trascendido. En esa interiorización de la verdad –su verdad- el poeta se abstrae hasta el límite, creando un universo propio donde la palabra se hace luz y vida. Es Rafael Soler un poeta hondo y profuso en el uso del lenguaje, unas veces irónico, otras sus versos son sonrisas, incluso surrealista y aforístico en ocasiones, pero siempre elegante, que cuida las formas pero también el fondo, en su sentido de revelación de lo invisible, de lo misterioso. Seis partes y una posdata final componen este poemario. En ellas el poeta nos habla desde dentro, sea el mismo nacimiento, el origen, en “Parto a término”: «Y qué salvar entonces / qué origen qué fulgor qué trabalenguas / epifanía de lo amargo por venir y lo nacido», sean los desvelamientos, el despertar de la sexualidad: «allí nos recibía / y de a uno pasábamos visita / urgentes primerizos asustados / en su lengua paciente una cuchara», sea la vuelta siempre al amor: «una pausa / que el poeta llamaría circunstancial dubitativa / para tenerte toda / descalza tú / vestido yo / volver es lo que importa». En esa búsqueda de lo invisible, de lo que está dentro, en su soledad de cuerpo o alma, está presente siempre el poeta, viviendo la oscuridad para trascenderla luego, todo es vida: «y nada espanta más / que el ambiguo desdén de una pistola / cuando pides que más lento que tu muerte / avance el desencanto», también cercanía a la muerte en “Un tanatorio que se precie vive siempre en las afueras”, con esa irónica mirada del poeta y de final sorpresivo: «dentro / recogido en su tristeza / transitorio elemental y ventilado / el que a todos convoca inoportuno / y a la distancia de una esquina / una barra con voces y aceitunas / para aquellos que brindan en voz baja / por la vida», pero también la muerte desde dentro, en su invisible corporeidad: «Fingir dormir / finge que finges dormir / finge si quieres que fingiendo dormir / pospones el tiempo que no queda […] después vendrán los carroñeros / diligentes y sabios / a su pico de estaño encaramados / y la muerte dejará de molestarte». Poesía de y para la reflexión, donde las imágenes y metáforas forman parte de un lenguaje depurado, de difícil estructura a veces, pero lleno de vida, de temblor interno. Voz singular y particularísima la de Rafael Soler, que nos devuelve la esperanza en la creación poética, esa que nade de la nada para serlo todo.
Título: Ácido almíbar
Autor: Rafael Soler
Edita: Vitruvio (Madrid, 2014)

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986