Mis
propuestas, de forma resumida, pues de algunas detallaré más adelante en otros
medios, las voy a establecer en tres ámbitos fundamentalmente: narrativa,
poesía y ensayo. Comenzando por la narrativa, y por ser de los últimos libros
recibidos me detengo en uno, de más extenso título que hasta ahora me he
encontrado en el panorama literario, “La caza, captura y muerte de la
abuelita hispánica, en una casa de lujo de una ciudad de lujo, sometida a la
más rigurosa de las democracias y repleta de padres honestos y niños felices”,
del escritor granadino Francisco López Barrios, que viene a confirmar el
magisterio del autor con un libro compuesto por cinco relatos, entre ellos el
que da título al libro, y de los cuales, como aperitivo, me inclino por “La
noche de terror del terrorista”, por ser una historia extraordinariamente
bien contada y mejor resuelta, que deja al lector con la miel en los labios
para continuar leyendo y ahondando en las claves de un autor que conoce bien el
oficio y sabe transmitir y construir desde la exquisita fabulación historias
inolvidables. “El óxido del cielo”, del escritor cordobés Alejandro
López Andrada (Villanueva del Duque, 1957) nos adentra en la magia de lo
desconocido y la Naturaleza, para devolvernos la esperanza en el olvidado
encanto de los pueblos de interior, de las zonas rurales que a pasos
agigantados se están vaciando. En esta ocasión López Andrada nos propone un
viaje al “declive y añoranza de la minería”, como reza la portada del libro, y
lo hace con esa lumínica manera de escribir que posee, con esa mirada serena y
deslumbradora que nos descubre otra realidad desde la nostalgia y el amor a la
tierra madre. El escritor valenciano Rafael
Soler nos presenta la reedición de su novela publicada en 1983 titulada “El
sueño de Torba”, cuidadosamente editada por Olélibros. A estas
alturas no vamos a descubrir quién es Rafael Soler dentro del panorama
literario español, sin embargo, sí reiteraré su destacada voz, particularmente
distinta del resto de escritores del momento. En cada historia que nos cuenta,
sea relato o novela, se distingue al autor por su lenguaje y por la sólida
configuración de los personajes, por su dominio del tiempo y del espacio,
creando siempre las condiciones más favorables para la lectura, enriqueciendo
el acto de leer. Así ocurre en “El sueño de Torba”, donde se entrecruzan
historias y donde la terrible incomunicación del tiempo actual, en detrimento
de las relaciones humanas a través de los distintos personajes son la esencia
narratológica de esta propuesta. Otra de
las citas narrativas imprescindibles es la del novelistas, poeta y crítico
granadino Fernando de Villena, con su última entrega “Los nueve
círculos”. En ella nos cuenta de Villena, con casi toda seguridad uno
de los escritores más prolíficos en lengua castellana, la historia de una
ciudad de provincias (Granada) durante las últimas siete décadas, protagonizada
por un hombre y una mujer pertenecientes a clases sociales distintas. El
magisterio, el estilo y la capacidad narrativa de su autor, Fernando de
Villena, es indiscutible. Solo hay que echar un vistazo a toda su trayectoria
literaria para comprender que nos hallamos ante una de las voces más destacadas
de la literatura española. Así, desde el territorio de la auto-ficción, desde
la sabiduría que le otorga su experiencia y su compromiso humano, Fernando de
Villena ha escrito unas memorias noveladas, necesarias, que no dejarán
indiferente a cualquier lector que a ellas se acerque. Otro de los libros que
traemos a este escaparate y continuando con el mismo género anterior,
corresponde a “El muchacho pálido”, del narrador, poeta y crítico
literario Manuel Jurado López (Sevilla, 1942), que nos presenta la
historia del joven Ramón Mengíbar que, tras su paso por el internado de las
Escuelas Sagrada Familia de Úbeda, contrae una enfermedad contagiosa que
marcará su vida. La evocación de aquel tiempo será el antídoto para su obligada
soledad. Un retrato exacto de los internados religiosos masculinos de una época
que nos acerca a la verdadera condición humana. La novela histórica es otro de
los géneros que bien se adecúa a este tiempo veraniego. Y, “Jaque al
