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MORENTE



Andaba inquieto aquella tarde. Iba de un lado a otro de la casa, agitado, como si presintiera alguna desgracia. No era la primera vez que le sucedía y por eso, cuando no podía dejar de moverse, se acrecentaba la angustia y un dolor insoportable le oprimía el ser entero. Su boca, entonces, supo del amargo sabor de la muerte, y el tiempo se detuvo en los lejanos años de su juventud, en el despertar de aquella primavera numinosa y brillante en las encaladas casas de su pueblo sureño, cercano a la Granada de sus sueños.
Fue por aquellos días de un mayo florido de amapolas silvestres en los campos de la campiña, a la hora del ángelus, cuando las campanas de las iglesias del pueblo sonaban al unísono; cuando los campesinos poblaban las tabernas y acodados en la barra conversaban unos, silenciaban otros y bebían vino o escuchaban el cante salido de las gargantas como un grito o un quejío que hacía temblar la tierra entera. Fue la primavera descubriendo los sonidos y los aromas quien despertó en él la esencia, la magia y el duende del flamenco. Fue su voz, aquella voz desgarrada, liberadora, un mundo en sí mismo, un universo paradisíaco. Nada más grande y sencillo a la vez que la fuerza rompedora contenida en el negror del vinilo, que giraba y giraba como una noria, imparable, creadora, iluminada y cristalina tal manantial de agua.
No era tiempo entonces de muchas alegrías, la escasez era la norma y los hombres se tragaban las palabras, silenciaban sus vidas a la luz del día y lloraban en la oscuridad de la noche. No, no era fácil la vida en los pueblos, controlada siempre por la mano demoníaca del poder. Mas fue entonces, cuando la primavera derramaba su luz y sus colores por la faz de la tierra, cuando la voz del joven Morente entró por ventanales y balcones, hospedándose para siempre en todos los rincones de la casa. Una nueva vida, un horizonte distinto apareció ante él y esperanzado anduvo desde entonces por la vida. Nunca más olvidó sus orígenes, y junto a él, acompañado por su inconfundible voz creció y vivió.
Ahora, cuando le amarga el sabor de su temprana muerte, él vuelve a sus orígenes, y piensa en el poeta, cantaor y maestro, en el hombre, y a pesar de todo, se ve a su lado contemplando un atardecer cualquiera en el mirador de San Nicolás, abstraídos, abismados en sus propios silencios.
Él sabe bien que, como el leve rumor del agua, la voz de Morente recorre las estrechas y numinosas calles del Albayzín, los muros de las mezquitas y conventos; se adentra en el fresco verdor de los jardines del Generalife y acaricia las yeserías, mocárabes, azulejos, salones, patios y celosías de la Alhambra, y vuela libre como un pájaro por el intenso azul del cielo hasta alcanzar la nívea cima del Mulhacén y el Veleta, todos y cada uno de los rincones de la tierra.
El aire, en esta hora del crepúsculo, nos devuelve, definitivamente, el último quejío desgarrador y profundo del maestro Morente.
¡Morente, por y para siempre vivo!

MORENTE



Andaba inquieto aquella tarde. Iba de un lado a otro de la casa, agitado, como si presintiera alguna desgracia. No era la primera vez que le sucedía y por eso, cuando no podía dejar de moverse, se acrecentaba la angustia y un dolor insoportable le oprimía el ser entero. Su boca, entonces, supo del amargo sabor de la muerte, y el tiempo se detuvo en los lejanos años de su juventud, en el despertar de aquella primavera numinosa y brillante en las encaladas casas de su pueblo sureño, cercano a la Granada de sus sueños.
Fue por aquellos días de un mayo florido de amapolas silvestres en los campos de la campiña, a la hora del ángelus, cuando las campanas de las iglesias del pueblo sonaban al unísono; cuando los campesinos poblaban las tabernas y acodados en la barra conversaban unos, silenciaban otros y bebían vino o escuchaban el cante salido de las gargantas como un grito o un quejío que hacía temblar la tierra entera. Fue la primavera descubriendo los sonidos y los aromas quien despertó en él la esencia, la magia y el duende del flamenco. Fue su voz, aquella voz desgarrada, liberadora, un mundo en sí mismo, un universo paradisíaco. Nada más grande y sencillo a la vez que la fuerza rompedora contenida en el negror del vinilo, que giraba y giraba como una noria, imparable, creadora, iluminada y cristalina tal manantial de agua.
No era tiempo entonces de muchas alegrías, la escasez era la norma y los hombres se tragaban las palabras, silenciaban sus vidas a la luz del día y lloraban en la oscuridad de la noche. No, no era fácil la vida en los pueblos, controlada siempre por la mano demoníaca del poder. Mas fue entonces, cuando la primavera derramaba su luz y sus colores por la faz de la tierra, cuando la voz del joven Morente entró por ventanales y balcones, hospedándose para siempre en todos los rincones de la casa. Una nueva vida, un horizonte distinto apareció ante él y esperanzado anduvo desde entonces por la vida. Nunca más olvidó sus orígenes, y junto a él, acompañado por su inconfundible voz creció y vivió.
Ahora, cuando le amarga el sabor de su temprana muerte, él vuelve a sus orígenes, y piensa en el poeta, cantaor y maestro, en el hombre, y a pesar de todo, se ve a su lado contemplando un atardecer cualquiera en el mirador de San Nicolás, abstraídos, abismados en sus propios silencios.
Él sabe bien que, como el leve rumor del agua, la voz de Morente recorre las estrechas y numinosas calles del Albayzín, los muros de las mezquitas y conventos; se adentra en el fresco verdor de los jardines del Generalife y acaricia las yeserías, mocárabes, azulejos, salones, patios y celosías de la Alhambra, y vuela libre como un pájaro por el intenso azul del cielo hasta alcanzar la nívea cima del Mulhacén y el Veleta, todos y cada uno de los rincones de la tierra.
El aire, en esta hora del crepúsculo, nos devuelve, definitivamente, el último quejío desgarrador y profundo del maestro Morente.
¡Morente, por y para siempre vivo!

