LOS REINOS SOLARES
Es un hecho incontestable que la poesía
andaluza goza de una excelente salud. Y ateniéndonos a este premisa
hay que reconocer que algunos nombres de poetas andaluces son ya
imprescindibles en el panorama de la literatura española, por su
calidad y su extraordinaria obra. Una de esas voces poéticas es la
del cordobés de Fuente Obejuna Manuel Gahete. Su extensa obra así
lo certifica. En el último año Gahete ha publicado cinco poemarios
“El fuego en la ceniza”, “Motivos personales”, “La
tierra prometida”, “Códice andalusí” y “Los
reinos solares”. Ocupará nuestra atención este último, con
el cual el poeta cordobés obtuvo el XXII Premio de poesía
Ayuntamiento de Rincón de la Victoria “In memoriam Salvador
Rueda”. La palabra es una luz cegadora, un vuelo a la más altas
cumbres del sueño y sus abismos; una aventura hacia lugares
ancestrales, mágicos y secretos que solo el poeta es capaz de
alcanzar tras un largo camino. Gahete dedica este poemario a quienes
sufren cualquier forma de violencia. El poeta concibe el poemario en
tres apartados bien diferenciados: “el mármol y la sangre”, “la
nieve y el fuego” y “el acero y el oro”. Desde siempre Gahete
ha buscado en la palabra la belleza, de ahí su lenguaje cultista,
por el cual cada vocablo está en el lugar exacto, medido, cuidado y
mimado hasta el límite, deslumbrador como un diamante.

Sin embargo,
en este poemario Gahete ahonda en el verdadero significado de la
poesía y busca, apasionadamente, otros caminos, otras formas con las
cuales expresar la verdadera emoción y razón de existir, esa que
nace en el corazón del hombre y permite –nos permite- sabernos
seres humanos capaces de llorar o de reír, de sentir la herida ajena
como propia. En “Los reinos solares” la mirada del poeta
trasciende lo vivido en otro tiempo, justo donde el sol es el único
reino existente. Así en la primera parte (“el mármol y la
sangre”) Gahete encarna todo el dolor humano hallado en las ruinas
de la antigua ciudad ibero-romana de Ituci Virtus Iulia (hoy
yacimiento de Torreparedones), también la misteriosa y sacra soledad
de la cella colmada de exvotos y sueños:
«Ituci Virtus Iuli se
complace,
/ deja granar el semen y la savia
/ dispersas sobre el lomo
de la bruma.
/ Un ventalle de sol cruza su sombra […]
Regreso de la
cella donde Dea Caelesttis,
/ velando los misterios bajo lascas de
arena,
/ pervive en el hechizo de su luz anicónica».
Mas el poeta,
dolorido, recorrerá aún Sagunto, Numancia, y será testigo en
Farsalia de nuevas y numerosas muertes. En la segunda parte (“la
nieve y el fuego”) el poeta, alarmado por la cruel realidad que le
rodea nos alerta de la indolente actitud del hombre:
«¡Será que
respirando tan inhumano aliento,
/ tanto tósigo amargo, tan
podrecido polvo /
nunca será posible que nazca el hombre nuevo!».
Gahete deja para el final “el acero y el oro”, el temblor de la
palabra que aviva el corazón y late apasionada en la búsqueda de la
otra tierra, hermana siempre, de América:
«Aquella fe imposible no
se llamaba España
/ aunque España elanzara espíritus de cuerda
/
colgados de la noche.
/ No se llamaba lluvia ni mar ni tempestades,
/
no estaba construida sobre un nido de sueños.
/ Aquella fe imposible
de rojos gamellones
/ era un grito implorante con el nombre de
América».
Gahete es voz y grito que recorre la tierra entera, lenta
y profusamente, hasta alcanzar el más grande de los sueños: la
fraternidad universal. De esta manera, “Los reinos solares”,
viene a ser un poemario distinto, una obra de arte más, donde la
palabra ocupa un lugar principal, conformando así un universo
multicultural, en el que el mestizaje de creencias y dioses
confraternizan hasta alcanzar la esencia misma de la existencia
humana:
«Hermano de tu hermano de sangre americana,
/ el máncer del
olvido, delfín de una locura,
/ despierta ya del sueño de ayer que
hoy es mañana».
Poesía auténtica en la voz del gran poeta andaluz
Manuel Gahete.
Título: Los reinos solares
Autor: Manuel Gahete
Edita: Ayuntamiento Rincón de la
Victoria, 2014.