Era hijo de un inspector forestal. Tras la muerte de su padre, en 1906, se trasladó a Moscú, donde estudió pintura.
- Yo mismo, colección de versos, 1913 (Я!)
- ¡Vea Ud.!, 1913 (Нате!)
- Vladímir Mayakovski, 1914 (Владимир Маяковский)
- La Nube en Pantalones, 1915 (Облако в штанах)
- La Flauta Vertebral, 1915 (Флейта-позвоночник)
- Guerra y paz, 1917 (Война и мир)
- Hombre, 1918 (Человек)
- Misterio bufo, 1918 (Мистерия-буфф)
- 150 000 000, 1920
- Amo, 1922 (Люблю)
- Acerca de Esto, 1922 (Про это)
- Vladímir Ilich Lenin, 1924 (Владимир Ильич Ленин)
- ¡Bien!', 1927 (Хорошо!
- Colección de poemas Yo mismo. 1913
- La chinche, 1929 (Клоп)
- El baño, 1929 (Баня)
- Hablando a plena voz, 1930 (Во весь голос)
- Misterio bufo, Cuadernos para el Diálogo, 1971.
- Yo mismo, Alberto Corazón, 1971.
- El baño: Drama en tres actos, con circo y fuegos artificiales, Escelicer, 1972.
- La rebelión de los objetos, Fundamentos, 1972.
- Poemas 1913–1916, Alberto Corazón, 1972.
- Poemas 1917–1930, Alberto Corazón, 1973.
- La chinche; El baño, Edaf, 1974.
- Poesía y revolución, Península, 1974.
- Hoja tras hoja, un elefante o una leona, Progreso, Moscú, 1978.
- Vladímir Ilich Lenin, Akal, 1978.
- Poesía, Akal.
- Poemas (1912–1920), Laya, 1984.
- La nube en pantalones, Mondadori, 1999.
- ¿Qué está bien y qué está mal?, Hiperión, 1999.
- Poemas, Ediciones 29, 2002.
- España; Dos monjas, Editorial Límite, 2004.
- Mi descubrimiento de América: 1925: en 12 poemas, Euskoprint, 2005.
- Yo mismo. Cómo hacer versos, Traducción Agustín García Tirado y Eulalia Soldevilla, Editorial Alberto Corazón.
- Conversaciones con el inspector fiscal y otros poemas, Ediciones 29, Barcelona, 1997.
- Cómo hacer versos, Mono Azul editora, Sevilla, 2009
- Una bofetada al gusto del público, Mono Azul editora, Sevilla, 2009.
- América, Gallo Nero, Madrid, 2010
- Poesía soviética rusa, 1965 (traducción Nicanor Parra)
De la pasión de un cochero
y una lavandera charlatana,
nació un hijo mediocre.
El niño no es una basura, no se puede arrojar al tacho.
La madre lloró y lo llamó Crítico.
El padre recordando sus antecesores,
gustaba discutir los derechos de maternidad.
Tenía educación de salón, de sociedad.
El chico debía inclinarse de pura humildad.
Como charla el sereno con la cocinera,
charlaba la madre y lavaba calzones.
De la madre heredó el chiquillo el olor,
y la capacidad de meterse fácil y con jabón.
Cuando creció alto como un bastón,
y las pecas salpicaron su rostro,
con un golpe elegante y feroz,
lo echaron a la calle, para que se haga hombre.
¿Acaso le hace falta mucho al hombre? Un montón.
Unos pantalones largos y un bocado de pan,
con su nariz como moneda de cobre,
desde sus primeros años le tomó al dinero el olor agradable.
fue a golpearle la puerta con delicadeza,
y muy pronto, el Crítico de la famosa estancia,
ordeñó palabras, pan y una corbata de gran prestancia.
Fácil es ahora andar por el mundo vestido y calzado.
A los jóvenes buscadores de juegos exquisitos,
dá gusto, aunque sea con unos párrafos,
morderlos con los dientes, y los carrillos ardientes.
Pero si se cuela en la red del diario,
alguna palabra sobre la grandeza de Pushkin o Dante
parece que en el diario se descompone,
un enorme lacayo repugnante.
Y cuando, por último, en un aniversario,
se frotan los ojos entre espirales de incienso,
su nombre aparecerá el primero, barnizado,
y brillando en una tabaquera flamante.
Publicado en el año 1915, junto con la serie de
a la Salud, al Almuerzo.