Emperador”, del escritor valenciano J.R. Barat (1959), es la
elegida. Su autor nos lleva hasta la
primavera de 1808, cuando las tropas napoleónicas invaden España. Nunca antes el pueblo español estuvo tan unido para
expulsar al invasor. Uno de esos protagonistas fue José Romeu, que Barat
recupera para historia. El propio Barat declara que Romeu lo “abandonó todo por
defender lo que consideraba justo: familia, hacienda y vida”. Este personaje
que descubre por casualidad Barat, va a convertirse en el protagonista principal
de esta narración, “un hombre maravilloso que encarna lo mejor del ser humano:
nobleza, valentía, dignidad y sentido de la justicia”, al que se conoce como el
“héroe Romeu” fue quien puso contra las cuerdas al ejército del Emperador
Napoleón. Otra de esas narraciones históricas, en este caso, ambientada en la
postguerra española, cuando la guerrilla antifranquista actúa en las sierras de
Ronda y Grazalema es “Eras la noche”, del escritor gaditano Ramón
Pérez Montero (Medina Sidonia, 1958). Su autor ha sabido trasladar a la
narración la esencia de ese momento histórico a través de un lenguaje depurado,
lumínico, donde la imaginación, aun cuando la novela está basada en hechos
reales, trasciende esa realidad para convertirse en una obra en la cual la
condición humana aflora en sus múltiples aspectos. Un autor y una novela para
tener muy en cuenta. Tal y como se lee en la contraportada de esta novela: “El
imposible lenguaje de la noche”, de del escritor Joaquín Fabrellas
(Jaén, 1975), se trata de una narración “fragmentaria, dividida en tres partes.
Su discurso se mueve ente la novela, el ensayo y el análisis cultural de los
años 50 y 60 en la efervescente Nueva York”. El principal personaje de esta
historia totalizadora abarcadora en géneros no es otro que el escritor beat
Paul Demut, pero sobre todo es la historia del fracaso, de los naufragios de
una sociedad noctámbula con melodías de jazz. El espacio y el tiempo contenidos
en una narración inusual, atrevida, pero donde la creación (pictórica,
cinematográfica, musical o literaria) es expresión, principio y fin del ser
humano, con todos los ingredientes propios del discurrir de la vida. Otra de
las novelas que ha dado que hablar y que fue merecedora del Premio Valencia de
Narrativa es “Pájaros en un cielo de estaño”, del escritor
gaditano Antonio Tocornal (San Fernando, 1964). No sitúa su autor en un
pequeño pueblo andaluz, Las Almazaras, y en justo en la posguerra. Se narra en
ella la capacidad de transformación del ser humano, las relaciones sociales y
la fuerza para conquistar lo deseado, sobreviviendo a cuantas vicisitudes
presenta la vida. Una nueva forma de narrar, de adentrarse en los recovecos del
lenguaje para expresar, de forma rigurosa, aquello que esencialmente
corresponde decir. Una furgoneta deteriorada, un forastero pelirrojo y sus dos
hijos y una jaula con un pájaro son los elementos narrativos que desencadenarán
los acontecimientos que los lugareños vivirán a partir de la llegada de este
ser extraño. Entre el olvidado
género del relato encontramos algunos libros muy interesantes que merecen la
pena mencionar. Uno de esos libros es “La vida anticipada”, del
escritor cordobés Francisco Javier Guerrero (1976), con ilustraciones de
Lola Castillo. Para Ángel Olgoso, una de las voces más autorizadas del relato o
cuento en España, La vida anticipada “es una obra apabullante, hermosa.
Un volumen perfectamente cuajado, repleto de frases redondas, potentes, listas
para ser grabadas en bronce; con rumor de letanía, de prisma con destellos
incesantes, de molino de pensamientos. Historias que extienden valientemente los
límites. Un impresionante libro de relatos”. Un pequeño fragmento podría
resumir la fuerza de la palabra, su filigrana: “El presente es un tiempo
manchado de cenizas. Tiene bordes afilados y duele”. Luis Lisquete
(Villasarracino, Palencia, 1952) nos deja un ramillete de relatos en “La teoría
del ímpetu”, que reúne un total de treinta y dos historias. El amor, la
venganza, la fatalidad, el destino, y otros tantos temas extraídos de las
distintas situaciones existenciales se funden en una prosa locuaz y ágil que
hace que el lector mantenga su atención hasta el final de sus páginas.