basilio fernández
El oficio de escritor es algo más serio, y me temo que por el camino que vamos no ayudará mucho a engrandecer la literatura española el hecho de financiarse los libros con este nuevo modelo destructivo de la autoedición, amén de la autocomplacencia y la vanidad propia que reporta dicho extremo. Así las cosas, extraña y asombra leer: «Basilio Fernández (1909-1987) es un caso singular: un poeta que solo dio a conocer en vida cinco poemas. Tres que se publicaron en la revista “Carmen”, uno más que apareció en la revista “Meseta” y otro que, como resultado de un reencuentro azaroso con el poeta inglés Basil Bunting, apareció en Rapallo (Liguria, Italia) en el suplemento literario “Il Mare” en 1932». Confieso que este comentario llega con bastante retraso a esta sección, y asumo mi parte de culpa, aunque fuese por causas ajenas a mi voluntad.
No obstante, agradezco el esfuerzo y la dedicación de Emiliano Fernández, sobrino del autor, que ha hecho posible esta edición de la “Poesía completa [1927-1987] de Basilio Fernández, llegándonos de esta manera una obra necesaria, además de administrarse justicia para este olvidado y desconocido poeta para muchos. Hay que decir que, con anterioridad a esta edición, una selección de poemas llevada a cabo también por su sobrino Emiliano consiguió en 1992 el Premio Nacional de Literatura.
Destacan de la primera época (1927-1929) poemas tales como “Poema a Carmen por dentro” (clara alusión a la fundación de la revista creacionista “Carmen”: «Carmen en holocausto a tinta china / tu maniquí llegado por mi pluma / qué bien ordena y manda a flor de broma a flor / Amor custodio y mártir bailarina…»), “Tránsito” y “El soneto que fue a medias”. Con el tiempo el poeta acuñará una nueva poética. Son los años 40 y la influencia de poetas como Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Luis Cernuda es patente. Poesía existencialista y apasionada: «Y después el hastío, / el tiempo, la reflexión del hastío, / agua pasada, clavo pasado, nubes, / donde un severo ruiseñor clausuraba la primavera, / fácil garganta mixtificada con rosas / o ilusoria comezón en el atardecer de la tristeza.. Sé que estoy solo, solo / con mi celado impulso». Tras la muerte de sus padres en 1948 y 1949 se produce un parón en su actividad poética, dedicándose más al negocio familiar que hereda junto a su hermano Emiliano.
No será hasta la década de los 60 y 70, cuando Gijón experimenta un cambio urbano significativo, aunque no deja de ser una ciudad provinciana en el aspecto cultural, cuando también provoque en el poeta que es Basilio Fernández algunos cambios. Sus muchas lecturas y las nuevas influencias de escritores como Pessoa, Wallace Stevens, Octavio Paz, Lezama Lima o Montale, pero sobre todo su vuelta a Elito y Pound, harán que una nueva poética surja a la luz: «La primavera se encapota en desvaídos grises / o se remienda de verano, / es una vana promesa / que nos ofrece la vida…Así la rosa en espiral / acaba por colgarse de la indiferencia». Escasos poemas nos lega en los últimos años de su vida Basilio Fernández.
El verso breve denota cansancio, tal vez una excesiva soledad le haga vislumbrar el acabamiento total: «Instante incierto. Un huésped indeciso / se fatiga en mi voz, y desordena / la soledad de temblorosos flecos». Un interesantísimo libro y una pulcra edición que nos acerca al hombre y al poeta, que nos desvela la vida y su esencialidad en la voz poética Basilio Fernández.