SEPULTA PLENITUD 2023

SEPULTA PLENITUD 2023
José Antonio Santano

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)

SILENCIO [Poesía 1994-2021] (2021)
José Antonio Santano

ALTA LUCIÉRNAGA. 2021

ALTA LUCIÉRNAGA.  2021
JOSÉ ANTONIO SANTANO

Madre lluvia. 2021

Dos orillas.2020

Dos orillas.2020

Marparaíso.2019

Marparaíso.2019

Tierra madre.2019

Cielo y Chanca.2019

Antología de poesía.2018

Antología de poesía.2018
Iberoamericana actual. 2018

Lunas de oriente.2018

La voz ausente. 2017

Humanismo Solidario.2015

Los silencios de La Cava. 2015

Tiempo gris de Cosmos.2014

TIEMPO GRIS DE COSMOS 2014


JOSÉ ANTONIO SANTANO

ISBN: 13: 978-84-942992-3-0

Clasificación: Poesía.

Tamaño: 14x21 cm

Idioma de publicación: Castellano

Edición: 1ª Ed.1ª Impr.

Fecha de impresión: Noviembre 2014

Encuadernación: Rústica con solapa

Páginas: 104

PVP: 12€

Colección: Daraxa












José Antonio Santano, en Tiempo gris de cosmos, articula un canto para “todos los habitantes del planeta”, una poetización de la realidad actual, de “abisales conductas, de feroces decretos / y sentencias, de gritos que enmudecen / en las paredes de las casas / […] / Pienso en la estricta ley del poderoso / clavándose en la carne como lanza, / en sus manos manchadas de sangre, / en sus actos inmorales, / en su oratoria de muerte”.

Por eso se adentra en la libertad de los fondos marinos de los sueños, de la fraternidad, de los bosques, para hospedarse junto al hombre marginado y ser el otro, el padre de los desheredados en un lorquiano romance sonámbulo donde, intertextualizando al granadino, afirma, superando el egocentrismo y derramándose en la otredad, “y yo que no soy yo”, ni su casa, la Tierra, es ya su casa.

José Cabrera Martos

Memorial de silencios. 2014

Memorial de silencios. 2014
He vuelto, como cada día he vuelto para enterrar los chopos bajo el rostro de los sueños, la estela del pasado, el vuelo de las manos en otoño. He vuelto para hundierme en el sonido desgarrado y monótono de teclas que en el blanco papel se precipitan, o en las horas perdidas, en despachos misteriosos de pálidos sillones. He vuelto como siempre, como siempre, para contar silencios de ultratumba -como siempre- que manchan la memoria de sangre y soledades, como siempre. He vuelto como siempre, como siempre, exhausto, con el drama en las pupilas, borracho de naufragios y derrotas.

Estación Sur. 2012

Caleidoscopio.2010

Razón de Ser.2008

El oro líquido.2008

El oro líquido.2008
El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. 2008 VVAA. El oro líquido. El aceite de oliva en la cultura. Edición de José Antonio Santano. Epílogo de Miguel Naveros. Diputación de Jaén. 2008.

Il volo degli Anni.2007

Trasmar.2005

Las edades de arcilla.2005

Quella strana quiete.2004

La cortaera.2004

Suerte de alquimia. 2004

Árbol de bendición.2001

La piedra escrita.2000

Exilio en Caridemo.1998

Íntima Heredad.1998

Grafías de pasión.1998

Profecía de otoño.1994

Canción popular.1986