Buscar este blog

Arcadia desolada. José Antonio Santano

Título: Arcadia desolada
Autor: Pedro Juan Gomila Martorell
Edita: La Lucerna (Palma de Mallorca, 2013)

Me acerco por vez primera a la obra del poeta mallorquín Pedro Juan Gomila y he de decir que quedo gratamente sorprendido. No es frecuente hallar una concepción poética como la suya, tanto desde el punto de vista estético como ético. Gomila es un poeta que bebe de la más pura tradición cultural greco-latina, y por ello, en su poesía está muy presente la mitología, la épica y el simbolismo, además de la experiencia que viene a ser el eje central, el ser mismo como ente primigenio, lo vivido trascendido en emoción siempre, arrebato, asombro continuo. 

El poeta es un buscador de palabras, un loco rebelde que se enfrenta al sistema, porque el sistema oprime y humilla, reduciendo al hombre a mercancía. El poeta nos hablará entonces de sus miedos, certezas y dudas, será su voz un grito contra una sociedad hipócrita y falaz. Mas Gomila se opone a todo tipo de privación, y busca su paraíso, el edén, la soñada Arcadia, tal vez un refugio donde solo habitan los libros, la palabra escrita como única salvación, fulgor entre tanta mediocridad y sombras. Arcadia desolada”, del poeta mallorquín Pedro Juan Gomila es todo eso y más. Dedica este poemario «A todos los que, tentados por la voz del miedo, no sucumben» -¿ha sido el poeta una víctima más de ese miedo que se adentra en las entrañas?-; preceden a los poemas tres citas esclarecedoras y premonitorias de lo que será el contenido, de autores tales como Javier Sologuren, Alberto Escobar y Rimbaud, y que nos hablan del dolor, el amor y el sexo. La palabra fluye y el poeta bucea en sus orígenes y siente al niño que respira sueños en «algunos cromos de parejas célebres / de la Historia Antigua y la Literatura; / masculino, femenino, azul y rosa, / dinosaurios de cartón o bien muñecas, / el patrón original para los niños, / desde aquel Adán primero y su Costilla», los libros como continuada referencia de lo vivido y amado en la fantasía de Julio Verne o el descubrimiento de una sexualidad distinta y oculta:«la beligerancia creciente y alarmante / de mis tensas relaciones escolares / está a punto de prender la de Verdún: / ¿tal vez porque intuyen mi placer oculto, / o acaso perciben de algún modo extraño / cómo el grano de mostaza va creciendo, / penetrando en la ternura de mi corazón, / aunque nunca me han llamado maricón / todavía como burla en plena cara?». El poeta se desnuda ante sí mismo y el mundo en el amor, la única verdad –su verdad-, y así escribe: «Ábreme las puertas, Amor, y no consientas / que usurpe esa calima la cálida morada, / potencia que se place en encarnarse / según la apariencia que invoca el deseo». 

Llama la atención de este poemario su estructura, en la que el tiempo irrumpe a manera de interludio, en un juego de espejos que propician el recuerdo mostrado en las horas del día, dolorosas en el insulto y las vejaciones: «mediodía, la costumbre fija la hora / del paseo por el patio de la cárcel; / se acerca el momento de lapidaciones / con balones de cemento y el milagro / cotidiano, tanto que pierde su misterio, / de los salivazos en mi bocadillo / de jamón, tortilla, mas bien untado / con la miel amarga de las vejaciones».

 Luego, el poeta vuelve al hilo de su discurso poético, a su particular Arcadia, y siente el dolor de nuevo en las risas de sus verdugos, y el miedo vuelve como vuelven los fantasmas en la idea del suicidio: «ni las dagas afiladas contra el César, / ni tampoco la bañera de Petronio; / si no tienes las agallas, o las alas, / de quien salta con desprecio a los vacíos, / no mereces más castigo que el severo / cumplimiento de la dura penitencia / del seguir con esta vida…»; Gomila recupera la dolorosa experiencia de la milicia en los años tempranos: «¡Cien flexiones ininterrumpidas / por cargar, bulto sin nombre, / sobre el hombro equivocado tu fusil! […] ¿De qué te lamentas, pedazo de animal? / ¿Tal vez porque no encuentras en los patios / del Todo por la Patria, placenta de varones, / algún bardaje hambriento que comparta / contigo íntimamente la manta y el jergón?», ese nefasto lugar, casa de locos habitada por la crueldad humana: «me travisto con la piel de los civiles, / y cruzo las puertas de los bedlamitas». Mas el poeta, en su solitario camino, halla siempre esa luz resplandeciente aun a pesar de la desolación, la libertad al fin, la verdad de la existencia –su existencia-, la razón del ser. Sin duda, Pedro Juan Gomila, nos convoca en la verdadera poesía, la que nace del silencio y fluye viva por sus venas.


SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986