TIEMPO
Y MEMORIA
Autor: José Mª Muñoz
Quirós
Editorial: Vitruvio (Madrid, 2015)
La
excelencia de la poesía castellana actual está
suficientemente acreditada. Como inextinguible llama alumbra en el
panorama literario español. El oficio de poeta está más
que probado en algunos de los nombres que figuran entre lo más
granado de esa zona geográfica denominada Castilla-León.
Cuna de la poesía mística es la ciudad de Ávila,
representada por Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, y una voz
imprescindible y representativa hoy de lo que se escribe en Castilla,
es la del poeta José María Muñoz Quirós
(Ávila, 1957). Su poesía reunida la encontramos en el
libro “Tiempo y memoria”, que abarca buena parte de los
textos poéticos pertenecientes a sus poemarios, que van desde
el primero de ellos, “Ternura extraña” (1983),
hasta “La voz del retorno”, de 2015. Grandeza poética
a manos llenas la que nos ofrece este volumen y una extraordinaria
oportunidad para acercarnos al poeta Muñoz Quirós, sin
ningún tipo de duda, una de las voces más
significativas de la poesía española actual. De su
poesía se ha dicho que es «un único verso lanzado
contra el tiempo: El hombre que construye una biografía
albergada de recuerdos, el hombre que medita sobre la vida y la
muerte llenándolas de preguntas esenciales; vida y muerte
convocadas en una misma voz, hilvanadas en un mismo aliento,
señaladas en un único destino» (Juan González
Soto), también en palabras de Jesús Collado, en su
breve pero profundo y acertado análisis preliminar de “Tiempo
y memoria”, escribe acerca de la obra de Muñoz Quirós:
«Sorprende la madurez tan precoz, y continuada a la vez, de una
emoción que nace como un don, que surge de la soledad y del
silencio, de la reflexión y de la contemplación, y que
se materializa en una forma de pensar y sentir el mundo, que es el
germen del que nacen las obras del poeta», para definir más
adelante la poética de Quirós, como la “poética
del vivir”. Y es esta la clave, el fundamento primero y último
de su poesía. La esencia de su discurso poético es, sin
ningún tipo de duda, la vida. Producto del conocimiento, de la
meditación del mundo que le rodea surge su poesía,
existencialista, íntima, rigurosamente seria, de una hondura
difícil de hallar en otros vates. Porque su voz es pura y
cristalina, consecuencia directa de su “estar” y “ser”,
deslumbradora, extraordinariamente humana. La vida, desde la soledad
creadora del poeta, esa que ahonda y se abisma en los silencios,
todos los silencios del mundo, es la única razón, el
único latido de la existencia, propia y ajena. Vivir es
escribir, y viceversa. La vida, con sus luces y sus sombras es lo que
importa, sentir la emoción de la existencia como única
verdad capaz de transformar el mundo, y la palabra el instrumento más
valioso para ello. La palabra desnuda, como así gusta al
poeta, en su atronador silencio, en esa búsqueda incansable de
la luz, la que tantas veces halló en los versos de Teresa de
Jesús o Juan de la Cruz, y que ahora nos revela en esta
inmensa obra. La mirada poética de Muñoz Quirós
va más allá de la realidad, se adentra en lo
desconocido de esa realidad, en sus límites hasta crear otra
realidad distinta, a partir de la ardentía de la palabra, de
su vibración y temblor continuo. Como un orfebre, el poeta
mima y trabaja el detalle, no solo de la forma, sino también
del fondo, de manera que forma y fondo constituyen un ser único
e indivisible. En sus más de 500 páginas de “Tiempo
y memoria”, hallamos al poeta de raza, preocupado por el mundo
en el que vive, y en lo vivido está su fuerza, una fuerza
ciclópea que arrasa en versos luminosos. Al poeta le importan
las cosas esenciales: la luz, la noche y el silencio, y de ellas el
nacimiento de la verdad, su verdad poética.
|
JOSÉ MARÍA MUÑOZ QUIRÓS
|
El
mundo está ahí, y el poeta nos revela sus misteriosas
formas y sus voces, y escribe:
«Un
extraño rumor invade
el
alma. Sentir su poso
en
el intenso frío,
en
el cansancio.
Un
extraño misterio
destilado
de sombra,
oculto
como el día
que
en la niebla se esconde».
Pero
el reloj marca las horas, y el tiempo se sucede, acrecienta dudas e
incertidumbres, y el poeta lo vive en su silencio:
«Voy
a volver al tiempo
/
que no descansa,
/
donde
/
alzas en los ojos
/
la mirada que asciende
/
por las aristas de las horas»
Ávila
en los ojos del poeta, la piedra y su luz: «Siente la piedra
otro temblor / y habita / la religiosa luz de la mañana»,
y el amor que habita el sueño, el aire:
«Es
ese cuerpo y esa voz, /
es
ese dardo. No necesito más /
para
que vuelva el día a despertarme /
con
esa suficiencia cuando rozo /
tu
piel cerca y me sabes /
a
largas horas encendidas»;
pero
en este breve recorrido no falta la alusión a otro de los
grandes temas de la poesía, la muerte: «Nada sé
como más cierta incertidumbre / que a la muerte viajamos…».
El
fulgor de la palabra poética, de los misterios de la noche y
sus silencios, de la vida, del poeta que «derriba los
obstáculos del miedo / cuando no encuentra otra salida, y huye
/ a la deriva de su propio olvido» y es voz destacada de la
poesía española actual, el abulense José María
Muñoz Quirós.
SALÓN DE LECTURA ________ José Antonio Santano