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GAUDEAMUS. SALÓN DE LECTURA por JOSÉ ANTONIO SANTANO

DIARIO DE ALMERÍA. GAUDEAMUS

GAUDEAMUS
¨GaudeamusViajar a Salamanca es adentrarse en los orígenes del saber, la más grande aventura humana. Cada vez que esto sucede una indescriptible sensación de paz y melancolía se apodera del viajero, que una vez alimentado por su historia y el fulgor de la piedra desea quedarse en Salamanca para siempre. Sabemos que existen variadas formas de viajar, según el gusto de cada cual, pero hay una que es infalible y, sobre todo, económica, me refiero a los libros, a través de ellos conocemos, sentimos, en una palabra vivimos. A través de sus páginas podemos desplazarnos de una ciudad a otra, conocer a sus gentes, escuchar su voz y amar su historia. En esta ocasión la ciudad de Salamanca se erige en canto y patria. Quien canta es el poeta peruano-español Alfredo Pérez Alencart, y la patria, la Universidad de Salamanca, a la que pertenece y presta su voz en forma de libro, de título “Gaudeamus” (‘Alegrémonos pues, / mientras seamos jóvenes…). Pérez Alencart ha construido un discurso cimentado en su experiencia como profesor de dicha Universidad y como celebrado poeta. Desde que llegara a tierras salmantinas su casa fue la Universidad. La Universidad es su vida, como lo es la poesía, irrenunciables ambas. Y así lo anuncia en el primer poema del libro: «Uno viene a ti y rompe / el reloj de arena / de la espera, // y te retiene / en un prolongado abrazo / por el tiempo, // y sorbe de tu calíz / anhelando saberlo todo. // Curso a curso, / nadie olvidará el rastro / que dejas». “Gaudeamus” consta de cinco partes: “Distinto y junto” (al que pertenece el poema reproducido; “Patio de Escuelas”, “La piedra en la lengua” (unamuniana al alimón), “Ofrendas para Teresa de Cepeda y Ahumada y Juan de Yepes Álvarez, doctores por Salamanca” y “Triptico final”. En la poesía de Pérez Alencart hallamos siempre una razón para seguir amando la poesía, la palabra abarcadora de universos y luces, ese temblor que nos invita a detener el tiempo y elevarnos sine die a la altura del aire y sus silencios. Habrá en este poemario de Alfredo Pérez lugar para el recuerdo para su maestro en leyes Carlos Palomeque, Fray Luis de León, para el abad Salinas, para Torres de Villarroel, Aníbal Núñez, Unamuno, para su amigo y hermano y pintor de los poetas Miguel Elías, Antonio de Nebrija, Santa Teresa y San Juan de la Cruz, y siempre de fondo la Ciudad Dorada de Salamanca y su Universidad. Pérez Alencart es un poeta, un visionario que ya no puede detener la máquina de la palabra que nace de la soledad y el silencio para ser compartida en lujuriosa hermandad. Su atenta mirada de poeta escudriña allá donde el dolor o la tristeza emerge, donde el desvalimiento deshumaniza y el frío anubla los sentidos y la vida. El poeta está con todos, con los humildes y desfavorecidos por encima de todo, con lo que su poesía adquiere un valor añadido, el de la solidaridad y el humanismo al que obedece su espíritu:
«Porque descreo de la estatura de los poderosos. / Porque sólo soy un hombre tratando de decir que el milagro de un vveso me ha resucitado. / Porque descanso entre músicas densas que resisten cualquier chillido. / Porque huyen de mí los murmuradores», o podemos comprobar el afecto y el reconocimiento en el espejo de la vida en las cosas sencillas, aquella que deslumbran más a veces que un diamante,como en este poema que dedica a Victoria Muñoz, trabajadora de la limpieza en la Facultad de Derecho, por su jubilación: «Siete lustros, Victoria, / tú que de Boada viniste / y tan temprano ya / limpiaste los despachos. // Ahora te toca el sosiego / y las horas más libres». La Universidad en el verdor de sus patios y el esqueleto de su piedra que aún vive y recrea el pasado fulgor del pensamiento más libre y humanista: «No escatimo alabanzas para Salmatica Docet / pues su nombre representa un esqueje de la dicha, / la presencia continua a cuyo humus me aferro / por ser palabra y por ser idea». En sus muros de luz se refugia el poeta hasta trascender lo aprehendido y sentido. Su mirada es un un rayo que no cesa como aquel del poeta de Orihuela, homenaje continuo al más grande Unamuno: «Crece -con la temperatura del tiempo- el filtro para alejar cenizas y atraer lo perdurable Miguel de Unamuno -sementera y centella atada a la piedra de Villarmayor- existe en todas las estaciones, en todos los imanes, en todos los pulmones. No exista quietud mientras elvasco indómito siga respirando en su Salamanca». 
“Alegrémonos pues”, como reza el título de este libro, porque la palabra ardiente y serena de Alencart vibra en los vítores escritos en la piedra, en las aguas del Tormes, porque su voz renace cada día en «Salamanca, luciérnaga de piedra» y así «Afirmas con la verdad / de tu palabra, / sin armas en las manos» con el compromiso por la vida y la poesía, en cumplimiento de una existencia que dura ya más de 30 años: «Uno viene a ti y rompe / el reloj de arena, / de la espera / y te retiene / en un prolongado abrazo / por el tiempo, / y sorbe de tu cáliz, / anhelando saberlo todo. Curso a curso, / nadie olvidará el rastro / que dejas».
Aldredo Pérez Alencart



Título: Gaudeamus
Autor: Alfredo Pérez Alencart
Editorial: Edifsa (2018)

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986